En los últimos años, “La Docta” llevó adelante distintos proyectos que posicionan a la ciudad como “ciudad inteligente”, un trabajo que le valió reconocimiento internacional. Sin ir más lejos, recientemente, y en el marco del desafío internacional Premios Verdes, Alejandra Torres, secretaria de Planeamiento, Modernización y Relaciones Internacionales de la Municipalidad de Córdoba y presidenta de la incubadora de empresas FIDE, recibió en Estados Unidos el reconocimiento por el proyecto Respira Córdoba, iniciativa que fue elegida entre otras 3500 de todo el mundo.
El certamen apunta a incentivar el desarrollo urbano sostenible, centrado en políticas sociales y ambientales, para contribuir a dinamizar la economía verde. De hecho, las categorías estuvieron alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible pautados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el marco de la Agenda 2030: “Ciudades”, “Biodiversidad”, “Residuos”, “Políticas Públicas”, “Energía”, “Economía”, “Desarrollo Humano” y “Comunicación”. El reconocimiento es importante, pues le da a la Municipalidad la posibilidad de seguir obteniendo fondos para fortalecer sus propuestas.
TRANSVERSALIDAD URBANA
La Secretaría liderada por Torres es transversal y se vincula con distintas áreas. Las decisiones y acciones que se instrumentan desde allí impactan en salud, transporte, educación, entre otros sectores de la estructura gubernamental. El foco en el último tiempo estuvo puesto particularmente en las mejoras digitales para facilitar los trámites de los vecinos de la ciudad.
De hecho, muchos de estos cambios fueron promovidos durante la pandemia de COVID-19. Así fue que crearon una aplicación vinculada con el área de salud para georreferenciar e informar la ubicación del centro asistencial más próximo. Otro de los puntos en los que viene trabajando fuertemente la ciudad es en la educación. “Si íbamos a modernizar la ciudad, había que modernizar el sistema educativo”, sostiene Torres al explicar el modo en el que se fueron aplicando las distintas medidas y la razón de su transversalidad.
Cabe señalar que la ciudad de Córdoba es una de las pocas del país que cuenta con escuelas primarias propias, que no dependen administrativamente del gobierno provincial. En ese sentido, y siempre con una fuerte apuesta al futuro, en la Secretaría abordaron un proceso para llevar nuevo contenido curricular –con materias, como inglés, robótica y programación–, y se amplió la infraestructura de los establecimientos. “Al incorporar eso, se produce una mejora en el aprendizaje. Además, hicimos ese proceso de cambio con los docentes”, agrega.
Los cambios implementados en la Secretaría también fueron diseñados para bajar costos. Esto requirió de la creatividad del equipo: “Con las primeras acciones, como evitar el papel de las multas o hacer boletines oficiales digitales, se ahorraron millones. Hay que ser eficiente con los recursos que se tienen”. En ese contexto, cobraron protagonismo las startup y, como explica Alejandra, la clave del cambio tuvo que ver con la articulación entre los distintos sectores: “El sector público se va a capacitar y, como consecuencia, yo rápidamente le voy a dar una respuesta al vecino”, dice Torres, quien subraya que, al generar soluciones para los cordobeses, puede evidenciar la intención de transformación e infundir confianza en el ciudadano. “Nosotros utilizamos una metodología ágil. Construís con los diferentes actores que, además, saben más que yo”, destaca.
MUCHO MÁS QUE REDES SUSTENTABLES
Para llevar adelante todas las transformaciones, Córdoba integró distintas redes. Por ejemplo, una de ellas es la de “ciudades solidarias”, de la ACNUR, la agencia para los refugiados de la ONU. En su momento, el intendente de la ciudad propuso el armado de la Casa del Inmigrante, ya que Córdoba cuenta no solo con una historia vinculada con la inmigración, sino que, además, allí residen actualmente más de 100.000 inmigrantes.
ACNUR fue parte de la iniciativa, aportando financiación, y, además, Torres contó con la participación de emprendedores de diferentes ámbitos. De esta forma, se pudieron concretar distintas iniciativas en torno a los refugiados, como capitales semilla para sus emprendimientos y capacitaciones. “Si alguien te dice que no hay dinero, no es así. En el mundo, como consecuencia de la pandemia, hay un montón de fuentes de financiación. Lo que hay que hacer es postularse y armar el proyecto”, afirma, y agrega: “Cuando te preparás y tenés la capacidad de armar un proyecto, ganás en todo. Acabo de regresar de Estados Unidos, donde recibimos el Premio Verde por un proyecto que ya había sido puesto en marcha porque había ganado en la Unión Europea”.
El proyecto al que hace referencia Torres es “Respira Córdoba”, una acción absolutamente integral en la que se logró conciliar la revalorización del patrimonio histórico de la ciudad con los nuevos principios de la economía circular. En ese marco, concretaron la puesta en valor del Cabildo y de la Manzana Jesuítica, y avanzaron en la recuperación de los espacios verdes del casco céntrico. Asimismo, y en este contexto, se buscó llevar adelante una campaña de sensibilización con el objetivo de que la comunidad pudiera regresar al centro de la ciudad luego de la pandemia.
“Nos sentamos con todas las fuerzas vivas del casco céntrico para decidir qué queríamos hacer con nuestra ciudad. En forma consensuada, con la participación ciudadana, resolvimos que queríamos mirarla a futuro”, cuenta. Además, Torres señala que los bancos e inversores internacionales suelen tener en cuenta el modo en que los proyectos se adaptan a los objetivos enmarcados en la ONU: “Para mí, esa manera de planificar ya es parte de un hábito. Para los organismos internacionales, es importante y, para conseguir fondos, es clave. Pero el eje es el vecino siempre, su calidad de vida, y buscar ser eficientes con los recursos”, concluye.
SEGUIR LEYENDO: