Desde principios de año, en Argentina, varios factores agitan el fantasma siempre disperso de la vigencia de las escuelas técnicas. La construcción de 100 nuevos establecimientos en todo el país, anunciada por el Gobierno nacional, y el debate reciente sobre la articulación de las prácticas profesionales en la currícula escolar se suman a otras variables menos coyunturales. Por ejemplo, qué utilidad tiene hoy la escuela técnica, un modelo educativo que tuvo su auge en el primer peronismo, período en que se incorporaba al sector obrero en el sistema educativo y el país se proyectaba en el horizonte de un futuro industrial. ¿Qué lugar tienen hoy los oficios como el de electricidad, electromecánica o carpintería?
En la Argentina, existe un total de 1455 escuelas técnicas de gestión pública. De acuerdo con el relevamiento realizado por el Centro de Estudios de Población (CENEP), la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Tierra del Fuego y Santiago del Estero son las únicas provincias con menos de dos escuelas técnicas (1,8) por cada 10.000 habitantes. en CABA, el 87,5 % fueron construidas antes de 1966. En la provincia de Buenos Aires, el 16,1 % de este tipo de instituciones fueron creadas a partir de 2006.
Al día de hoy, se aprecian diferencias concretas con el sistema tradicional. Por ejemplo, los resultados de las pruebas Aprender del año 2016 revelan que el 53 % de los estudiantes avanzados de las modalidades generales no técnicas tuvo un rendimiento en matemática por debajo del nivel básico, mientras que, en cambio, en alumnos de escuelas técnicas, el porcentaje desciende al 35 %. Las pruebas Aprender del año 2017 apuntan en la misma dirección: el 40,4 % de los estudiantes del último año de secundarias técnicas tenían un nivel entre satisfactorio y avanzado, mientras que, en las secundarias comunes, ese número era del 29,6 %.
EL LUGAR DEL COLEGIO TÉCNICO EN EL MUNDO DE HOY
Ahora bien, más allá del buen desempeño en el desarrollo de abstracciones, cabe preguntarse qué lugar ocupa la escuela técnica en el mundo actual. Son varios los desafíos. “El mayor desafío es tratar de integrar a los estudiantes con esta forma de la escuela técnica”, explicó a DEF Oscar Lazbal, rector de la Escuela Técnica 27 “Hipólito Yrigoyen”, una institución con especialidad en Química, que entre sus graduados ilustres tiene al Papa Francisco. Y agregó: “Es una escuela que tiene una estructura muy especial en cuanto a la exigencia, a la cantidad de horas y a la calidad de enseñanza que se brinda, lo cual genera que los chicos no lleguen a terminar tanto como los que empiezan. Ese desgranamiento es uno de los mayores desafíos que tiene hoy la escuela técnica”. De hecho, en las escuelas técnicas grandes, la tasa de egreso es del 45 %. Es decir, de cada diez estudiantes que ingresan en primer año, egresan cuatro.
Otro aspecto importante es la articulación con el mundo laboral. ¿Qué respuesta da este tipo de escuelas a las exigencias del trabajo? De acuerdo con el informe del CENEP, persiste en las escuelas técnicas el desafío de una “mejor adaptación y articulación con un mundo de trabajo más complejo y tecnológicamente avanzado”.
“Tenemos un muy buen nivel de articulación con el mundo del trabajo”, respondió Lazbal. “Hace poco, hemos hecho una encuesta, porque tampoco tenemos empresas para preguntar, y obtenemos respuestas disímiles, lo que quiere decir que estamos bien, que nuestros egresados son bien recibidos en la industria, y que, dentro de la escuela, se están haciendo las cosas lo suficientemente bien como para que la inserción en el mundo laboral sea la más adecuada”.
No solo cambió el modelo productivo del país y su composición demográfica, sino también el rol de la escuela. En ese sentido, el desafío del mundo del trabajo se acopla con otro, no menos importante y, acaso, más grande: el rol social del colegio. “La escuela técnica no es la que era antes porque la escuela en general no es lo que era antes. A pesar de lo que se dice por ahí, la escuela se ha actualizado, tiene un trabajo social muy grande que antes no había y hoy sí: la escuela da respuesta a situaciones externas que antes no sucedían. Eso se nota mucho”, reflexionó Lazbal.
El año 2005, se promulgó la ley de las escuelas técnicas –llamada ETP–, que crea un Fondo Nacional para el financiamiento de los establecimientos, administrado por el Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET). Contactado por DEF sobre la situación actual de las escuelas técnicas, el instituto no dio respuesta.
MUJERES EN LA ESCUELA TÉCNICA
No es ningún secreto que la escuela industrial nació como una propuesta para hombres. La primera mujer en egresar de una escuela técnica en Argentina fue Silvia Lozar, de la Escuela Técnica N.° 1, Otto Krause (CABA), en 1969. En aquel momento, si bien la admitieron a regañadientes, le impusieron algunas restricciones: no podía ir al recreo y debía ingresar por la sala de profesores. Hoy, la situación cambió.
De acuerdo con el último informe realizado por el INET, en 2020, de los 680.000 alumnos de escuelas técnicas en todo el país, un tercio de la matrícula está ocupado por mujeres. El avance existe, pero hay un estancamiento: el salto se dio entre 2005 y 2011 (pasaron de conformar el 21,1 % al 32,4 %), y, a partir de entonces, la proporción se mantuvo.
“En particular, en esta escuela las mujeres son mayoría, hay un 55 % de mujeres. Siempre esta escuela, por su especialidad, se ha caracterizado por la presencia de chicas”, apuntó Lazbal.
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