La devaluación del peso y las altas tasas de inflación licúan los ahorros de los argentinos. En ese contexto, frente a las restricciones para el acceso al mercado del dólar, las criptomonedas se convierten en una alternativa cada vez más popular, sobre todo entre los jóvenes. Se estima que alrededor de 400.000 compatriotas operan con este tipo de instrumentos virtuales.
Estos activos digitales no cuentan con el respaldo de ningún Banco Central o autoridad gubernamental. No tienen la misma facilidad de las monedas de curso legal, que pueden ser intercambiadas por productos y servicios, y constituir una reserva de valor estable. Es decir, no garantizan que puedan mantener su poder adquisitivo en el largo plazo. Las prácticas especulativas juegan un papel muy importante en la volatilidad de los precios de las criptomonedas. De allí, su alta volatilidad.
En este informe de DEF, te contamos cómo es el submundo delictivo que se esconde detrás de este pujante negocio.
CRIPTOMONEDAS: UN GRAN INTERROGANTE
Con un solo clic, el sueño de convertirse en millonario de la noche a la mañana parece estar al alcance de la mano. Pero ese sueño puede convertirse en una pesadilla cuando entran en escena los estafadores. Ellos suelen ofrecer a los interesados un esquema seguro para sus inversiones y, para eso, deben mantener la fachada de negocio sustentable. Para ello, necesitan un flujo constante de nuevos ahorristas que les asegure fondos frescos.
Los organizadores suelen utilizar, de forma ilegal, a influencers y celebridades en redes sociales para captar inversores. También se recurre a correos electrónicos, y mensajes en redes sociales “disfrazados” para que parezca que fueron enviados desde una fuente legítima y confiable. Además, se crean falsas aplicaciones para celulares, que dan acceso a billeteras virtuales ficticias para seguir la supuesta evolución de las inversiones. Y, mediante aplicaciones maliciosas, es posible que se sustraigan datos personales sensibles que permiten acceder a los fondos de los inversores incautos.
Argentina no es ajena a este tipo de engaños. La reciente sospecha de estafa con la criptodivisa Zoe Cash se suma a casos anteriores de empresas que se promocionan a través de páginas web en las que ofrecen invertir dólares en criptomonedas y así “vivir de tus ahorros”. Los rendimientos desproporcionados respecto de las tasas del mercado y la rápida entrega de dividendos suelen ser anzuelos efectivos para fidelizar clientes.
ARGENTINA: ADVERTENCIAS Y LLAMADOS DE ATENCIÓN
Cabe aclarar que, en nuestro país, el Banco Central (BCRA) y la Comisión Nacional de Valores (CNV) ya vienen advirtiendo, entre otras cosas, que “los saldos registrados en billeteras virtuales de criptoactivos no cuentan con seguro de depósito ni con las salvaguardas que la regulación vigente provee a las personas usuarias de servicios financieros”. “En la actualidad, no existen en Argentina criptoactivos ni tokens cuya adquisición o tenencia puedan beneficiarse de ninguna de las garantías previstas por la normativa para los servicios bancarios o de inversión”, precisaron, en un comunicado conjunto, el BCRA y la CNV.
Las autoridades han puntualizado que “la información provista por los proveedores de servicios de criptoactivos puede ser compleja o incompleta y no revelar adecuadamente los riesgos que enfrentan los inversores”. Adicionalmente, alertan que “las plataformas pueden ser objeto de ciberataques que impliquen la pérdida o el robo de las claves de acceso de los usuarios”.
Cabe aclarar que no todo lo que rodea al mundo de las criptomonedas es ilegal. Existen empresas certificadas y verificadas en Internet que llevan adelante operaciones perfectamente lícitas. Por eso, antes de embarcarse en este tipo de inversiones, es fundamental controlar el historial de la empresa y confirmar la seguridad de los sitios web y de las aplicaciones utilizadas.
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