Ante la falta de cifras que le permitieran avanzar en los distintos proyectos en el país, Cruz Roja Argentina abrió el primer Observatorio Humanitario. El organismo, dirigido por José “Pepe” Scioli, se consolida como un espacio de investigación, conocimiento y sensibilización para poder contar con una radiografía de las distintas situaciones presentes en la sociedad desde un punto de vista humanitario.
En ese contexto, la estructura de trabajo –que cuenta con el apoyo territorial de las 66 filiales de Cruz Roja en Argentina y con el monitoreo digital en tiempo real con plataforma Big Data– también fue requerida por distintas firmas y organizaciones humanitarias.
El organismo ya realizó varios trabajos. Entre ellos, se cuentan los que abordan temáticas como niñez, juventud, adultos mayores, calidad de vida, percepción de COVID-19 y percepción sobre vacunas, cuyas cifras permitieron contar con una radiografía para poder actuar. Por ejemplo, un estudio realizado antes de la pandemia –que permitió la instalación de un campamento base en Salta para ayudar a las comunidades wichi y toba– reflejó un gran número de casos de malnutrición en niños y niñas, asociados con la ingesta de agua de mala calidad. Por entonces, había una cifra alarmante: el 90 % de los niños y niñas relevados tenía un índice de masa corporal por debajo de la categoría normal. ¿Cómo actuaron? Además de instalar el campamento base, incorporaron plantas potabilizadoras donadas por la Cruz Roja Española.
Otro de los estudios, por ejemplo, arrojaba que el 38 % de los adultos mayores había sufrido un alto o muy alto impacto en algún aspecto físico, emocional social o de salud causado por la pandemia. En síntesis, las temáticas abordadas (cuyos informes se pueden consultar en el sitio cruzroja.org.ar/observatorio-humanitario) y los resultados de las investigaciones interpelan a todos en un mundo que se vislumbra cada vez más disruptivo y desigual.
“LAS COSAS EN CRUZ ROJA, SUCEDEN”
José “Pepe” Scioli, director del Observatorio, dialogó con DEF sobre la trayectoria de este organismo y los desafíos a futuro en el marco de la intención de la Federación de la Cruz Roja y Media Luna Roja, para que el Observatorio de Argentina y su modo de trabajo sean una referencia a nivel global.
-¿Por qué se crea este Observatorio?
-Fue a partir de una necesidad planteada por el presidente de Cruz Roja, Diego Tipping. Hacia finales del 2019, él hizo un relevamiento en el norte, particularmente en Salta. Con los resultados, se elaboró un plan de trabajo y el presidente de la organización decidió montar un campamento humanitario con una sala sanitaria, un hospital móvil, dos tráilers para que los chicos puedan vivir ahí, un comedor... Es una infraestructura móvil en el medio de la nada. Allí, por ejemplo, ya se atendieron más de un centenar de partos y se potabilizaron millones de litros de agua con una planta que donó España. Eso mejoró todos los índices y, en el corto plazo, el mejoramiento de los índices reduce los costos operativos y, además, permite medir el antes, durante y después de la intervención.
En ese trabajo, quedó evidenciada la importancia de contar con información de base, confiable y propia. Él me pidió, en ese momento, que le presentase un programa de trabajo y, en septiembre de 2020, comencé como director del Observatorio.
-¿Qué investigaciones realizaron?
-Niñez, juventud, entre otras. Por ejemplo, en estas temáticas hicimos un trabajo con la Fundación INECO y Scouts de Argentina. También participó la Subsecretaría de Educación de Cruz Roja, cuya titular es Cristina Cantatore. Tanto en niñez como en juventud, buscamos observar el impacto de las cuestiones educativas.
La lógica me indicaba, y también es algo que dijo el Santo Padre, que hay que ocuparse de los dos extremos de la vida: los jóvenes, porque son el futuro, y los adultos mayores porque son la experiencia. Además, en el medio de todo esto, pensé en la crisis generada por la pandemia. Pusimos esas líneas de investigación: niñez, juventud, adultos, protección, género e inclusión. Incluso, tenemos en cuenta la reconversión del mercado laboral, que aún no llegamos a abordar, y la cuestión medioambiental.
-También están trabajando sobre el tema migrantes, ¿no?
-Nos contactó la Organización Internacional para las Migraciones porque este tema, en el mundo, es una de las grandes preocupaciones. De hecho, también es una de las preocupaciones del Papa Francisco.
Ahora estamos haciendo un trabajo con migrantes venezolanos que viven en la ciudad de Buenos Aires para, así, poder tener información sobre su calidad de vida, si consiguieron trabajo, etc. La OIM nos pidió que hiciéramos un relevamiento de información.
-Tiene pocos meses de existencia, ¿cómo evalúan la trayectoria?
- La pandemia puso en valor, como realmente se merecía, a la Cruz Roja. Además, considero que los aportantes, tanto empresas como particulares, pueden ver resultados concretos con estas acciones.
RADIOGRAFÍA HUMANITARIA
-¿En qué otras temáticas están trabajando?
-Estamos haciendo una investigación con el personal de salud de todo el país. Queremos ver cómo transitaron la pandemia, cómo están y ven el futuro, desde el camillero hasta el director de un hospital. El cuestionario fue armado por la directora de Salud de Cruz Roja y buscamos contar con la mirada de toda la línea que involucra al personal de salud, por eso estamos yendo a todos los centros de salud del país. Creo que ahí está la base: hacerlo lo más plural y abierto posible. Además, hicimos un estudio de percepción del COVID-19, realizamos un trabajo de medioambiente y llevamos adelante un estudio del modo en el que afectó el movimiento mundial antivacunas.
-¿Cómo recaban la información?
-Cruz Roja necesita sus propias cifras y formas de toma de información. El chaleco genera mucha empatía con la gente; un voluntario de la Cruz Roja es garantía de que algo bueno va a pasar y de que algo va a cambiar, y va a cambiar para bien. Usamos distintas metodologías de toma de información: presencial, con los voluntarios en todo el territorio, y digital. Además, existe un monitoreo de Big Data de las temáticas. Y, en la investigación sobre adultos mayores, también contamos con la colaboración del servicio de teleasistencia de la Cruz Roja. Además, firmamos un acuerdo con el Centro Interuniversitario Nacional para trabajar de manera coordinada.
En la búsqueda de una muestra que sea lo más federal posible, el mapa de las investigaciones está dividido en seis regiones. Además, cuento con el trabajo de Leilany Estrada, coordinadora de Gestión de la Información del Observatorio, y de Lucas Klobovs, asesor metodológico del Observatorio.
-El medioambiente es una de las preocupaciones globales más importantes. ¿Qué están haciendo al respecto?
-La semana que viene tenemos una reunión vía Zoom con Cruz Roja España porque ellos tienen desarrollados programas hacia dentro. También rinden cuentas del ahorro y mejoramiento ambiental. Buscan medir el aporte de la Cruz Roja a la sociedad en el mejoramiento y cuidado del medioambiente. Cruz Roja tiene un programa sustentable.
CON ANCLAJE GLOBAL
-¿Cómo llega este trabajo al Vaticano?
-El mundo está investigando las salidas de la pandemia, en todos los órdenes. El Papa Francisco nos brindó un contacto porque en el Observatorio del Vaticano tienen un área enfocada en la salida de la pandemia. La Cruz Roja, a nivel global, tiene una agenda en línea con él.
-¿Cómo termina siendo este Observatorio un modelo que será replicado a nivel mundial?
-La Federación Internacional de la Cruz Roja es la que administra las 192 sociedades nacionales. Además, tiene representaciones regionales. La de América está en la Argentina, entonces cuando Alexandre Claudon vio los trabajos de investigación del primer semestre propuso una reunión con Ginebra. Ahí presentamos el Observatorio y participaron referentes a nivel global. Paralelamente, tenía una audiencia con el Santo Padre, el Papa Francisco. También estuvimos con Jagan Chapagain, secretario general de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. De hecho, cuando Jagan vino a Argentina para inaugurar el Hub humanitario pidió que el Observatorio liderase la operación a nivel global: queremos replicar el modelo argentino a nivel global
El otro tema que también es importante es que, cuando hicimos la presentación a Ginebra, propusimos, basados en los siete principios de la Cruz Roja, crear un “Índice Cruz Roja”.
-Un modelo humanitario…
-A partir de este Observatorio, quedó demostrado que los apoyos humanitarios pueden ser más efectivos y se reducen los costos de operación. De hecho, en el segundo semestre de este año, la Red Humanitaria Internacional de Argentina (RHIA) nos buscó para realizar distintas investigaciones que tuvieran que ver con la temática.
El sector privado también empieza a utilizar el Observatorio como fuente de investigación. A nosotros nos pueden consultar, sin meternos en política, sobre diferentes temáticas.
-¿Cuáles son los desafíos a mediano plazo?
-Con el Observatorio ya recorrimos un camino, ya es una realidad. Mostramos resultados contundentes, claros, concretos, y comprobables, con una base metodológica inobjetable. Ahora hay que profesionalizar, hacia dentro y hacia afuera.
Lo más importante es hacerlo crecer. Tenemos una herramienta de toma de información para diferentes temáticas y contamos una red territorial de toma de información única.
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