Video: a 52 años de la base Marambio, ¿cómo se construyó la pista que permitió los vuelos a la Antártida?

En una nueva entrega, DEF cuenta la historia de cómo se construyó la primera pista de aterrizaje que logró romper el aislamiento antártico

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¿A través de qué medios se puede acceder a la Antártida? Históricamente, se hacía por vía marítima, pero, cuando la actividad argentina en la Antártida empezó a crecer, la Fuerza Aérea se vio en la necesidad de crear un aeropuerto. En un nuevo aniversario de la base Marambio, DEF cuenta la historia de cómo se construyó la primera pista de aterrizaje para operar con aviones con ruedas, con la que se logró romper el aislamiento antártico.

La isla Marambio, descubierta en 1843, está ubicada muy cerca del extremo norte de la península antártica, a 3297 km de Buenos Aires y 2864 km del Polo Sur. Conocida como la puerta de acceso a la Antártida, Marambio constituye el principal punto de apoyo argentino.

¿Por qué? Porque, a través del transporte aéreo, permite realizar evacuaciones sanitarias, búsqueda y rescate, traslado de personal y carga, y lanzamiento de cargas y correspondencias. Además, permite la operación de aviones Hércules C-130 y, para el enlace con otras bases, cuenta con un avión DHC-6 Twin Otter de forma permanente y con helicópteros durante las campañas de verano.

“Nosotros, utilizando picos, palas y
“Nosotros, utilizando picos, palas y barretas, fuimos construyendo la pista”, comenta el suboficial mayor (R) de la Fuerza Aérea Argentina Juan Carlos Luján (Foto: Archivo DEF)

ARGENTINA Y LA NECESIDAD DE CREAR LA BASE MARAMBIO

Todo comenzó cuando la actividad argentina en la Antártida empezó a crecer. Un dato: existen otras bases, pero, por cuestiones climáticas, no permiten el acceso durante todo el año y tampoco reúnen condiciones para generar un aeropuerto que permita la llegada de un avión como lo es el Hércules C-130, que necesita para despegar y aterrizar un suelo firme poco resbaladizo que soporte ruedas y su peso.

Fue así entonces que la Fuerza Aérea Argentina se dedicó a buscar un terreno que fuera apto para montar un aeródromo y lo encontró en la isla Marambio: al ser una meseta con 198 metros de elevación sobre el nivel del mar, es una superficie que no tiene cubierta de hielo permanente y permite a los aviones aterrizar y despegar.

En noviembre de 1968, dos helicópteros que operaban desde el rompehielos general San Martín descendieron en la isla para tomar muestras del suelo. Tiempo más tarde, en agosto de 1969, un grupo de trabajo constituido por 21 personas, llamado Patrulla Soberanía, ocupó la isla para la construcción de la pista. Pero se encontraron con el problema de que había que abrir un surco de tierra para permitir que operaran aviones grandes con ruedas.

“El lugar en el que se construyó la pista es una superficie semiplana de barro congelado, con piedras y rocas que ‘florecen’ desde el suelo. Nosotros, utilizando picos, palas y barretas, sacábamos las piedras más grandes, también las más chicas e íbamos alisando el suelo de manera artesanal”, comenta el suboficial mayor (R) de la Fuerza Aérea Argentina Juan Carlos Luján. El expedicionista antártico y también veterano de la guerra de Malvinas cuenta que, durante este tiempo, vivieron en “pequeñas carpas”, en las que “cada vez que apagábamos el calentador, hacía el mismo frío dentro que fuera de ellas”.

La base Marambio constituye una
La base Marambio constituye una apoyo fundamental para la actividad Argentina en la Antártida (Foto: Archivo DEF)

TAREAS EN LA ANTÁRTIDA

El 25 de septiembre de 1969, se realizó el primer aterrizaje con el pequeño avión DHC-2 Beaver, al que se le instaló un sistema de esquí-rueda, en una pista que en ese momento tenía una extensión de 300 metros. Al día de hoy, esta pista tiene 1200 metros de largo. Cabe destacar que Marambio es una de las bases que permite la realización de vuelos transpolares.

Su ocupación está dada por alrededor de 60 personas que viven alternadamente todo el año y llegan a ser cerca de 200 en la campaña de verano, destinadas con un propósito: realizar tareas científicas. Estas son llevadas adelante en el Instituto Antártico Argentino, donde se realizan investigaciones de sedimentología, glaciología, criología, petrografía, biología. También se destacan los estudios de arqueología histórica y paleontología, por ser una zona que esconde una gran cantidad de restos fósiles.

Asimismo, Marambio cuenta con un Centro Meteorológico Antártico que integra la red mundial de meteorología y con un Laboratorio Multidisciplinario que lleva adelante un programa con el Instituto Nacional de Tecnología Aeroespacial de España, con el que obtienen registros de ozono.

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