“En un contexto extremo como el de la Antártida, donde el recurso humano en salud es muy limitado, hay que prepararse para utilizar las nuevas tecnologías”, afirma la mayor Soledad Rivero, quien es, desde octubre del año pasado, jefa de la División Sanidad del Comando Conjunto Antártico (CoCoAntar). Una de esas innovaciones tecnológicas es el Centro de Diagnóstico Móvil (CDM), desarrollado por la empresa EXO en colaboración con la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Su desembarco en el Continente Blanco ha facilitado enormemente el trabajo de los médicos y enfermeros de nuestras bases antárticas.
¿De qué se trata? El CDM es una solución médica que permite realizar un electrocardiograma de 12 derivaciones y medir, además, la presión arterial, la saturación de oxígeno en sangre y la temperatura corporal. La mayor Rivero, que es médica clínica y cardióloga, destaca que el equipo brinda en tiempo real “el registro de los parámetros vitales del paciente, lo que permite atender desde una arritmia cardíaca hasta un sangrado o una descompensación hemodinámica”. “Cuando la patrulla se traslada con la mochila de emergencia, cuenta con elementos para medir esos parámetros en forma aislada, pero tener todo en un mismo equipo facilita enormemente nuestro trabajo”, agrega.
El primero de estos equipos llegó al Continente Blanco en 2017. Ese año, el actual contralmirante Marcelo Tarapow, quien entonces se desempeñaba como jefe del CoCoAntar, lo llevó a la base Orcadas. Posteriormente, fue llegando al resto de las bases argentinas. Primero fueron Marambio, Esperanza, Belgrano II y San Martín. Este año estará disponible en la base Petrel. El rompehielos “Almirante Irízar” cuenta con un CDM a bordo, que es muy útil para monitorear al paciente en los rescates efectuados en los helicópteros Sea King. Al margen de su uso por parte del Comando Antártico, otra embarcación de la Armada que también dispone del equipo es la fragata “Libertad”.
UN DISPOSITIVO ALIADO EN CONDICIONES EXTREMAS
De las distintas situaciones extremas en las que fue utilizado, en el Comando Conjunto Antártico recuerdan dos: el caso de un efectivo de la Armada que sufrió fracturas en ambas piernas y, más recientemente, la evacuación de un paciente con peritonitis. La primera de esas dos situaciones ocurrió en 2017, cuando un suboficial de la Armada tuvo un accidente en la base Orcadas, que le provocó fracturas de fémur en ambas piernas. Cinco días después, en condiciones climáticas extremas, un avión Twin Otter del Comando Antártico partió de la base Marambio y logró posarse en un glaciar de las islas Orcadas. Desde allí, se lo trasladó a Ushuaia, donde fue finalmente operado. “Con el CDM, el médico fue monitoreando los parámetros del paciente y transmitiéndolos al Hospital Naval de Buenos Aires, que brindó el soporte a los profesionales que estaban involucrados en el operativo”, recuerda Fernando González.
El segundo episodio tuvo como protagonista a un cabo, que debió ser evacuado por un caso grave de peritonitis. La médica que lo atendió definió el dispositivo como una “mini terapia intensiva portátil”. A pesar de las inclemencias climáticas, el barco pudo llegar a la base Carlini y trasladar al paciente a la base chilena Frei, donde casualmente se encontraba un avión Hércules brasileño. El operativo se completó con el traslado del paciente a la ciudad de Punta Arenas, donde finalmente pudo ser operado ese mismo día a la noche. “Durante todo ese proceso, la médica lo fue monitoreándolo con nuestro equipo y tomando las decisiones para estabilizarlo”, recuerda el gerente de Responsabilidad Social y Sustentabilidad de EXO.
En condiciones climáticas extremas y en medio de las dificultades geográficas del entorno, se requiere actuar con celeridad y utilizar los medios disponibles. En esas condiciones extremas, el Centro de Diagnóstico Móvil ha demostrado ser un fiel aliado de los profesionales de la salud que se desempeñan en nuestras bases antárticas.
SENCILLO, PRÁCTICO Y FÁCIL DE UTILIZAR
Fernando González, gerente de Responsabilidad Social y Sustentabilidad de EXO, explica que el CDM es “un equipo compacto, portátil y fácil de utilizar”. Aclara que no está pensado para que quien lo utilice sea un profesional de la salud. Los parámetros medidos pueden ser enviados directamente a un especialista, quien a su vez puede guiar al operador de manera remota. “Esa es la excelencia del equipo”, asegura Soledad Rivero, quien sostiene que “el plus es que puede ser transportado por el personal antártico al salir a patrullar”.
El Centro de Diagnóstico Móvil es una computadora que graba toda la información del paciente. Posee una batería recargable, con una autonomía de entre dos y tres horas. “Aunque su operador no tenga comunicación con la base, toda esa información queda guardada, los estudios se suben a la nube y el médico los puede ver en forma sincrónica”, señala González. Como medida de seguridad, todos esos datos permanecen encriptados para resguardar la confidencialidad y la privacidad del paciente.
El dispositivo permite establecer interconsultas por videoconferencia con médicos que no se encuentran en el lugar, quienes pueden acceder a las cuatro señales que se transmiten en el mismo instante: el electrocardiograma, la presión arterial, la oximetría y la temperatura del paciente. “Más allá de salvar la vida del paciente, que es siempre lo más valioso, también permite optimizar la administración de los recursos humanos en un contexto en el que estos no abundan”, advierte González, encargado de capacitar a quienes viajan cada año a la Antártida para familiarizarlos con el uso del equipo.
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