Las luces se apagan e ingresan al escenario las actrices Alicia Strupeni y Miriam Simcovich: ellas son las encargadas de ponerse en la piel de distintas mujeres cuya vida se vio atravesada por la guerra en 1982. También son quienes eligieron los siete relatos que componen esta obra que decidieron llamar “Mujeres al frente. Historias de Malvinas”.
“Ellas sintieron la necesidad de llevar este tema a la escena. Comenzaron a hacer una investigación a través de notas periodísticas, libros… Incluso se entrevistaron con algunas de las protagonistas. Juntaron el material. Conocían mi trabajo y me convocaron”, cuenta Gabriela Aguad, la directora de la obra que se lleva adelante en el Teatro del Pasillo, en el barrio porteño de Almagro, quien agrega: “Era un deber poder visibilizar a estas mujeres que tuvieron un papel tan importante”.
SIETE MUJERES Y UNA GUERRA
Durante la obra, las historias de siete mujeres se ponen sobre el escenario. La vocación, el amor por un compatriota, las heridas de la guerra y la dedicación a sus trabajos y a su país marcan cada una de las escenas. La piel se eriza, el alma se aflige y las lágrimas se hacen incontenibles con cada una de las interpretaciones que logran transportar al espectador a vivencias y sentimientos marcados por el conflicto bélico.
“Ellas me convocaron para esto y vi la necesidad de armar una dramaturgia para poder fusionar la narración oral que las chicas traían con ellas. Fue interesante juntar estos dos lenguajes, muy comunes entre sí, y también hacer un trabajo entre lo real y lo ficcional”, comenta Gabriela.
Además, explica que las actrices ya habían realizado una preselección de varias de las historias: “Sentí la necesidad de incluir alguna otra que pudiera ayudar a amalgamar todas las historias. Ahí surgió, por ejemplo, la de Daniel y Gabriela”. Esta última describe la forma en la que una carta escrita por una niña les cambió la vida a un soldado y a toda una comunidad. “Alicia (Strupeni) logró ubicar a Daniel, y él pudo venir al estreno. Cuando terminó la función, estaba emocionadísimo. Subió al escenario con una bandera. Fue muy emotivo. Ese día también estaba Silvia Barrera (la instrumentadora quirúrgica cuya historia forma parte de la obra), así que se conocieron”, cuenta Gabriela.
Además de exponer los hechos, la obra pone el foco en la importancia de algunas de estas mujeres en la guerra y en los desafíos y dilemas que tuvieron que enfrentar en ambientes masculinizados. Según la directora, las escenas abordan un tema trágico, pero todas tienen una cuota esperanzadora. “El espectador se va a encontrar con episodios reales contados a través del arte, una manera diferente de abordar la historia. También se va a encontrar con una forma de narrar. Creo que se va a identificar con esas historias y va a empatizar con ellas. Es lo que buscamos”, confiesa.
“FICCIONALIZAR SUS EXPERIENCIAS ES UNA GRAN RESPONSABILIDAD”
“Nuestra obra se iba a estrenar en marzo de 2020. Durante más de un año, la sostuvimos con reuniones por Zoom y con ensayos presenciales cuando se podía, así que poder estrenarla este año y seguir haciéndola con público fue una alegría total”, confiesa Miriam Simcovich, la actriz que interpreta a varias de las mujeres. De hecho, algunas de ellas pudieron concurrir al teatro: “Fue un orgullo, una emoción enorme y una gran responsabilidad hacer la obra frente a las protagonistas reales. Vinieron a ver la obra Liliana Colino (la única mujer argentina que pisó las islas en el conflicto), Silvia Barrera, varios veteranos de guerra, el director del Museo de Malvinas. Contar sus historias con ellos sentados delante fue muy fuerte”.
Por su parte, Alicia Strupeni se refiere al proceso que llevaron las distintas escenas: “Concebir, investigar, escribir y estrenar esta obra fue un trabajo arduo. Demandó varios meses y, cuando estaba lista para su estreno en marzo de 2020, comenzó la pandemia. Para nosotros, poder hacerla de manera presencial es maravilloso. La hacemos con aforo reducido y cumpliendo todos los pasos del protocolo establecido. Esperamos y deseamos seguir con el acompañamiento del público y de las críticas para continuar las funciones por mucho tiempo”.
“Representar a esas mujeres y ficcionalizar sus experiencias es una gran responsabilidad que nos llena de orgullo. Contar estas historias olvidadas frente a los protagonistas es una experiencia muy conmovedora”, finaliza Alicia. Las funciones tienen lugar los días sábados, a las 19.30.
* Esta nota fue producida y escrita por una miembro del equipo de redacción de DEF
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