DEF visitó las instalaciones de Tandanor, un astillero dependiente del Ministerio de Defensa cuya composición accionaria incluye al Estado, propietario del 90 por ciento, y a sus trabajadores, dueños del 10 por ciento restante. Este lugar integra, junto al astillero Almirante Storni, el Complejo Industrial Naval Argentino. En sus talleres se realiza la reparación y la construcción de distintos tipos de embarcaciones, muchas de ellas destinadas a la Armada Argentina.
Con el desafío de reactivar y repotenciar las capacidades del Complejo, el ingeniero Miguel Ángel Tudino preside el directorio de Tandanor, y tuvo tiempo para referirse al valor estratégico de los trabajos que realizan no solo para la industria sino también para el país.
-¿Qué lugar ocupa Tandanor en la industria?
-Es uno de los astilleros más importantes de Sudamérica, junto con el de Río Santiago. Son los dos astilleros estatales de Argentina y son los tractores de la industria naval y metalmecánica. Tenemos una infraestructura única para desarrollar esas actividades y nos hemos encontrado, desde el comienzo de esta gestión, con que no habían sido tenidas en cuenta en los cuatro años anteriores. Hemos tenido que recuperar la acción y los trabajos, sobre todo en el Storni que estaba prácticamente paralizado.
Hemos retomado todos los proyectos que estaban inconclusos, como el busque hidrográfico tipo Swath proyectado aquí y hemos tenido la suerte de encontrarnos con la gente de Trenes Argentinos, quienes nos confiaron la construcción de puentes para la traza del Ferrocarril Sarmiento. Además, estamos desarrollando una fuerte tarea en el área de reparaciones de buques.
-¿Qué lugar tuvo el FONDEF en esta reactivación?
-A través de esa ley, la Armada pudo retomar su capacidad de mantener y de transformar sus embarcaciones. Además, ya terminamos el primer buque reparado a través del FONDEF, que es la corbeta Meko 140 ARA Robinson. También tenemos al buque Bahía Agradable que ingresó aquí para ser reparado. Tenemos un programa de trabajo con la Armada Argentina.
Esto le da un horizonte a las Fuerzas, porque estamos pensando en programas que nunca antes se pudieron imaginar porque nadie sabía con qué presupuesto iba a contar. En cambio, hoy, la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea tienen la posibilidad de programar sus trabajos.
CIRCUITO VIRTUOSO
-Es un beneficio para el país porque le permite ahorrar divisas, ¿da trabajo a las Pymes?
-Desde lo económico, se ha estudiado que cada peso invertido en Argentina -y en la industria naval- se multiplica por 1,8. Tanto la Cámara como la Federación de la industria naval trabajan intensamente con nosotros. Tenemos 460 trabajadores de empleo directo, pero más de 500 por empleo indirecto.
-Por ejemplo, lo que sucedió con el ARA “Robinson”…
-Esa actividad ocupó 22 mil horas hombre y 100 días de trabajo. Eso es importante. En esas horas están las de nuestra gente, pero también las de las Pymes que se sumaron. Fue un gran trabajo, se puso en valor los elementos del buque, que hacía muchísimos años que no se atendían. Eso también genera la posibilidad de estar patrullando el Mar Argentino. Además trabajamos con la Prefectura Naval: es todo un complejo industrial que permite multiplicar las capacidades de las Fuerzas de la Nación, y eso repercute en cuestiones que tienen que ver con la soberanía. Por ejemplo, el buque Bahía Agradable, que estamos reparando en estos días, es un buque que acompaña al Irizar en la campaña antártica.
También vamos a trabajar sobre la corbeta Parker, hecha en Argentina por el Astillero Río Santiago allá por los ochenta. Es como si hubiéramos perdido la memoria. Hoy nos cuesta pensarnos construyendo algo que hace cuarenta años sabíamos hacer.
-¿Esa labor se hace conjuntamente con el Astillero Río Santiago?
-Tuvimos una reunión con Pedro Wasiejko, presidente del Astillero Río Santiago, y hemos acordado hacer una propuesta conjunta para construir los cuatro buques que necesita la Prefectura Naval Argentina. En estos días nos juntaremos con la gente de industria, del Ministerio de Seguridad… Y, si están de acuerdo, trataremos de avanzar en esa dirección.
¿LA POSIBILIDAD DE DESARROLLAR BUQUE POLAR?
-Hoy se habla mucho de nuestra soberanía marítima y de pesca ilegal. En ese contexto, ¿es importante contar con un astillero como este?
-Nuestros kilómetros de litoral marítimo deben ser custodiados y patrullados y, hasta la milla 200, deben tener una presencia permanente. Para eso se necesitan buques. También estamos buscando devolverle las capacidades a la Base Naval Puerto Belgrano. Hemos hecho la propuesta de construir la nueva compuerta externa del Dique 2. Eso lo hemos empezado a construir con el personal de Río Santiago, que tenía la experiencia y la ingeniería. Empezamos a trabajar sobre la base de recuperar la capacidad porque aquellos buques que en nuestro Astillero no pueden entrar, por su peso o eslora, lo pueden hacer en Puerto Belgrano. Con eso creo que cerramos un circuito y un esquema de capacidades en astillero que pueden atender toda la demanda, incluso de la Fuerza, porque hay buques de la Armada Argentina que no pueden ingresar a Tandanor. Por ejemplo, el Irizar, tras haber sido terminado, tiene un peso y una distribución de carga que el syncrolift no puede montar, lo podemos atender en Dársena Norte o Puerto Belgrano.
El Irizar es el emblema de Tandanor. No nos quedamos con eso y vamos por el buque polar. Estamos terminando el acuerdo con el astillero Aker, de Finlandia. Es un programa de trabajo. Estamos a punto de firmar el convenio definitivo.
-¿En qué beneficia al país un astillero de estas características?
-La construcción de un buque o el desguace de uno, antes de que se hunda y contamine el río, son actividades que involucran una cantidad de rubros de la industria, y de la pequeña y mediana empresa, que son enormes y generan trabajo y demanda de mano de obra. Por eso consideramos que la industria naval es madre de todas las industrias.
Y, por otro lado, se puede volver a pensar en una flota argentina, en una marina mercante que vuelva a tener presencia. Eso es soberanía: la posibilidad de tener esos buques de bandera argentina.
DRAGADO: “SE VA A NECESITAR UN ASTILLERO COMO TANDANOR PARA MANTENER ESAS EMBARCACIONES”
-Silvia Martínez, presidenta de la Cámara de la Industria Naval Argentina, se refirió a un proyecto, junto con Tandanor y Río Santiago, de dragado de hidrovía con propulsión a GNL. ¿Cuál es la idea?
-Silvia planteó dragas con propulsión a GNL o hidrógeno, e imaginó un pasó superior a la cuestión de las tecnologías. Nos parece muy interesante, porque primero la cuestión del dragado va a pasar ahora por una nueva etapa que tenemos que transitar, pero luego va a tener una importancia trascendente la cuestión ambiental en el tema del mantenimiento de los dragados. Dentro de la cuestión ambiental, el uso del GNL, o de otro combustible que produzca menor contaminación, va a ser muy importante. Nosotros estamos dispuestos a trabajar en conjunto, ver cómo se desarrolla la nueva etapa del mantenimiento del dragado del Río Paraná y estar nosotros presentes, porque se va a necesitar un astillero como este para mantener las embarcaciones. De hecho, hoy, buena parte de los buques que trabajan en ese tema vienen acá. Las dragas hoy son reparadas prácticamente en un 100% en Tandanor.
-¿Los trabajadores se identifican con este lugar?
-Sí, basta con recordar la historia. Tandanor tiene más de 140 años. En el noventa, la empresa fue privatizada y empezó a tener muchísimos problemas. En 1999, llegó a la quiebra y los trabajadores se hicieron cargo de todo. Armaron una organización solidaria que les permitió mantener el astillero y resistir. En el año 2007, el presidente Néstor Kirchner lo volvió a estatizar, después la entonces ministra Nilda Garré conformó, junto con el Storni, el Complejo Industrial Naval Argentino.
-El presidente de la filial argentina de Toyota afirmó que es difícil encontrar operarios, ¿qué sucede aquí?
-Acá hay una tradición: haber ingresado a través de su escuela. Escuché la notica y el debate. Nosotros estamos rearmando la escuela, no lo pudimos hacer antes por el COVID-19. Lo correcto sería que nosotros construyamos el recurso humano a través de esta dinámica de ingreso. Hay que capacitar y creo que esto es lo que nosotros debemos hacer: la esencia y la materia prima están, y son muy buenas.
-En este tiempo de gestión, ¿cuál es el balance?
-Es un desafío increíble. He encontrado un gran equipo de trabajo. También es cierto que me encontré con un recurso humano, a través de los trabajadores, con un sentido de pertenencia que hizo fácil empezar a producir. Hemos visto los cambios, por ejemplo en el modo en el que mejoró la facturación del astillero. Hemos cerrado el primer año con un balance positivo. Es una empresa de participación estatal mayoritaria que da muestras de que se puede competir en el mercado. Lo vivimos como un desafío y lo hemos tomado con responsabilidad.
Nos sentimos orgullosos. Estamos comenzando 10 remolcadores para la Armada Argentina. También es un orgullo porque es un desarrollo íntegramente de Tandanor, ingeniería y proyecto de construcción. No cabe duda de que el buque polar es un desafío máximo. Sí tiene que suceder que estos procesos no se interrumpan. Eso hace que se mantengan los equipos técnicos y que los trabajadores se sigan capacitando. Con esa visión se logran terminar los proyectos. Es lo que pretendemos y soñamos: dejar crecer el astillero y dejarlo ser el motor de la industria naval.
*Esta nota fue producida y escrita por una miembro del equipo de redacción de DEF
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