Los daños colaterales del COVID-19: cuando el temor es fuerte y tarda tiempo en desaparecer

Una encuesta realizada en centros privados de salud de Argentina evaluó los daños colaterales en la atención de las enfermedades no infecciosas provocados por la pandemia de COVID-19. Sobre las consecuencias a mediano y largo plazo, conversamos con el doctor Matías Fosco, director del Hospital Universitario de la Fundación Favaloro

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"La alta disminución en los porcentajes de consultas e intervenciones pueden tener un impacto importante en la evolución de enfermedades crónicas que deben ser tratadas”, explica el doctor Matías Fosco, director del Hospital Universitario de la Fundación Favaloro. Foto: Fernando Calzada.
"La alta disminución en los porcentajes de consultas e intervenciones pueden tener un impacto importante en la evolución de enfermedades crónicas que deben ser tratadas”, explica el doctor Matías Fosco, director del Hospital Universitario de la Fundación Favaloro. Foto: Fernando Calzada.

La comparación entre los indicadores de abril 2019 y los de abril 2020 puso al descubierto una enorme alteración en la normal atención a las afecciones de salud por fuera del COVID: las consultas a emergencias disminuyeron en un 75%; las hospitalizaciones, un 48%; los ingresos por angina de pecho y síndrome coronario agudo, un 62%; y los debidos a accidentes cerebrovascular e isquémico transitorio, un 46%. Estos son algunos de los datos de la encuesta retrospectiva a 31 centros asistenciales realizada por la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la República Argentina y la Cámara de Entidades de Diagnóstico y Tratamiento Ambulatorio (ADECRA+CEDIM). “El objetivo de este trabajo fue describir las consecuencias de la pandemia sobre la atención de enfermedades no transmisibles. La alta disminución en los porcentajes de consultas e intervenciones pueden tener un impacto importante en la evolución de enfermedades crónicas que deben ser tratadas”, explica el doctor Matías Fosco, director del Hospital Universitario de la Fundación Favaloro. Por esta razón, remarca, “es fundamental el esfuerzo de toda la sociedad para evitar los llamados daños colaterales del COVID-19”.

EL ALEJAMIENTO DE LOS PACIENTES DE LOS HOSPITALES

-¿Cuándo empezó la baja en la concurrencia de las personas a los hospitales?

-Desde el comienzo del aislamiento, hubo una disminución muy significativa, tanto en las consultas y hospitalizaciones como en los procedimientos habitualmente necesarios para un buen pronóstico del paciente, como por ejemplo angioplastia o cirugía cardiovascular (con una baja del 55%), cirugías en general (más de un 70%), inclusive la quimioterapia (16%) y los procedimientos endoscópicos (un 80%).

Desde el comienzo del aislamiento, hubo una disminución muy significativa tanto en consultas como en los procedimientos habitualmente necesarios para un buen pronóstico del paciente. Foto: Fernando Calzada.
Desde el comienzo del aislamiento, hubo una disminución muy significativa tanto en consultas como en los procedimientos habitualmente necesarios para un buen pronóstico del paciente. Foto: Fernando Calzada.

-¿Cuáles consideran que fueron las causas de este alejamiento?

-Las razones pueden ser múltiples y no las sabemos con certeza: pueden ser el temor al contagio de COVID, la posibilidad de poder controlarse las enfermedades crónicas, los mensajes confusos –”Andá al hospital solo ante una urgencia”–, entre otras posibilidades. Pero la realidad es que, aunque la mayoría de los hospitales establecieron circuitos específicos para evitar contagios, de modo que quienes ingresaban con protocolo COVID o síntoma de sospecha estuvieran en sectores independientes, la gente dejó de concurrir. Es paradojal porque el descuido de las enfermedades no infecciosas incrementa el riesgo inherente al COVID, a lo que hay que sumarle el aumento del sedentarismo, de la ingesta alcohólica, el sobrepeso, los aspectos vinculados a salud mental y el aislamiento, entre otras consecuencias negativas.

-Podemos afirmar entonces que este fenómeno se dio desde el inicio de la pandemia.

-Sí, el día 20 de marzo 2020 comenzó el aislamiento social preventivo y obligatorio, y las primeras medidas de restricción. De un día para el otro, los hospitales quedaron vacíos. Es muy interesante ver que, a 16 meses del primer caso en Argentina y si comparamos datos de abril 2021 con abril 2019, persiste aún la caída de las consultas de emergencias de un 23%; las intervenciones cardiovasculares, entre el 15 y 20%; las internaciones por síndrome coronario agudo, un 10% abajo; quimioterapia, 4% por debajo, etc. En síntesis, según el tipo de patología e intervención, se documentó una caída de entre un 5 y un 20% en 2021 frente a 2019. En cuanto a la ocupación hospitalaria en piso o terapia, en abril 2020 se registró un 30% menos que en el mismo mes de 2019, mientras que en 2021, las hospitalizaciones en piso están por encima en un 3% o 4% y, en terapia, un 13%.

"Aunque la mayoría de los hospitales establecieron circuitos específicos para evitar contagios, la gente dejó de concurrir", dice el doctor Fusco. Foto: Fernando Calzada.
"Aunque la mayoría de los hospitales establecieron circuitos específicos para evitar contagios, la gente dejó de concurrir", dice el doctor Fusco. Foto: Fernando Calzada.

EL COVID-19 Y UN IMPACTO TODAVÍA DESCONOCIDO

-¿Qué expectativas tenían con esta encuesta?

-Queríamos alertar sobre el riesgo de abandonar el cuidado de las enfermedades no vinculadas al COVID-19. Hay países donde ya se demostró el incremento en la mortalidad por falta de cuidado en patologías crónicas como la enfermedad cardiovascular. Nosotros contaremos con datos de estadísticas vitales a fines de 2021, por lo tanto recién entonces podremos comenzar a analizar las causas de muerte en Argentina y las consecuencias las veremos más adelante, porque el impacto de la falta de atención de enfermedades crónicas se ve en el tiempo.

-¿Hasta ahora no contamos con ningún dato relevante en nuestro país?

-Sí, tenemos datos de otros estudios. Por ejemplo, documentamos una mayor frecuencia de pacientes con hipertensión arterial severa si comparamos antes y después del aislamiento; personas con infartos que consultaron de manera tardía; situaciones de evolución de enfermedades que hacía tiempo no se veían.

-En la actualidad, ¿la gente comenzó a regularizar los controles?

-Aunque todavía están lejos de los de 2019, los niveles mejoraron. Si bien los hospitales ahora sí están llenos de pacientes COVID, el aumento gradual de la vacunación hace que las personas, en especial las de riesgo, se sientan más tranquilas.

-¿Hay áreas en las cuales la falta de atención impacte más?

-Sí. El abandono del tratamiento en un paciente oncológico puede generar mayor progresión de la enfermedad y la falta de controles en la patología cardíaca crónica posibilita una descompensación que puede implicar hasta un evento fatal. Uno de los hitos en la salud pública internacional es la reducción de la mortalidad cardiovascular en los últimos 40 años, a expensas de procedimientos y la mejora en los cuidados no farmacológicos. Sin dudas, veremos un amesetamiento de este avance. Por ejemplo, un estudio realizado en Nueva York documentó el incremento de los paros cardíacos dentro del domicilio. En nuestro país, hasta hace unos meses, asistíamos a personas que concurrían con un infarto avanzado por temor a venir ante el primer síntoma.

"Si comparamos datos de abril del 2021 con abril del 2019, persiste aún la caída de consultas de emergencias en un 23 por ciento", comenta el profesional. Foto: Fernando Calzada.
"Si comparamos datos de abril del 2021 con abril del 2019, persiste aún la caída de consultas de emergencias en un 23 por ciento", comenta el profesional. Foto: Fernando Calzada.

-¿Qué factores considera que siguen operando en este momento?

-Creo que hay un grupo de personas en los que el temor caló muy fuerte y es probable que demore en irse, pero insisto en que el hospital es un lugar seguro.

-¿Hubo errores comunicacionales?

-Mirando hacia atrás, creo que debería haberse dado a nivel general un mensaje más contundente, porque en un momento parecía que el sistema se debía preparar solo para el COVID. Pero también hay que tener en cuenta que todos fuimos aprendiendo de la enfermedad. Nosotros como asociación hicimos lo que estuvo a nuestro alcance para alertar sobre la importancia de atender todas las condiciones médicas.

OBETIVO: SOSTENER LA ATENCIÓN

-A esta altura de la pandemia y con todos estos datos, ¿a qué conclusiones llegaron?

-Aunque pareciera que uno habla con el diario del lunes, la realidad es que advertimos esta situación desde el comienzo, no solo porque lo veíamos en la vida diaria, sino porque ya se había empezado a describir en otros países. Esa fue la razón por la cual nosotros en ese momento difundimos este documento. En síntesis, creo que debemos seguir con todos los cuidados que requiere el COVID, como restricción de circulación, uso de barbijo, hospitales especialmente preparados, entre otros. Pero, por otra parte, continuar cuidando el resto de las condiciones médicas. Y así sostener la atención.

"Debemos continuar con todos los cuidados que requiere el COVID , como restringir la circulación, el bueno uso del barbijo, y hospitales especialmente preparados. Pero, por otra parte, continuar cuidando el resto de las condiciones médicas y así sostener la atención", sostiene Fusco. Foto: Fernando Calzada.
"Debemos continuar con todos los cuidados que requiere el COVID , como restringir la circulación, el bueno uso del barbijo, y hospitales especialmente preparados. Pero, por otra parte, continuar cuidando el resto de las condiciones médicas y así sostener la atención", sostiene Fusco. Foto: Fernando Calzada.

-¿Podría destacar algo positivo que haya dejado este flagelo?

-Creo que hubo una adecuación de recursos en términos de respiradores, camas, insumos, entrenamiento del personal, espacio, físico. Pero no hablaría de un cambio en el sistema de salud, porque es algo mucho más amplio e integral y exige una discusión que permita superar la fragmentación que lo caracteriza, de modo que cada peso invertido llegue en su mayor proporción al sujeto primario: el paciente y la persona.

-¿Qué se espera para cuando comencemos a superar esta pandemia?

-Creo que va a haber una gran demanda de parte de quien dejó de consultar o de aquel al que se le declara una enfermedad que podría haber sido diagnosticada oportunamente o quien retoma el tratamiento de una patología crónica. Lo importante es que la gente entienda lo necesario, más allá del COVID, de controlar las enfermedades, estar en contacto con el médico, hacer pesquisa de cáncer de colón o ginecológico, entre otros múltiples estudios. Y también lo fundamental de hacerlo en los tiempos que correspondan, sabiendo que los hospitales estamos preparados y tenemos el entrenamiento necesario para proteger a nuestro propio personal y al paciente.

*Esta nota fue producida y escrita por una miembro del equipo de redacción de DEF

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