El Comando Conjunto Marítimo (CCM) tiene un objetivo: vigilar y controlar el mar Argentino. Creado el pasado 23 de febrero por el Ministerio de Defensa, bajo la Resolución 2021-244-APN-MD, el nuevo organismo que dependerá Estado Mayor Conjunto (EMCO) ya es una realidad. Para conocer más detalles sobre su funcionamiento, DEF conversó con el director general de Organización y Doctrina de la Armada, el contraalmirante Julio Enrique Sanguinetti.
La misión del CCM es conducir todas las operaciones de vigilancia y control de los espacios marítimos y fluviales de jurisdicción nacional, como el mar territorial, la zona contigua, la zona económica exclusiva y algunas extensiones de la plataforma, la famosa Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental, conocida como COPLA.
Un detalle: para comprender su creación, se debe considerar la Ley 23554, norma que define que la Defensa nacional incluye los espacios continentales, las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, además de espacios insulares, marítimos y aéreos de la Argentina, así como también el sector antártico argentino. Sanguinetti menciona que otro aspecto importante es que, a diferencia de otras áreas del EMCO, el comando no será rotativo, sino que siempre habrá por un oficial superior de la Armada al mando: “Los espacios marítimos nacionales y el Atlántico Sur constituyen un área de valor estratégico”.
TRANSICIÓN DE MISIONES
Hoy, las tareas y funciones del Comando Conjunto Marítimo son llevadas adelante por la Armada. ¿Por qué? Según el contraalmirante, la creación de este organismo “viene a cerrar la Ley de Defensa como corresponde”, y agrega: “Cuando salió la ley, detallaba que las Fuerzas no operan, sino que alistan, adiestran y sostienen. El que opera es el Estado Mayor Conjunto. En este caso, el EMCO sacó la Directiva 08, que, de alguna manera, delega la conducción de las operaciones en el Mar al Comando de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada (COAA). La creación del Comando Conjunto Marítimo viene a darle un cierre organizado a eso. Y, como las operaciones en el mar son muy específicas, se requería de este tipo de comando”.
El COAA, explica el contraalmirante, se hará cargo de estas misiones hasta diciembre de este año, momento en el que comenzará a funcionar el Comando Conjunto Marítimo: “Se fijó todo el año 2021 para hacer una transición ordenada. El 31 de diciembre le pasan las funciones y el COAA estará para adiestrar, alistar y sostener”.
En cuanto a las operaciones, el CCM operará con los medios que le den las Fuerzas Armadas, y una vez que finaliza la operación, los medios volverán a cada una de ellas. Sin embargo, Sanguinetti explica que, si bien el Comando de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada ya no manejará las operaciones marítimas, continuará con las operaciones de búsqueda y rescate en el mar (SAR), ya que la autoridad militar a cargo de esta organización es, a su vez, autoridad nacional SAR.
CAMBIOS EN EL MAR
En estos momentos, el comando se está conformando. Entre otras cosas, se está remodelando la central desde donde se operará. De todos modos, vale la pena mencionar que, cuando un buque pasa de las 200 millas hacia el mar Argentino, se puede observar en la central actual. “En el agua, hay un sistema que se llama AIS (sistema de identificación automática). Los buques llevan su AIS encendido, es colaborativo. En la central, se puede observar la posición de cada uno de ellos. El sistema también puede detectar si alguien quiere ingresar ilegalmente”, añade Sanguinetti.
¿Esa información sirve? “Sí, porque genera el foco. Se trata de los famosos buques de interés (VOI: Vessels of interest), que son, por ejemplo, los que apagan y prenden el AIS. Se cruzan un montón de datos. Normalmente, se sabe quién es el armador, de qué bandera, si ya fue multado por otro país, si tuvo un problema por algún otro tipo de contravención o si alguna vez fue capturado por nosotros y pagó. Esas cosas se van sumando y hacen que el buque sea de mayor interés, o no. Sobre ese foco, es importante trabajar”, sostiene el oficial.
“Además, la Armada también está recibiendo los patrulleros OPV, muy específicos para este tipo de actividades. Es importante porque la primera de las capacidades que hay que tener es la de vigilancia”, indica y añade: “Si todos estos procesos no tienen el aval de Defensa, no caminarían. No solo el aval para avanzar, sino también los recursos”.
MÁS ALLÁ DE LA MILLA 200
Mientras transcurre la charla con el oficial de la Armada, se observan, en tiempo real, los movimientos de diferentes embarcaciones en el mar Argentino. Al norte de Malvinas, se ven más de 100, todas autorizadas por el gobierno de las islas. Además, hay otro grupo importante frente a Comodoro Rivadavia. “De las 200 millas hacia dentro, en su mayoría, son de bandera argentina. Están autorizados porque han pagado una patente de pesca. De las 200 millas hacia fuera, hay buques, en general, de origen chino. Ellos están pescando legalmente. La Ley del mar (CONVEMAR) les permite hacerlo”, explica el contraalmirante.
En este sentido, recuerda que, en el último tiempo, circularon diferentes videos sobre la pesca más allá de las 200 millas. Sanguinetti es claro: “De las 200 millas en adelante es altamar. Allí están las famosas seis libertades –una de ellas es la navegación–, consagradas en la Ley del mar”. En síntesis, si 100 buques pesqueros argentinos estuvieran ahí, estarían pescando legalmente. De hecho, ninguna autoridad nacional podría capturar estos barcos pues, cuando lo hacen (si están pescando ilegalmente), todo debe quedar registrado en planillas y registros georreferenciados. “Debe tener la hora y la posición satelital”, resume Sanguinetti y agrega que en la Ley del mar hay espacios fijos, pero que, con la COPLA, a la Argentina se le sumaron nuevos: “Nosotros hemos incorporado un amplio espacio”.
“La COPLA es algo de lo que los argentinos podemos estar orgullosos. En ella, trabajó mucho la Armada, con sus buques. Porque, cuando nació la COPLA, debíamos hacer relevamiento científico para probar que la plataforma estaba extendida. Cuando se entregó el relevamiento, la Comisión Internacional analizó y definió todos los límites. En todos los datos de Malvinas, islas Orcadas, Sándwich y Georgias, se reconoce que es un espacio en litigio. Entonces, se queda con los datos relevados para analizarlos cuando eso esté resuelto”, detalla.
PESCA Y DEFENSA
Sanguinetti explica que la defensa marítima de un país va mucho más allá de la pesca. En cuanto al monitoreo en vivo que se puede observar, afirma: “Acá estamos haciendo hincapié en los pesqueros. Pero, la realidad es que, en ese mismo lugar, hay buques haciendo investigación científica, haciendo prospección por el tema petróleo y otros con investigadores que analizan determinadas cuestiones relacionadas con la fauna o la flora del fondo marino. En noviembre, empezó el tema del tema del calamar. Ahora, en el medio, y durante todo el año –incluso mientras la pesca del calamar se lleva adelante–, todo lo otro también coexistió”.
Pero, ¿qué sucede si se detecta alguna actividad ilícita? “La Armada y Prefectura son el brazo ejecutor. Las autoridades de aplicación son otros organismos del Estado”, confirma Sanguinetti. En el caso de la pesca, la actividad depende de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura de la Nación. Hay una Ley Federal de Pesca y un Consejo Federal Pesquero. De hecho, cuando la Armada se embarca, debe llevar a bordo a un inspector de este organismo. “La Armada y la Prefectura hacen la captura. Quien labra es la Prefectura, como autoridad policial. Ese legajo va a un juez. Normalmente, se le aplica una multa”, describe y, añade que también se puede pedir una captura internacional a Interpol.
Cabe mencionar que, el año pasado, se firmó un convenio marco entre los ministerios de Seguridad y de Defensa con el objetivo de celebrar otros específicos. “Por ejemplo, intercambio de información del AIS con la Prefectura. Nuestros sistemas les sirven a ellos y los de ellos, a nosotros”, cuenta Sanguinetti. De hecho, ambas Fuerzas han logrado complementar las actividades. En el presente, se acuerdan las áreas de exploración y patrullaje con varios meses de anticipación. “Estamos relevándonos cada 15 días. Con lo cual, las 24 horas, todos los días, hay un buque de la Prefectura o de la Armada. También hemos realizado vuelos cruzados y se ha acordado el intercambio de experiencias para hacer mejores prácticas. Incluso, se han cruzado dotaciones. Los acuerdos con Prefectura son beneficiosos porque hacen mucho más eficiente esta tarea”, finaliza.
* Esta nota fue producida y escrita por un miembro del equipo de redacción de DEF
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