Murió Carlos Alcalde, el “último maestro tucumano de artistas”

El pintor falleció a los 71 años. Durante su carrera se destacó no solo por sus obras, sino también por su labor como formador de las nuevas generaciones

Murió Carlos Alcalde, el “último maestro tucumano de artistas”

Algunos artistas logran que se los recuerden por sus obras, otros además viven en el espíritu de los colegas que ayudó, dio consejo y formó a lo largo de los años. Es el caso del tucumano Carlos Alcalde, considerado “el último maestro tucumano de artistas”, quien ayer falleció a los 71 años.

“Fue un maestro y fue un amigo que con su suave voz acercaba las preguntas correctas para sabernos dueños de nuestras utopías. En sus obras proliferaron collages de relatos, de vivencias y sueños que nos llevaban a esos mundos atravesados de realidades mágicas que él habitaba desde sus sueños y desde su pincel”, dijo a Infobae Cultura, Cecilia Quinteros Macció, gestora cultural y directora de la galería Maleza, quien lo conocía desde hacía 40 años.

Y agregó: “Carlos Alcalde habitaba este mundo en la búsqueda de otras dimensiones posibles, cargaba en sí el peso de querer comprender y comprenderse. Elaboraba territorios donde el amor y la belleza emanaban entre la luz y las sombras. En espacios donde el conflicto y la tensión vibraban entre rojos, azules, amarillos que se escapaban del marco y muchas veces se adueñaban de los espacios... porque Alcalde siempre buscaba integrarnos a su universo”.

"Mamá ganza y el niño malcriado"

Alcalde (Tucumán, 1953) realizó sus estudios en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), donde obtuvo la Licenciatura en Artes con especialización en Pintura. Durante su formación, estuvo bajo la guía de destacados referentes como Enrique Guiot y Ezequiel Linares, quienes influyeron en su desarrollo artístico. Además, complementó su formación con la carrera de técnico ceramista en la Escuela de Bellas Artes de la misma universidad, lo que amplió su dominio de técnicas y materiales.

Además, de su obra fue sin dudas a través de la docencia, que ejerció por varias décadas hasta el año 2021 en la UNT, donde logró acercar el arte a toda una nueva generación. Allí trabajó junto a reconocidos artistas como Guillermo Rodríguez y Roberto Koch.

En redes sociales, artistas de distintas generaciones se despidieron de su maestro. “Te nos fuiste a recorrer esos hermosos paisajes, tarareando Serrat desde bajito como susurro. Maestro y amigo, el amor es infinito”, escribió la pintora Eugenia Correa. Por su parte, el ilustrador Evan McCohen sostuvo: “Ahora sos parte de TODO. Aunque duele hoy, sé que trascender era tu destino. La artista textil Jessica Morillo recordó su figura “enorme”, mientras que Emmanuel Jimenez posteó: “Hasta siempre querido maestro. Tus obras, tus palabras y todo lo que me enseñaste para amar el arte siempre lo guardaré en mi corazón.”

Junto a la obra "Velatorio. Las lloronas griegas" (2023)

Su labor académica y artística ha sido reconocida en investigaciones como el libro Manual de Arte Contemporáneo de Carlota Beltrame y en Entre maestros y Utopías. Ocho artistas tucumanos, de la Alejandra Wyngaard.

Desde 1978, el artista participó en numerosas exposiciones colectivas en Tucumán, Buenos Aires y otras provincias argentinas, consolidando su presencia en el panorama artístico nacional. Entre sus logros más destacados se encuentra la muestra individual retrospectiva titulada El rojo me sienta bien, que ocupó todas las salas del Museo Provincial de Bellas Artes Timoteo Navarro en Tucumán en 2013.

Además de su faceta como creador, el artista ha desempeñado un papel activo como jurado en importantes convocatorias: participó en el Salón Nacional de Tucumán en la especialidad de Pintura y en el programa PANORAMA, una iniciativa de residencias para artistas del último año de la Facultad de Artes, en el marco de la Semana de Artes Visuales de Tucumán.

Detalle de "Corazón de Baobabs"

En 2024, parte de su obra se expuso en La función de la Utopía en el Museo Marco La Boca, donde compartió espacio, justamente, junto a artistas a los que asistió en su formación, en una muestra que fue entre un homenaje y, a la vez, que revelaba la escena contemporánea de la provincia.

“Él no terminaba de ser muy tradicional, tampoco tan contemporáneo, pero siempre se salía de los bordes. Y un poco eso es lo que ha ido transmitiendo a algunos artistas. Su legado es de toda una obra muy propia, muy íntima, pero al mismo tiempo tiene una temática súper amplia, utilizando mucho el collage, el tema de la imagen, del retrato”, dijo entonces Quinteros Macció sobre su obra.

“Es un artista muy existencialista y cuenta a través de su obra la historia argentina y la del mundo. Una de las obras es sobre la Guerra de Vietnam y otra sobre un amigo desaparecido en Tucumán. Entonces podía contar como toda esa etapa de la psicodelia donde vivían en un mundo también fantástico y por otro, lo atravesaban otras cuestiones, como el accionar de la dictadura, que fue muy tremendo”, sumó.

"Dioses de la Guerra", de los años 80, parte de una serie de obras realizadas sobre Latinoamerica, con textiles, pintura acrílica y cerámicas ensambladas, pensada como instalación con un tótem a modo de monolito intervenido que acompaña sobre el espacio. Fue expuesta en el año 2013 en el Timoteo Navarro

La relevancia de su obra trasciende las fronteras locales, al integrarse en colecciones institucionales y privadas de gran importancia. La reciente adquisición de una de sus piezas más representativas por parte de la Fundación Tres Pinos/Museo Campo Cañuelas es un testimonio de su impacto en el ámbito artístico.

El legado del artista, considerado una figura clave en el arte contemporáneo tucumano, se mantiene vigente a través de sus obras, su influencia en el ámbito académico y su presencia en exposiciones de renombre.