Mucho antes de que Donald Trump utilizara el término “noticias falsas” para quejarse de la cobertura que no le gustaba, Orson Welles dominó el arte de las noticias falsas reales.
La adaptación radiofónica de 1938 que Welles hizo de La guerra de los mundos, de H.G. Wells es el tema central del libro Dead Air: The Night That Orson Welles Terrified America, de William Elliott Hazelgrove. Es una entretenida historia del drama radiofónico, con una buena cantidad de detalles fascinantes sobre su producción y contexto histórico. Pero no logra explorar a fondo los legendarios informes de histeria masiva entre los oyentes que creyeron que estaban escuchando una invasión marciana real.
Con un detalle adecuadamente cinematográfico, Hazelgrove narra el ascenso de Welles y su estilo de trabajo maníaco, incluso detalla un relato hilarante de un altercado entre él y Ernest Hemingway que terminó con los dos brindando con whisky.
El libro destaca lo que hizo a la producción de Orson Welles particularmente poderosa, al emitirse en un momento cuando millones de personas permanecían desempleadas por la “Gran Depresión” y Estados Unidos estaba en tensión por la amenaza de la Alemania nazi. Detalla cómo Welles aprovechó esos temores, incluyendo el uso de un actor que sonaba como Franklin D. Roosevelt para un papel en su transmisión.
“Un sentido de pánico contenido estaba en el aire y la gente casi podía oler el miedo”, escribe. “Orson Welles abriría esa botella y dejaría que el miedo corriera desenfrenado”.
El mayor defecto del libro es la exploración de Hazelgrove sobre cuán desenfrenado estuvo ese miedo. Hazelgrove descarta con demasiada facilidad la reavaluación moderna de que los informes de un pánico generalizado fueron exagerados, y muestra poco escepticismo sobre los relatos periodísticos de entonces que se basaban mayormente en informes anecdóticos.
Hazelgrove también hace un argumento no convincente de que hubo muertes que se pueden atribuir al pánico por la transmisión. Incluso se esfuerza por especular que un accidente automovilístico reportado la noche de la transmisión podría haber estado relacionado sin ninguna evidencia que lo respalde.
No cabe duda de que el drama de Welles tuvo un impacto importante en la cultura pop, y La guerra de los mundos tendrá un legado perdurable. El libro de Hazelgrove pierde la oportunidad de revisar por completo los informes del pánico que causó.
Fuente: AP.
[Fotos: Rowman & Littlefield vía AP; archivo A.M.P.A.S.]