Un resplandor que se pierde en la curva del horizonte da cuerpo a unos árboles que parecen quebrachos. El trueno refulge. Una figura emerge, bestial, se acerca hacia el frente. No es nadie, pero a la vez representa el imaginario de leyendas, de mitos, de seres que, desde que el tiempo es tiempo, acompañan a los pobladores del Gran Chaco.
El “monstruo”, realizado a partir de relatos locales con Inteligencia Artificial, es uno de los que deambulan por la muestra Tesoros del Gran Chaco, que se presenta en el Museo de Arte Popular “José Hernández” (MAP) en Buenos Aires, que reúne a través de textiles, cerámicas, cesterías, instrumentos musicales y el uso de IA un panorama del arte de los pueblos originarios y contemporáneo, así como técnicas tradicionales de esta región del país.
El proyecto, iniciado por la Fundación Chaco Cultural en 2021, que ya se presentó en el Carrousel del Louvre en París en 2022, ingresa tanto en las prácticas ancestrales, a través de sus expresiones objetuales y arte contemporáneo, como en el costado mitológico. Así, a través de herramientas más tradiciones y las NTIC, se propone un viaje que conecta el pasado con el presente.
“La muestra reúne obras seleccionadas de algunos pueblos originarios y tradiciones populares del Chaco argentino para crear una composición que pretende poner en valor piezas con una personalidad propia. Además, se incluye una producción de arte digital en un encuentro multidisciplinar que tiene como característica el diálogo desde saberes y prácticas ancestrales y la contemporaneidad”, dijo el curador Gustavo Insaurralde.
En el centro de la sala, una cerámica de la artesana moqoit Elida Salteño (San Bernardo) se encuentra rodeada de un círculo de tierra junto a unas plantas de chaguar y uno de los personajes surgidos de la IA. En una de las paredes se presenta una composición a partir de distintos formatos de cestería de Magdalena Segovia (Villa Berthet), Ana Leiva (Miraflores) y Graciela González (Resistencia) como un altar que cobija a un Cristo tallado en palo santo por Oscar Leiva (Miraflores), para a continuación aparecer tejidos de chaguar de la reconocida artesana María del Carmen Toribio (Formosa).
En otro sector de la sala se aprecian tejidos de Julia Deolinda Ibáñez, Margarita Vizgarra y Liliana Soraire (El Impenetrable) todas artesanas que trabajan en bastidor con lana de oveja y teñido de pigmentos naturales pertenecientes al Programa “Emprendedores por Naturaleza” de la Fundación Rewilding Argentina. Junto a estos trabajos, la fotografía titulada “Tejedora” del prestigioso Pedro Luis Raota.
Además, en cerámica, se destacan obras de Yael y Maira Martínez (San Bernardo), Hilda y Jessica Chara (Resistencia), la cerámica negra característica de Sara Ortega (Colonia Aborigen) y del joven Juan Pablo Arias. En un rincón intimista, se exhibe un n´viké de la luthier Griselda Morales, integrante del Coro Qom Chelaalapí, un singular instrumento construido en lata, madera y cuerdas de crin de caballo cuyos sonidos se pueden oír a través de auriculares.
Arias, para de un ejemplo de qué tipo de piezas se pueden observar, se presenta con piezas de las series Las patronas, una mujer que sostiene una mazorca y una cotorra; El Semillero, surgida a partir de la acción de una cooperativa, en su mayoría de la comunidad Qom, que este año no consumieron su cosecha de maíz para armar un semillero para el año siguiente; Los ofrendantes, inspirada en la cultura de los suplicantes de los Alamitos, unas esculturas muy pequeñas en piedra, que si bien ninguna tiene brazos, todas miran hacia arriba esperando que la pesca o la cosecha sea buena y una de la serie Yaguareté, sobre el animal nacional que estuvo en vías de extinción y fue recuperado gracias al trabajo de las ONG’s.
“Todas están hechas en cerámica con técnicas tradicionales o ancestrales, que tienen que ver con el modelado, el bruñido, el ahumado y la utilización del engobe en caso de que lleve color; construidas por planchas, con una buena cantidad de arcilla local y otra industrial”, comentó a Infobae Cultura.
También se pueden observar piezas del reconocido soguero Marcelo Quintana (Corrientes); los artesanos Marcelo Mazzarelli (Santiago del Estero), Claudia Yunis (Miraflores), Jachuka Duarte (Corrientes), Martina Sinus (Nueva Pompeya), Adelia Castillo (El Espinillo), las tejedoras Lidia Novillo (Formosa), Elda Rojiz (Nueva Pompeya), Mabel y Ofelia Rodríguez (San Bernardo), y la artista plástica Silvia Martínez (San Bernardo).
En distintos puntos de la expo, el colectivo Newtro Arts combina tecnología avanzada con la rica herencia cultural de los pueblos qom y wichí, en las que se destacan producciones que incluyen una proyección inmersiva de un entorno virtual en formato de videojuego, accesible mediante un código QR, y animaciones generadas por inteligencia artificial que se reproducen en bucle en pantallas de televisión. Además, se exhiben impresiones 3D y un lienzo de gran formato que retrata un paisaje surrealista.
“Durante la Bienal Internacional de la Escultura en Resistencia entrevistamos a muchos de los artesanos que participaron para entender más el contexto, las condiciones en las que crean obra y realizamos un relevamiento audiovisual de los pueblos originarios. Grabamos en video y sacamos fotografías de los objetos que creaban, rodeándolos por completo, lo que nos sirvió como materia prima para entrenar modelos con Inteligencia Artificial y poder, por ejemplo, sacar modelos 3D”, dijo Santiago Malik, co-fundador de Newtro Arts, un colectivo de más de 200 artistas digitales creado en 2022, a Infobae Cultura.
Y agrega: “No queríamos caer en el gesto que se ve mucho, en que se agarra una artesanía, le ponen un listón rosa y listo, ya es arte contemporáneo. Buscamos que con estas nuevas tecnologías se pueda llevar todo este bagaje cultural, toda la cosmogonía y la cosmovisión de los pueblos originarios, a nuevas audiencias, no sólo con las imágenes 3D, sino también utilizamos sonidos del lugar y creamos el videojuego”.
Por su parte, el artista Sulkian explicó este medio: “A partir de los relatos que teníamos, sobre su forma de vida, cómo trabajaban, cuestiones mitológicas y espirituales, empezamos a crear nuevos seres, a imaginar escenarios, acuáticos relacionados con la tierra, con la luz, el viento”.
“Fue un proceso larguísimo, de selección, de collage, de retoque fotográfico, de manipulación de imagen hasta llegar a algo que nos convenciera y para generar estas 20 imágenes tuvimos que hacer miles y retocar los colores, las formas, corregir. Es un proceso complejo, que está en un momento crítico para nuestra sociedad, que parece como que la IA hace todo sola. Pero atrás de todo esto hay un proceso extremadamente sensible, complejo y más que nada creativo, porque para llegar a esas imágenes fue necesario mucha creatividad y estar trabajando tres meses sin parar”, finalizó.
*Tesoros del Gran Chaco puede visitarse hasta principios de abril de 2025 en el Museo de Arte Popular, Av. del Libertador 2373, Ciudad de Buenos Aires. Lunes, miércoles, jueves y viernes de 11 a 19 h. Sábados, domingos y feriados de 11 a 20 h. Martes cerrado. Entradas: público general $1000. Extranjeros no residentes $5000. Miércoles sin costo. Jubilados, estudiantes universitarios presentando acreditación, personas con discapacidad más un acompañante, menores de 12 años y grupos de estudiantes de colegios públicos, sin cargo.