Fue una mañana de la primavera de 1979, un miércoles, 12 de noviembre. Yo estaba en el aula, en el colegio, terminando mi Bachillerato. Tan solo faltaban dos semanas y se terminaban los doce años de estudio. Mi tía Raquel apareció en la puerta del aula y habló con el profesor. Me dijeron que me retirara. Mi tía me dijo que teníamos que ir a mi casa. Mi madre estaba trabajando. Me explicó que mi hermano José (a quien todos llamaban “Pepón”) había tenido un accidente y que me iban a llevar a Capilla del Señor, Provincia de Buenos Aires. José era hermano por parte de mi padre.
Al rato, llegó mi hermano Miguel, también lo habían ido a buscar al colegio. Una prima nos llevó en una camioneta hasta el lugar. Pero allí no había nada, solo las huellas de un auto que estaban marcadas en el camino de tierra a metros de la entrada al campo de mi hermano. Una camioneta los había embestido a él y a su mujer Fiammetta Giovine quien conducía el auto. Al día de hoy, lo único que recuerda ella es que el conductor de la camioneta se bajó, se acercó al auto destruido de mi hermano, miró, los miró a los dos detrás del vidrio, se retiró y los dejó abandonados en la ruta de tierra cerca de las doce y media de la noche, a las 00:15 horas exactas del 12 de noviembre de 1979.
José era un artista, un soñador, realizador de cortometrajes hermosos. Fue quien me enseñó los primeros pasos del cine, fue quien me regaló mi primera cámara para filmar, una Rollei S-82, de Super 8mm. Fue mi primer maestro, enseñándome técnicas de filmación. Yo aguardaba con ansiedad ese 12 de noviembre porque era el día que íbamos a encontrarnos los tres, con Miguel, pues Pepón había estado de viaje y nos iba a visitar.
Miguel y yo aguardábamos ansiosos sus visitas. Venía a cualquier hora, pero tal vez no, decía a las 17 y llegaba 17:30 y para mí era como si hubiera llegado por la noche. Siempre venía y nos traía su proyecto de Super 8mm y nos mostraba sus cortometrajes.
Me regaló la primera cámara de Super 8mm cuando yo cumplí 13 años y me enseñó todo lo esencial para manejarla. Había que aprender todo, desde limpiarla hasta saber del diafragma, de la exposición, del tipo de película para usar, filtros, lentes, revelado. Yo quería saberlo todo de una vez pero me llevó muchos años.
Cuando cumplí 15 años, por insistencia de Pepón, fui a UNCIPAR (Unión de Cineístas en Paso Reducido, que luego cambiaron Cineístas por Cineastas), que hacían proyecciones de cortometrajes en Super 8 y también los que filmaban en 16mm en la Asociacion Nazionale Italiana en la calle Alsina 1465 en Buenos Aires. Allí, sábado por medio, la gente se reunía para ver cortometrajes, votar por el mejor del día y luego a fin de año se realizaba la entrega de premios de los finalistas. Mi hermano ganó premios con sus películas Buscando el sol (1975), Amore Amore (1978). Él era un innovador para la época, amante de películas como La montaña sagrada de Alejandro Jodorowsky y Tommy de Ken Russell.
Ese sabor de la despedida es exactamente igual hoy que hace 45 años, solamente que el tiempo me va permitiendo comprender que la inmortalidad es un espejo de nuestra vida.
Así que no hubo encuentro en su campo de Capilla del Señor. El encuentro fue en la morgue del hospital de San Antonio de Areco. Llovía y llovió todo ese día hasta la noche.
Yo no podía concluir mis obligaciones con el colegio, pero los profesores, todos sin excepción, me ayudaron a terminar con los trabajos pendientes en las dos semanas que faltaban.
Dos meses después vi la última película de Pepón titulada Apocalipsis y la copié, la filmé igual, con el mismo montaje, la misma música de Pink Floyd con una dedicatoria a él al comienzo buscando, probablemente, en esa imitación, un diálogo de imagen a imagen para poder comprender que todo era casi igual, y tal vez así lograr despedirme de él.
* Festival Internacional de Cine Infinito Super 8: del 26 al 30 de Noviembre. El martes 26, a las 19 horas, con entrada libre y gratuita: Inauguración + Homenaje a Narcisa Hirsch + Rescate de José María César. Auditorio de la Universidad del Cine (Pasaje Giuffra 330, CABA).
* Se proyectarán dos películas de José María César: “Buscando el sol” (1976, Super 8 color, 12 minutos) y “Apocalipsis” (1978, Super 8, 7 minutos). Y “Apocalipsis” (1980, Super 8, 7 minutos) de Pablo César.
[Fotos: archivo personal Pablo César]