Una obra de Leonora Carrington fue adquirida por Eduardo Costantini por más de 11 millones de dólares

“La Grande Dame” es una relevante escultura de la artista británico-mexicana, considerada una de los grandes nombres del movimiento surrealista latinoamericano del siglo XX

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"La Grande Dame", escultura de
"La Grande Dame", escultura de la artista surrealista Leonora Carrington fue adquirida por Eduardo Costantini por más de 11 millones de dólares

Eduardo Costantini desembolsó casi 11,4 millones de dólares por La Grande Dame, conocida también como “La mujer gata” en una subasta organizada por Sotheby’s en Nueva York. La obra es considerada la mejor escultura de la artista surrealista británico-mexicana . Es el segundo mayor precio en subasta para esta artista afincada en México y una de los grandes exponentes del surrealismo latinoamericano.

Su pieza más cara también la adquirió Costantini, que el pasado mayo pagó 28,5 millones de dólares por la pintura Las Distracciones de Dagoberto, considerada como la obra cumbre de Carrington.

“Estamos encantados y somos increíblemente afortunados de que un coleccionista con un ojo tan agudo haya decidido desprenderse de dos piezas excepcionales este año, dándonos la oportunidad de adquirir estas grandes obras”, reaccionó Costantini en un comunicado de la casa de remates. Hasta que este año “se presentó una rara oportunidad” para adquirir estas dos obras, Carrington había sido una “ausencia notable” en el Malba, aseguró.

"La Grande Dame" en exhibición
"La Grande Dame" en exhibición en la Casa Sotheby's de New York, donde fue subastada el lunes 18 de noviembre

“Juntas, La Grande Dame y Les Distractions de Dagobert serán perfectas compañeras de las grandes obras de Remedios Varo, Frida Kahlo y tantas otras luminarias del movimiento surrealista latinoamericano”, agregó.

Impregnada del rico lenguaje visual de la artista, que aborda temas de poder femenino, mitología y simbolismo espiritual, la escultura ha vuelto por primera vez a una subasta en 30 años. En 1994, el célebre mecenas británico Edward James, la adquirió por 299.500 dólares. En la puja participaron cinco postores y al cabo de cinco minutos el martillo cayó del lado de uno de los mayores coleccionistas latinoamericanos.

En este primer día de subastas de arte contemporáneo y moderno organizadas por la casa de remates propiedad del magnate franco-israelí Patrick Drahi, también se vendió otra obra de esta artista en alza, El Templo de la Palabra”, por 4,56 millones de dólares.

En 1994, el célebre mecenas
En 1994, el célebre mecenas británico Edward James adquirió "La Grande Dame" por 299.500 dólares

Cómo es La Grande Dame

La Grande Dame es una escultura monumental, una expresión tangible de la fascinación de Carrington por la feminidad divina, los mundos oníricos y la exploración narrativa, elementos fundamentales en su producción artística.

Ejecutada con el apoyo de José Horna, esposo de la fotógrafa Kati Horna, la obra marca un momento crucial en la carrera de Carrington, quien, a pesar de no tener formación como escultora, logró materializar los seres místicos de sus pinturas en el espacio tridimensional. La colaboración con Horna fue breve, y La Grande Dame se erige como su proyecto más ambicioso, destacándose por su complejidad y escala.

"La Grande Dame" refleja influencias
"La Grande Dame" refleja influencias de tradiciones artísticas antiguas y modernas

Con más de dos metros de altura, la escultura está ricamente ornamentada con criaturas híbridas y paisajes exuberantes. Su rostro con formas de mariposa, extremidades estilizadas y pies geométricos reflejan influencias de tradiciones artísticas antiguas y modernas, mientras que su superficie, finamente pintada en tonos de lavanda, caléndula y azul verdoso, destaca por su exquisita narrativa visual. Estas características convierten a la obra en un crisol de referencias culturales y una muestra única del rigor técnico de Carrington.

La obra trasciende la estética para abordar conceptos más profundos: Carrington combina iconografías de lo divino femenino en un intento por contrarrestar los males sociales que asociaba con la opresión patriarcal. La obra no solo evoca antiguas tradiciones que reverenciaban a las diosas, sino que también plantea un nuevo canon cultural igualitario, donde la magia y el poder creativo son herramientas de transformación.

También permanece como un emblema de la visión única de Carrington y un testimonio de su capacidad para transformar el surrealismo en una poderosa herramienta de reflexión y subversión cultural.

Fuente: AFP

[Fotos: prensa Sotheby’s; Kena Betancur/AFP]

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