Qué lindo es el teatro cuando se es parte –por voluntad propia, no en esas comedias fantochescas en el que se es “invitada” a subir la escenario–. Qué lindo es el teatro cuando la música en vivo tiene sentido en la puesta en escena y no es solo parte del decorado. Qué lindo es el teatro cuando la puesta en escena está milimétricamente pensada, cuando se ve que hay ensayo, trabajo y no improvisación.
Qué lindo puede ser el Microcentro.
En el invierno de 2023, Juan Coulasso y Francisco Castro Pizzo estrenaron Cinematique Abasto, una pieza inclasificable que incluía teatro, cine, ¿comedia musical?, juego actoral, performance y recorrido a pie. En octubre, con un clima más amigable repitieron la experiencia pero en una nueva locación de la Ciudad de Buenos Aires, el Microcentro porteño.
Este barrio que sigue siendo la City porteña, relegado al público de oficinistas, turistas y poco más, busca ser reactivado desde que en el verano de 2023 se lanzó la plataforma Microcentro Cuenta, una suerte de dispositivo cultural para poner en foco y valor una zona que con el tiempo quedó deslucida. En la primavera de 2023, el equipo de Cinematique se sumó a la movida, articulando su experiencia junto con la de Noche de cúpulas. ¿El resultado? Un éxito. Tan es así que este año, en dos únicas funciones, decidieron repetir la fórmula.
La primera función fue el 26 de octubre, y vuelven el 23 de noviembre, en la puerta del Centro Cultural Paco Urondo, perteneciente a la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. Para quienes experimentamos –sí, ese es el verbo preciso– las dos locaciones, definitivamente son dos obras teatrales distintas, aunque solo varíe el paisaje. Y esto no es un detalle menor, desde la predisposición al lugar, pasando por la propia geografía, hasta los vecinos del barrio, todo transforma la experiencia.
Hay algo de lo que ya existía en Cinematique Abasto que en el Microcentro cobra una novedad que excede el espacio en sí, aunque tal vez el lugar ponga de relieve interrogantes que se disparen por la espacialidad. Los parlamentos son los mismos, al igual que las canciones, las actrices, la estructura y el vestuario, sin embargo todo se ve diferente.
Cinematique Microcentro se adueña del entorno para atribuirle nuevos significados que en consecuencia operarán sobre el público.
Lo que permanece inalterable es el talento de las actrices, que una vez más demuestran su capacidad para el canto y la destreza para caminar en tacones sobre los adoquines en pendiente. No le temen a nada, ni siquiera a un potencial arrebato de algún transeúnte. Show must go on. Las chicas se compenetran. Y un poco el auditorio también, al punto que entre el público hay niños y hasta un perro concentrados en una función que alcanza los 120 minutos, sin pestañear.
El final es épico, el factor sorpresa para quien se lo permita.
Cinematique Microcentro concentra lo mejor de cada disciplina del arte sin que se vean los hilos, sin siquiera percibir que otra capa sucede en paralelo –un homenaje al cine, al de Mekas o Varda–: apela a lo sensible, a ser parte de un dispositivo inexplicable, que lleve a pensar (y a sentir) que el Microcentro tiene su magia.
Cinematique Microcentro, última función: 23 de noviembre a las 17, en el Centro Cultural Paco Urondo, en 25 de Mayo 201, C. A. B. A. Duración, 120′. Dramaturgia: Gonzalo Bao, Francisco Castro Pizzo, Juan Coulasso, Dana Crosa, Milva Leonardi, Delfina Oyuela, Micaela Tapia. Performers: Dana Crosa, Delfina Oyuela, Micaela Tapia, Denisse Van Der Ploeg; piano y guitarra: Delfina Oyuela. Producción general: Francisco Castro Pizzo y Juan Coulasso.
Fotos: Gentileza Cinematique.