Este jueves 14 de noviembre a las 21 hs. en el Centro Cultural San Martín se proyectará Tempus Fugit, un documental de Luciana Terribili, que explora en la vida y los pensamientos de un adolescente de 16 años con una enfermedad muscular y en tránsito a la vida adulta. El debate posterior contará con la participación del dirigente universitario Luca Bonfante, secretario general del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras de la UBA.
Tempus Fugit, dirigida por Luciana Terribili, sigue la vida de Camilo, un joven con una enfermedad muscular, en su transición a la adultez, explorando sus pensamientos y reflexiones filosóficas a lo largo de 16 años. La película destaca por su innovador enfoque en la temporalidad y la memoria, creando una narrativa fragmentada que retrata el paso del tiempo no solo como un contexto, sino como un tema esencial.
En un formato similar a la técnica utilizada en Boyhood (2014) de Richard Linklater, Terribili adoptó una metodología de filmación a largo plazo que permitió capturar la evolución de su protagonista en tiempo real. Sin embargo, a diferencia de la estructura cronológica de la película estadounidense, Tempus Fugit rompe con la linealidad y emplea elementos no convencionales como imágenes en reversa, saltos temporales y una mezcla de pasado, presente y futuro para ilustrar una representación subjetiva de la memoria.
La dialéctica de Tempus Fugit se despliega a través de conversaciones entre Camilo y su amigo Luis y de textos filosóficos escritos por el propio protagonista, en los que expresa una mirada crítica hacia los “sistemas sociales” y sus propias relaciones. El documental aborda cuestiones universales sobre el tiempo y la existencia humana, y ofrece una visión introspectiva sobre cómo la memoria, con sus derivas y ensoñaciones, da forma a la identidad.
Terribili recurre a un estilo visual que refleja la naturaleza fragmentada de la memoria. Las imágenes y los saltos temporales conforman un “multiverso” cinematográfico donde cada momento se entrelaza para redefinir el presente y el pasado de Camilo, evocando una sensación de desorden fluido. El tiempo, en este contexto, se convierte en un personaje más de la película, interviniendo en la narrativa y transformando cada experiencia en un punto de reflexión sobre la existencia humana y los límites impuestos por la condición física del protagonista.
A través de Tempus Fugit, la directora no solo captura el crecimiento y los cambios en la vida de Camilo, sino que también explora el impacto de nuestras propias memorias y percepciones del tiempo en nuestra visión del mundo. La película invita al espectador a sumergirse en una meditación visual y filosófica sobre cómo el tiempo moldea nuestra existencia y nuestra forma de enfrentar la vida, trascendiendo el formato documental convencional para convertirse en una experiencia introspectiva y experimental.