Murió, a los 77 años, Inés Fernández Moreno, destacada escritora y periodista argentina, ganadora del premio Sor Juana Inés de la Cruz, entre otros, quien deja una huella significativa en el mundo literario con sus obras y su labor como tallerista de toda una generación de autores.
“Hoy se fue nuestra querida Inés Fernández Moreno. Una escritora tan genial como sutil, que hizo de la vida cotidiana una fuente inagotable de literatura, humor y agudeza. Que abrió un camino de forma casi invisible. Y que supo ser la mejor tía del alma que uno podía tener”, expresó el traductor Agustín Mango, en redes sociales.
Fernández Moreno era una autora de oficio, determinada y que entendía a la lectura como la única manera de hacer literatura. En un diálogo con Infobae Cultura, comentó: “Leer, siempre leer. Creo que es particularmente productivo leer sobre otros temas que no sean estrictamente literarios. Por último, cuando estás al fin escribiendo, tener conciencia profunda de que lo estás haciendo, celebrarlo, palmearte la espalda”.
“La mejor manera de lidiar con la sequía, para mí, es sentarse a escribir otra cosa”, decía, “ya sea un haiku, títulos posibles para una novela inexistente, juegos de palabras, algún cuento infantil, una crónica….”.
En una entrevista con Hinde Pomeraniec, para el podcast Vidas Prestadas, reforzaba: “Hay un escribir bien que tiene que ver con la corrección de la escritura; hay un escribir bien que tiene que ver con el manejo más rico y de búsqueda en el lenguaje y creo que ese es más el lugar de la literatura, donde el lenguaje representa un conflicto”.
Nacida en Buenos Aires en 1947, Fernández Moreno provenía de una familia de escritores, siendo hija del poeta César Fernández Moreno y nieta de Baldomero Fernández Moreno. A pesar de su entorno literario, comenzó a escribir narrativa después de los treinta años, tras una carrera inicial en publicidad y marketing.
“Desde los primeros hasta mis últimos cuentos, y también en mis novelas. Hay mucho allí de herencia familiar. El ingenio, el doble sentido, a veces cierta crueldad zumbona estaban a la orden del día. El humor, esa distancia que se impone sobre las cosas, tal vez sea una defensa contra el dolor, pero es también una herramienta de la inteligencia, una forma descarnada de observación de la realidad”, dijo en una entrevista con este medio.
Fernández Moreno se licenció en Letras por la Universidad de Buenos Aires (UBA) en 1975 y continuó su formación académica en España y Francia como becaria. Su carrera literaria despegó en 1991 cuando fue finalista del Premio Juan Rulfo con su cuento “Dios lo bendiga”. Al año siguiente, ganó el Premio La Felguera en Asturias, España, con “Madre para armar”.
En 1993, su libro de cuentos La vida en la Cornisa le valió el Segundo Premio Municipal de la Ciudad de Buenos Aires y, cuatro años más tarde, obtuvo el Primer Premio Municipal en la categoría cuento con “Un amor de agua”. Además, su novela La última vez que maté a mi madre, publicada en 1999, recibió el Primer Premio Municipal en la categoría novela y el Premio Letras de Oro 2000 de Honorarte.
“Uno escribe al principio con una frescura o un desparpajo que después se va limando. A medida que se adquiere cierto oficio se especula más, se duda más. La escritura se vuelve más exigente. Tal vez el salto más importante para mí fue el de pasar del cuento a la novela donde hay que lidiar con una estructura más compleja. Noto, por supuesto, cambios y crecimientos a lo largo de lo que he escrito. Una búsqueda de más austeridad, de más hondura... el manejo de más recursos. Pero esto seguramente lo podrá evaluar mejor un crítico que yo. No es fácil, al menos para mí, ser objetiva con mi propia producción”, decía sobre el desarrollo de su carrera.
Durante su residencia en España entre 2002 y 2005, publicó Hombres como médanos y ganó el Premio de Cuentos Max Aub con En extinción. Su experiencia en Marbella inspiró su novela La profesora de español, publicada en 2005, y en 2007, obtuvo el Premio Hucha de Oro en España. por Carne de exportación.
La autora continuó su producción con Marmara en 2009 y El cielo no existe en 2013, novela que le valió el Premio Sor Juana Inés de la Cruz en 2014. En 2015, publicó Malos Sentimientos y en 2019, No te quiero más. Sus obras fueron traducidas al francés, inglés e italiano, ampliando su alcance internacional. En 2023, publicó No te hagas ilusiones, su último libro de relatos.