“Que 20 años no es nada…” diría Carlos Gardel. Porque parece que fue ayer cuando, en 2004, tan solo un puñado de espacios culturales tuvieron la iniciativa de hacerse eco de las noches culturales de la ciudad de Berlín, para crear La Noche de los Museos en Buenos Aires, algo que hoy es el evento más importante de la cultura porteña. Buenos Aires siendo Buenos Aires en su máxima expresión. Luces de colores, tránsito, ruidos, gente, mucha gente de acá para allá, en filas para ingresar a los espacios de puertas abiertas en una noche de primavera, en familia, en grupos de amigos. La ciudad juega el juego que más sabe: exhibir su inmenso patrimonio cultural.
La Noche de los Museos pone a las calles de fiesta porque no importa cuál es el recorrido elegido. En cada esquina hay algo para ver, algo para hacer, una experiencia nueva para descubrir. Este año, además de los grandes museos y espacios culturales, el público opta por aquello que ocurre solo hoy: bandas en vivo, performances, activaciones y talleres. Es un público experto que hace 20 años sale a sorprenderse con las novedades que la oferta cultural porteña tiene para ofrecerle.
No fue un sábado más. Miles de personas recorrieron las calle y como turistas, descubrieron una nueva ciudad. Los colectivos iban llenos, no había taxis libres y en los alrededores de los museos, se extendieron largas filas de personas que esperaron tu turno para ingresar. Entre sede y sede, siempre hubo tiempo para un café. Los bares del centro porteño tuvieron sus mesas llenas con grupos de amigos y familias enteras que salieron a disfrutar de la noche.
Distintas generaciones pero sobre todo mucha juventud, se dejó conquistar por la cultura y participó activamente de las instalaciones artísticas, de los videomapping en las fachadas, de las performances especialmente dispuestas. Miles de teléfonos celulares registraron lo visto como queriendo guardar el instante y compartir en redes ese “yo estuve ahí” de la noche cultural más importante de todas.
En esta edición 2024, la propuesta llega renovada con la apertura de más de 250 espacios entre museos nacionales y municipales, espacios culturales, fundaciones, instituciones, edificios emblemáticos y espacios privados, a lo largo y ancho de la Ciudad de Buenos Aires. En un sábado primaveral, miles de personas comienzan a moverse a lo largo y ancho de la geografía porteña.
Largas filas de gente esperando por ingresar al Museo de Arte Latinoamericano de Bueno Aires sobre la vereda de la Avenida Figueroa Alcorta; y otro tanto en Plaza de Mayo para ingresar al Museo del Bicentenario y al Cabildo son dos postales del poder de convocatoria de este clásico de la cultura porteña.
El inicio de la noche sucedió en dos puntos neurálgicos de la Ciudad. En el Planetario Galileo Galilei ubicado en los bosques de Palermo contó con la presencia del jefe de gobierno Jorge Macri y la ministra de Cultura Gabriela Ricardes. Se presentó la Banda Sinfónica de la Ciudad de Buenos Aires en el parque, junto con una experiencia inmersiva que combina arte, ciencia y tecnología en el interior del edificio.
“La Noche de los Museos es la noche cultural porteña por excelencia. Buenos Aires es una ciudad llena de espacios culturales, pero descubrirlos todos juntos en una actividad común que dura hasta la madrugada hace que lo cotidiano se convierta en algo compartido, en una marca de identidad porteña totalmente diferente a lo de todos los días”, expresó la ministra Ricardes. “Hoy los invitamos a que sean turistas de su propia Ciudad, a que la conozcan desde otra óptica y a sentir la experiencia de una Ciudad única, vibrante y en constante movimiento como es Buenos Aires”, dijo el Jefe de Gobierno Macri.
En paralelo, con la presencia del secretario de Cultura de la Nación, Leonardo Cifelli en el Museo Histórico Nacional se produjo el tradicional cambio de guardia de los Granaderos y el concierto de la Banda de Música de la Prefectura Naval Argentina. “Me pone muy feliz poder participar de esta jornada tan convocante y ver el enorme despliegue que tiene la Secretaría en todo el territorio de la Ciudad de Buenos Aires. En jornadas como estas vemos la presencia de turistas que se acercan a vivir esta experiencia cultural única y es una oportunidad para demostrar que la cultura no solo es patrimonio y tradición, sino también una poderosa industria que genera empleo, dinamiza las economías locales y contribuye al desarrollo de la identidad nacional”, declaró el funcionario nacional.
Fue un día, una noche en el que Buenos Aires estuvo encendida en todas sus comunas.
El Palacio Libertad (ex CCK) contó con múltiples propuestas entre las que se destacaron: El Principito: Experiencia Inmersiva, una muestra audiovisual para toda la familia acerca de uno de los libros más leídos de todos los tiempos; una pantalla gigante en la Explanada; Cocina abierta: vino, olivo y mate en la Plaza Seca, y en el séptimo piso, la popular muestra Mickey: Todo empezó con un ratón inspirada en Mickey Mouse, con más de cuarenta obras de artistas nacionales e internacionales.
Al Sur, la Usina del Arte presentó dos muestras participativas para crear de forma colectiva: Escultura participativa, de Tadeo Jones y Experiencia Cremusina, de Mauro Crema, conciertos y actividades para grandes y chicos. A su lado, el Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken presenta una exposición dedicada al fotógrafo Wilenski. Muy cerca de allí, Colón Fábrica y las Fundaciones Andreani, Proa, Santander y Lariviere llamaron la atención con muestras artísticas de calidad. En San Telmo, el Museo Moderno abrió sus puertas con las exposiciones que forman parte de su Programa anual Arte es educación y como sede de la 3ª Feria del Libro de Humanidades y Ciencias Sociales. A pocos pasos, el MACBA permitió ver las muestras que inauguró recientemente de los artistas Roberto Aizenberg, Ernestos Ballesteros y Stella Ticera.
En Puerto Madero, el Museo Miju, que abrió sus puertas en la edición del año pasado, ofreció acceso gratuito a su jardín, sin necesidad de reserva previa, con actividades y talleres para toda la familia.
En el Casco Histórico, el Complejo Histórico Cultural Manzana de las Luces brindó la oportunidad de dar un recorrido por el Patio Arqueológico, donde se exploran las estructuras subterráneas que datan de los siglos XVIII y XIX, y revelan aspectos del pasado de la ciudad, junto a una serie de conciertos en vivo. Por su parte, el grupo de Recreacionistas de La Sociedad Victoriana Augusta Argentina y el recreacionismo histórico Ernesto Dario Rojas, dieron color al Cabildo en una noche única.
Como novedad, la ex sede de la Biblioteca Nacional ubicada en México 564 recientemente inaugurada como Biblioteca Borges: Centro de estudios borgeanos abrió sus puertas también.
La Casa Nacional del Bicentenario exhibió más de 100 afiches en una muestra en la que dialogan el cine y el teatro, y Desde el Taller, una muestra protagonizada por los talleres artísticos La Maldonado, Paz Soldan, Yeruá y Yoli Taller. Además, se ofreció la posibilidad de ver la exposición que reúne 50 obras de Prilidiano Pueyrredón y espectáculos en vivo. Además, con visitas guiadas por sus colecciones abren el Museo Nacional del Grabado, el Museo Mitre, el Centro Cultural Borges y el Museo de Arte Oriental.
Otra de las propuestas destacadas la del Banco Provincia, que además de exhibir su muestra permanente sobre la Historia del Banco de la Provincia de Buenos Aires y de la moneda argentina, propuso Incluir en Movimiento, un ciclo itinerante de educación financiera que recorre el interior de la provincia de Buenos Aires y del cual ya participaron más de 16 mil personas. Durante la noche, un colectivo estacionado en la puerta presentó distintas actividades vinculadas a la educación financiera, la Cuenta DNI y la importancia de aprender de finanzas mediante juegos interactivos.
Por su parte, trabajadores del Museo del Traje (Chile 932), recientemente cerrado, realizaron intervenciones artísticas en la calle entregando una banda de luto con la insignia “falta un museo”. La acción forma parte de La marcha de los museos, una propuesta del Movimiento Justicia Museal.
Otro de los puntos más visitados de la noche fue el Museo de Bellas Artes que, además de abrir su gran colección al público, ofreció visitas guiadas -en algunos casos, lideradas por su director Andrés Duprat- y actividades relacionadas a diferentes obras expuestas en el museo, como ¿Dónde viven las historias?, un recorrido a partir de cuentos narrados; Invierno en París, para conocer la obra de Emilio Pettoruti; El Puente de Argenteuil, sobre una obra de Claude Monet, Estrella Fugaz, para explorar la obra de Jackson Pollock, entre otras actividades.
Muy cerca, el Centro Cultural Recoleta, que comenzó el año con una renovación a fondo de sus propuestas, presentó Comienzo del juego, una muestra dedicada a la vida y obra de Julio Cortázar, junto a una gran cantidad de actividades y talleres.
Por otro lado, el Museo Nacional de Arte Decorativo exhibió Puccini y la Argentina, una muestra que conmemora el centenario de la muerte del compositor Giacomo Puccini; la Casa Victoria Ocampo se sumó con la exhibición Una artista experimental, de la escultora Noemí Gerstein, y un homenaje a María Juana Heras Velasco; y el Museo Evita presentó la muestra temporaria Puntapié inicial, que recorre la historia de los Campeonatos y Juegos Infantiles y Juveniles Evita desde su creación en 1948 hasta la actualidad, junto a una Feria del Libro de temática peronista. El Museo Sívori, que se encuentra cerrado por obras de refacción, realizó activaciones en la calle con actividades para toda la familia y una suelta de libros.
La Noche de los Museos celebró 20 años de vida con el éxito de cada año gracias al entusiasmo de sus visitantes. El desafío ahora es mantener vivo ese interés cultural a lo largo de todo el año, mientras Buenos Aires se queda con la postal de su noche cultural más importante: un espectáculo de luces, encuentros y arte en cada rincón de la ciudad.
[Fotos: Gustavo Gavotti; archivo Infobae]