El escritor francoargelino Kamel Daoud ganó el premio Goncourt, el más prestigioso de la literatura en francés, por Houris, una novela sobre la “década negra” de Argelia entre 1992 y 2002, obra que fue prohibida en ese país.
“Es un libro que puede dar sentido a lo que vivimos en ese país, pero nació porque vine a Francia. Porque es un país que me da la libertad de escribir”, celebró el escritor, de 54 años, en el restaurante Drouant, en París, donde se entrega cada año el premio Goncourt.
Francia “es un país que protege a los escritores”, añadió, recordando que su libertad de expresión acabó por obligarlo a dejar su ciudad, Orán, para trasladarse a París y obtener la nacionalidad francesa. “Houris” no puede ser publicado en Argelia a causa de una ley que prohíbe cualquier obra que mencione la guerra civil de 1992-2002.
Tras la novela romántica Veiller sur elle de Jean-Baptiste Andrea, galardonada el año pasado, la Academia Goncourt ha optado por una ficción más política, premiando un libro “donde el lirismo se mezcla con lo trágico”.
“Houris” (Gallimard) “da voz a los sufrimientos ligados a un periodo oscuro de Argelia, especialmente de las mujeres. Esta novela muestra cómo la literatura, con su libertad para auscultar la realidad, y su densidad emocional, traza (...) otro camino para la memoria”, destacó Philippe Claudel, presidente del jurado.
Las huríes son las jóvenes vírgenes que recibirán al creyente musulmán que asciende al Paraíso, según el Corán. “Houris” narra la vida de Aube, una joven muda desde que un islamista la intentó degollar el 31 de diciembre de 1999.
A causa de las tensiones diplomáticas actuales entre Francia y Argelia, la editorial Gallimard no acudirá al Salón Internacional del Libro de Argel, entre el 6 y el 16 de noviembre, una decisión que provocó polémica.
Kamel Daoud tenía como rival para el premio más prestigioso de las letras francesas a Gaël Faye, que se llevó finalmente el Premio Renaudot por su segunda novela, Jacaranda, un éxito editorial.
El Goncourt va acompañado de una recompensa en metálico simbólica, de diez euros. Los galardonados acostumbran a enmarcar el cheque. El premio supone sin embargo un fuerte empujón editorial, y las obras llegan a venderse en centenares de miles de ejemplares.
Fuente: AFP