Enzo Maqueira: “Cualquier varón puede identificar un desgarro como el de Alfonsina”

El escritor argentino es parte del grupo de hombres y mujeres que leen en el audiolibro “Alfonsina para escuchar”, que reúne versos de la poeta. Se puede descargar gratis en cualquier dispositivo

Alfonsina Storni y Enzo Maqueira

¿La poesía de Alfonsina Storni es poesía de mujeres? “Alfonsina aparece en el imaginario común como una melodía, como una estatua en la rambla de Mar del Plata”, dice Marina Mariasch en el prólogo de Poesía completa, el libro electrónico que publicó Leamos, la editorial digital de Infobae. Y dice más: “Su nombre está asociado a la tragedia, al suicidio, al dolor y al romanticismo”. ¿Eso es cosa de mujeres?

Mariasch entra en tema cuando propone: “La nacida para amar de sus poemas aparece como lágrimas en los ojos de las mujeres, porque es potestad de lo femenino el sufrir por amor, entregarse completamente, irremediablemente”.

Por eso, cuando pensamos en Alfonsina para escuchar -un audiolibro breve, con trece poemas de Alfonsina-nos preguntamos si había que tener sólo lectoras o también lectores. Creímos que sí, lectoras y lectores. Así, quienes leen en ese audiolibro son, en orden de aparición, Lorena Vega, Diana Bellessi, Natalia Litvinova , Gonzalo Heredia, Gabriela Cabezón Cámara, Julián López, Luisa Kuliok, Enzo Maqueira, Ariana Harwicz, Mempo Giardinelli y Florencia Canale.

Alfonsina Storni para escuchar.

Pero, se sabe, Alfonsina es autora de versos como “Estuve en tu jaula, hombre pequeñito, Hombre pequeñito que jaula me das”. O “Tú que el esqueleto/ conservas intacto/ no sé todavía/ por cuáles milagros, /me pretendes blanca /(Dios te lo perdone)”. ¿Qué significan para un varón, cómo los lee, cómo se siente? De eso hablamos con el escritor argentino Enzo Maqueira.

-¿Por qué te convoca Alfonsina a vos, un varón del siglo XXI?

-Porque fue una de las más grandes poetas argentinas del siglo XX, en primer lugar y más allá de los géneros. Y en segundo lugar precisamente porque soy un varón del siglo XXI, es decir, porque estoy completamente de acuerdo con el feminismo de Alfonsina y creo que el feminismo, como alguna vez dijo Rita Segato, vino a liberar a las mujeres pero también a liberarnos a los hombres.

-¿De qué te habla?.

-De la opresión, del dolor, de la búsqueda de la libertad. Dentro y fuera del feminismo, no solo en lo que tiene que ver con el género. La poesía de Storni es una poesía que clama libertad. Pero no esta que nos quieren vender ahora, que está llena de violencias, de prejuicios y de banalidad (también de bastante cinismo y maldad). Me refiero a la libertad como la entendimos siempre, como la expresión máxima del desarrollo de la particularidad del invididuo y de su comunidad.

Alfonsina Storni, mucho más que desgarro.

-¿Cómo se la lee tras el avance del feminismo y en medio de un reflujo neoconservador?

-Con la vigencia de siempre y ahora además como bandera. Durante mucho tiempo solo conocíamos a Alfonsina, a Alejandra Pizarnik, a Victoria Ocampo... No había mucho más circulando. Las demás poetas o las demas feministas o las demás mujeres fuertes de nuestra cultura habían sido invisibilizadas. Aurora Venturini durante décadas fue considerada solo “la mujer de Fermín Chávez”; Silvina Ocampo fue leída a la sombra de Bioy Casares... Recién ahora tenemos una abundancia de referentes mujeres. Pero Alfonsina siempre estuvo ahí. Y lo va a seguir estando, sobre todo ante este avance conservador que tenemos delante, que se combate con pluralidad de voces, con más disidencias, más arte y más cultura, todo lo que la ultra derecha detesta.

-¿Cómo es para un varón ponerle voz a esos textos que muchas veces muestran el desgarro femenino?

-Cualquier varón puede identificar ese desgarro en su madre. O en su hermana o en una amiga o en las mujeres que lo rodean. Basta con estar un poco atento o con sentarse a escuchar lo que ellas tienen para decir. Una cosa es cumplir inconscientemente un mandato de masculinidad y otra ser incapaz de empatizar con el sufrimiento del prójimo. Aunque sí: la falta de empatía es también parte de nuestra configuración. El patriarcado se ocupa de reprimirnos y adoctrinarnos en cómo debemos ser. Siempre va a haber un hombre para recordarte cómo tenés que comportarte si naciste con pito. Las cosas que no podés hacer (por ejemplo, llorar); las que son tu obligación (por ejemplo, utilizar la fuerza). Un grito de desgarro contra ese sometimiento es algo que deberíamos poder entender. Aun cuando el lugar que se nos asigne en esta sociedad sea el del opresor, en muchas ocasiones somos también oprimidos por ese mismo sistema.

Enzo Maqueira, en el estudio de Infobae.

-¿Te interpela Alfonsina con poemas como “Hombre pequeñito” o “Tú me quieres blanca”?

-Me interpelan más otros poemas de ella que quizás hablan de lo mismo pero desde otro lugar. Me pasa con Cuadrados y ángulos, uno de los que leo en el audiolibro, que denuncia una sociedad estandarizada, reprimida, banal, donde todo debe encajar según lo establecido. Esa falta de libertad contra la que se rebela, que en Hombre pequeñito o en Tú me quieres blanca es un índice que apunta directamente al varón, pero que siempre denuncia algo más grande: un sistema opresor, una sociedad (patriarcal e hipercapitalista) que pretende igualarnos no como una manera de equilibrar nuestras oportunidades, sino de moldearnos como consumidores que quepan perfectamente en categorías preestablecidas.

Quién es Enzo Maqueira

♦ Nació en Buenos Aires en 1977.

♦ Se graduó en Comunicación Social.

♦ Publicó el libro de crónicas y relatos Historias de putas (2008) y las novelas Ruda macho (2010), El impostor (2011), Electrónica (2014) Hágase usted mismo (2018) e Higiene sexual del soltero (2023). También el relato Moriña, editado para Bajalibros