El martes 29 de octubre a las 19 horas, el Auditorio “Julio García Cánepa” del Departamento de Artes Musicales y Sonoras de la UNA será el escenario de la presentación del documental Canciones Prohibidas. Este largometraje, dirigido por Marcela Marcelli, no solo ofrece una mirada íntima al proceso de grabación de nuevas versiones de canciones que fueron censuradas durante las dictaduras en Argentina, sino que también se erige como un poderoso testimonio de la lucha por la memoria, la libertad y la resistencia cultural.
Canciones Prohibidas es el resultado de un ambicioso proyecto gestado en 2015 en el CIAM (Centro de Investigación Aplicada a la Música) en Tecnópolis, que reunió a destacados artistas contemporáneos bajo la dirección artística de Fer Isella. La película registra no solo las grabaciones en el estudio, sino también los encuentros y la interacción entre los músicos, creando un ambiente propicio para la creatividad y la emotividad. La lista de artistas que participan es estelar: Fabiana Cantilo, Palo Pandolfo, Pablo Dacal, Lucio Mantel, Leo García y Juan Falú, entre otros, dan vida a estas obras olvidadas, reimaginándolas y brindándoles una segunda oportunidad para ser escuchadas.
Esta película se convierte así en un documento valioso que captura la esencia de la música como un medio de expresión vital. A través de los relatos de los artistas, se vislumbran las emociones y la alegría colectiva que surgen al reinterpretar estos temas, que no solo fueron prohibidos, sino que también llevan consigo historias de resistencia.
El valor de Canciones Prohibidas va más allá de la música; incluye un análisis profundo del contexto histórico en el que estas canciones fueron censuradas. La obra se enriquece con los aportes de Sergio Pujol y Daniel Ripoll, quienes ofrecen una perspectiva histórico-musical que ayuda a situar la narrativa en un marco más amplio. El material de archivo utilizado en el documental documenta las acciones represivas de los sucesivos gobiernos militares, iluminando la lucha que llevaron a cabo muchos artistas por mantener viva la cultura y la memoria en tiempos oscuros.
Marcelli ha expresado que filmar este proyecto fue un “hermoso desafío”. La limitación de espacio y recursos en el estudio de grabación se convirtieron en un estímulo para capturar momentos de creatividad pura, reflejando la energía colectiva de los músicos. La directora destaca la importancia de conocer nuestra historia para poder defender la cultura, un mensaje que resuena con fuerza en la actualidad. “Poder mostrarla después de tantos años es una emoción enorme. Hoy más que nunca tenemos que conocer nuestra historia para defender la cultura”, agregó la directora. Estas palabras reflejan no solo el esfuerzo detrás del documental, sino también la profunda conexión que los artistas sienten hacia estas obras recuperadas.
El documental tiene un espíritu testimonial y lúdico, invitando al espectador a repensar el papel del arte en la resistencia popular. Canciones Prohibidas no solo busca documentar un proceso creativo, sino que también aboga por la libertad de expresión y el derecho a la cultura en un contexto donde aún se sienten los ecos de la censura.
La proyección del documental se da en un momento significativo, en el marco de la celebración de los 10 años de la UNA, lo que añade una capa de relevancia al evento. La presentación se complementa con una invitación a reflexionar sobre cómo el arte puede ser una herramienta de resistencia y un vehículo para sanar las heridas del pasado. Por otro lado, esta presentación forma se realiza en el marco del plan de lucha contra el ajuste a la universidad pública.
Además, en un gesto de solidaridad, el pasado 2 de abril se liberaron nuevamente las Canciones Prohibidas, disponibles en plataformas de distribución musical, con todas las regalías donadas a la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo. Este acto no solo honra a quienes lucharon contra la censura, sino que también reafirma el compromiso de los artistas con la memoria y la justicia social.
Canciones Prohibidas es más que un documental sobre música; es un homenaje a aquellos que se atrevieron a desafiar el silencio impuesto y a todos los que, a través del arte, continúan luchando por la libertad. La proyección del 29 de octubre promete ser un evento conmovedor que dejará huella en el público, un recordatorio de que la música, incluso en los momentos más oscuros, puede brillar como un faro de esperanza y resistencia.
En un contexto donde la historia a menudo se intenta borrar, Canciones Prohibidas emerge como un acto de reivindicación y una celebración de la libertad de expresión, reafirmando que el arte, en todas sus formas, siempre encontrará la manera de hacerse oír.