Paul Morrissey, cineasta conocido por su colaboración con Andy Warhol y su representación de la cultura underground de Nueva York en las décadas de 1960 y 1970, falleció a los 86 años. Según informó The New York Times, murió el lunes debido a una neumonía mientras estaba hospitalizado. Se fue de este mundo pero dejó una marca indeleble en el cine con su trilogía de culto compuesta por las películas Flesh, Trash y Heat.
Los tres filmes fueron protagonizadas por Joe Dallessandro, un actor emblemático de la cultura gay de la época. Producidas por Warhol, se caracterizaron por su enfoque vanguardista y su representación de personajes marginales, incluidos trabajadores sexuales, transexuales y personas con adicciones. Allí aparecen algunas de las super estrellas de Warhol: Geraldine Smith, Patti D’Arbanville, Jackie Curtis y Candy Darling. Para los últimos dos fue su debut cinematográfico.
A pesar de su enfoque vanguardista y transgresor, Morrissey se identificaba como derechista y ferviente católico. Nacido en Manhattan el 23 de febrero de 1938, estudió literatura en la Universidad de Fordham en Nueva York. A principios de los años 60, trabajó en el sector de los seguros y como trabajador social, antes de incursionar en la dirección de cortometrajes. Su encuentro con Warhol en 1965 marcó el inicio de una fructífera colaboración cinematográfica.
Se encargó de dirigir y coordinar las películas experimentales de la Factory, como My Hustler (1965) y Chelsea Girls (1966), entre otras. Además de su trabajo en el cine, Morrissey colaboró con The Velvet Underground, la banda liderada por Lou Reed, en su primer álbum junto a la cantante alemana Nico, titulado The Velvet Underground & Nico. Esta colaboración se convirtió en un hito dentro del mundo artístico de la época.
En 1974, Morrissey rodó en Francia e Italia las películas Carne para Frankenstein y Sangre para Drácula, también con Dallesandro. Aunque formaban parte de su colaboración con Warhol, la producción estuvo a cargo de Carlo Ponti y combinaban elementos de cine erótico y de terror de serie B. La colaboración con Warhol terminó cuando este decidió centrarse en la pintura.
Morrissey continuó dirigiendo películas, pero se mantuvo alejado de las productoras de Hollywood, buscando preservar su libertad creativa. Finalmente, dejó de hacer cine al constatar que las nuevas productoras no le ofrecían la misma autonomía. A mediados de los años 90, se unió al movimiento cinematográfico Dogma 95, influenciado por su estilo. Su filmografía se extendió hasta la década de 2000, con su última obra, News from Nowhere, lanzada en 2010.
En las últimas horas, las redes sociales se llenaron repentinamente de fotos, carteles y videos que mostraban cómo era su estética cinematográfica. Sus fans lamentaron la pérdida y varios artistas recordaron anécdotas junto al cineasta. Además, el Museo Andy Warhol de Pittsburgh, ciudad natal del icónico artista pop, expresó su “profunda tristeza”.
“Mis películas se inspiran en las de Andy, pero las suyas se hacían sin dirección, sin preparación, con total improvisación”, dijo una vez al New York Times. “Utilizo mucho esta técnica, pero le añado dirección, historia y un poco más de selección”. Las cosas no parecen haber terminado muy bien entre ambos.
En otra entrevista, esta vez al Miami New Times, en el año 2012, dijo: “Se supone que debo vivir con la idea de que él contribuyó a mis películas porque le permití presentarlas porque yo era su representante, y tenía que pensar en cosas que hacer para que su nombre se conociera, y él no podía hacer nada, así que presentó mis películas y ¿qué hacen los medios de comunicación de escoria, la basura, los comunistas, los pedazos de mierda? Escribir esta basura. Yo hice sus películas”.
La muerte de Morrissey marca el fin de una era para el cine underground y deja un legado que sigue influyendo en cineastas y artistas contemporáneos. Su capacidad para capturar la esencia de una subcultura y su colaboración con figuras icónicas como Warhol y Reed lo consolidaron como una figura clave en la historia del cine y el arte. “Te vamos a extrañar”, escribieron muchos de sus fans. Pero además, también dijeron muchos, no se fue, sigue presente en toda la obra que dejó para todos.