En el año 1603, Juan Sánchez Cotán, un destacado pintor español del Siglo de Oro, decidió retirarse a una vida religiosa, uniéndose como hermano lego a la Orden de San Jerónimo en el Monasterio de El Escorial. Antes de este cambio de vida, Sánchez Cotán había dejado un legado significativo en el mundo del arte con sus obras de naturaleza muerta, entre las que destaca el Bodegón de caza, hortalizas y frutas, creada alrededor de 1602. Esta pintura, que actualmente se exhibe en el Museo del Prado en Madrid, es un ejemplo emblemático de la pintura barroca española, caracterizada por su meticulosa composición y el uso del claroscuro para resaltar la tridimensionalidad de los objetos.
Juan Sánchez Cotán, nacido en 1560 en Orgaz, Toledo, es reconocido como uno de los pioneros del género del bodegón en España. Durante su carrera, se dedicó inicialmente a la pintura religiosa y a los retratos, pero su habilidad para capturar la esencia de los objetos en sus bodegones le otorgó un lugar destacado en la historia del arte. Su técnica precisa y su comprensión del espacio y la iluminación son evidentes en Bodegón de caza, hortalizas y frutas, una obra realizada con óleo sobre lienzo que muestra una disposición cuidadosa de alimentos, presentada con un gran realismo.
La composición de esta obra se caracteriza por un fuerte contraste entre la luz y la sombra, con un fondo oscuro que acentúa las texturas y formas de los objetos. Este estilo meticuloso y la capacidad de Sánchez Cotán para combinar composición e iluminación hacen de sus bodegones ejemplos representativos de la pintura barroca española. La influencia de su trabajo se extendió a otros artistas del Siglo de Oro, quienes adoptaron su enfoque geométrico riguroso y su uso del claroscuro.
Juan Sánchez Cotán, un destacado pintor español del siglo XVII, es reconocido por su contribución al género del bodegón, aunque su vida tomó un giro inesperado cuando decidió ingresar a la orden cartuja. A los 43 años, Sánchez Cotán dejó Toledo, donde había desarrollado su carrera artística, para profesar como hermano lego en la Cartuja de Granada en septiembre de 1604. Esta decisión marcó un punto de inflexión en su vida, transformando su enfoque hacia una existencia más espiritual y dedicada al arte religioso.
Nacido en 1560 y bautizado en su localidad natal el 25 de junio, Sánchez Cotán es considerado el primer pintor español de bodegones documentado, aunque la mayoría de sus obras en este género fueron realizadas antes de 1603. Se cree que fue discípulo de Blas de Prado, otro pintor español de renombre, aunque no se han identificado bodegones de Prado. La familia de Sánchez Cotán tenía vínculos con Orgaz, en Toledo, y Alcázar de San Juan, donde su hermano y sobrinos también se dedicaron a las artes.
En 1610, Sánchez Cotán se comprometió junto a su sobrino Alonso a pintar un retablo para la iglesia de San Pablo de los Montes en Toledo. Durante su estancia en la cartuja granadina, entre 1615 y 1617, pintó una serie de episodios de la historia de la orden cartujana, obras que más tarde serían estudiadas por Vicente Carducho. La orden valoró no solo su talento artístico, sino también sus habilidades prácticas, que contribuyeron al mantenimiento del convento.
El cambio de vida de Sánchez Cotán hacia la vida monástica fue precedido por la elaboración de un testamento y un inventario detallado de sus bienes en agosto de 1603. Estos documentos ofrecen una visión de su carrera artística y estilo de vida, que revelan una situación económica desahogada y una vida acomodada en Toledo. Su casa estaba bien amueblada y poseía instrumentos musicales, lo que sugiere que era un hombre cultivado.
A pesar de su éxito en Toledo, donde aceptó encargos de pinturas religiosas y otras obras menores, sorprende la falta de discípulos o ayudantes documentados en su carrera. Su inventario menciona retratos, copias de pinturas venecianas y paisajes, pero de las sesenta pinturas reseñadas, solo nueve eran bodegones. Sin embargo, su legado en este género es innegable, siendo reconocido ya en el siglo XVII por su habilidad en la representación de bodegones.
Sánchez Cotán falleció en la cartuja de Granada el 8 de septiembre de 1627, coincidiendo con la fiesta de la Natividad de la Virgen y el aniversario de su profesión en la orden. Su vida y obra reflejan una transición del arte secular al religioso, dejando un legado que sigue siendo estudiado y admirado en la historia del arte español.
El legado de Sánchez Cotán en el arte del bodegón es innegable, y su obra Bodegón de caza, hortalizas y frutas sigue siendo una pieza central en la colección del Museo del Prado, donde los visitantes pueden apreciar la simplicidad y armonía de los elementos representados. La vida y obra de este pintor reflejan una transición desde el mundo secular al religioso, sin dejar de lado su contribución al desarrollo del arte en España.