“La caja mágica”: Varsovia estrena su nuevo museo de arte moderno

Ubicado en el centro de la capital, el espacio simboliza una nueva era democrática en Polonia. El diseño del arquitecto estadounidense Thomas Phifer resalta por su minimalismo y luminosidad

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La arquitectura moderna transformó a Varsovia después del comunismo, afirman expertos
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Un museo de arte moderno diseñado por el arquitecto estadounidense Thomas Phifer abrió sus puertas en la capital polaca - una estructura minimalista y llena de luz que pretende ser un símbolo de apertura y tolerancia mientras la ciudad intenta liberarse de su legado comunista.

El Museo de Arte Moderno de Varsovia se erige como una luminosa caja blanca en una de las principales calles de la ciudad. En su interior, una monumental escalera de líneas geométricas sube a los pisos superiores, donde grandes ventanales inundan de luz las salas de las galerías.

Los responsables municipales y del museo afirman que la luz y los espacios abiertos pretenden atraer reuniones y debates, y convertirse en un símbolo de la era democrática que Polonia abrazó cuando se deshizo del régimen comunista autoritario hace 35 años.

La moderna estructura contrasta del Museo de Varsovia con el Palacio de la Cultura y la Ciencia
La moderna estructura contrasta del Museo de Varsovia con el Palacio de la Cultura y la Ciencia

El alcalde de Varsovia, Rafał Trzaskowski, afirmó que la inauguración del museo es un “momento histórico para Varsovia” y que el proyecto, que más adelante incluirá un teatro, contribuirá a crear un nuevo centro urbano que ya no estará dominado por un símbolo comunista.

“Este lugar cambiará hasta quedar irreconocible, será un centro completamente nuevo”, comentó el jueves y agregó: “No ha habido un lugar así en Varsovia desde hace décadas, un lugar que se creará desde cero precisamente para promover el arte polaco, que es espectacular en sí mismo”.

Varsovia fue convertida en escombros por las fuerzas de ocupación alemanas durante la II Guerra Mundial y reconstruida con el estilo gris, a veces monótono, de los regímenes comunistas de toda Europa del Este. Pero los años de crecimiento económico de la era poscomunista han dado lugar a una moderna arquitectura de cristal, museos de vanguardia y edificios históricos revitalizados.

El museo se construyó en el solar de un antiguo aparcamiento cercano al Palacio de la Cultura y la Ciencia, un rascacielos estalinista dominante. Aunque odiado durante mucho tiempo por muchos que veían en él un símbolo de la opresión moscovita, el ornamentado palacio sigue siendo hoy un icono de la ciudad, quizá incluso el edificio más reconocido de la ciudad.

La escalera geométrica del museo de arte moderno de Varsovia conecta con salas inundadas de luz
La escalera geométrica del museo de arte moderno de Varsovia conecta con salas inundadas de luz

El museo responde con su minimalismo blanco brillante y su escala más reducida. “Es muy importante que este edificio esté situado frente al Palacio de la Cultura y la Ciencia y cambie simbólicamente el centro”, destacó la directora del museo, Joanna Mytkowska. “Es un edificio dedicado a la cultura abierta, igualitaria y democrática”.

Arquitectos estadounidenses y de otros países occidentales están dejando su impronta en Varsovia. El horizonte de la ciudad incluye una altísima torre de lujo creada por Daniel Libeskind, el célebre arquitecto estadounidense de origen polaco. La firma del británico Norman Foster creó la Torre Varso, que con 310 metros es el rascacielos más alto de la Unión Europea. Un equipo de arquitectos finlandeses diseñó el emblemático museo de historia judía de la ciudad.

El estudio de Phifer, con sede en Nueva York, es conocido en Estados Unidos por proyectos como el Museo de Arte de Carolina del Norte, el Museo del Vidrio de Corning y la ampliación del Museo Glenstone de Potomac (Maryland).

Varsovia invirtió en un proyecto arquitectónico que simboliza la apertura democrática en Polonia
Varsovia invirtió en un proyecto arquitectónico que simboliza la apertura democrática en Polonia

Cuando un periodista le preguntó si consideraba el museo de Varsovia su obra maestra, el arquitecto de 71 años no dudó en responder. “Por supuesto”, respondió. Además, remarcó que desde que empezó a trabajar en el museo, hace 10 años, era consciente de que su obra formaba parte del “notable renacimiento” de Varsovia.

La ciudad financió el proyecto de 175 millones de dólares. En las primeras semanas acogerá actuaciones y presentará varias esculturas e instalaciones a gran escala de artistas femeninas, entre ellas Magdalena Abakanowicz, Alina Szapocznikow, Sandra Mujinga y Cecilia Vicuña. La inauguración completa con su colección más amplia está prevista para febrero.

La zona que rodea el edificio está aún en construcción y acabará convirtiéndose en lo que el arquitecto denomina un “espacio foro”, que incluirá un jardín y un teatro con fachada negra, también diseñado por Phifer. No a todo el mundo le gusta la austeridad del nuevo museo, y algunos residentes lo han comparado con un búnker de hormigón.

Phifer cree que los críticos opinarán de otro modo cuando entren en el edificio y vean su diseño y cómo el fondo blanco deja espacio para que el arte “cobre vida”. “El museo es lo que yo llamaría una caja mágica. Tiene algo de misterio”, destacó y finalizó: “No entiendes realmente esta obra hasta que entras y la experimentas con el arte”.

Trzaskowski, el alcalde, dijo que todos los proyectos arquitectónicos ambiciosos están destinados a suscitar emociones. “Todos los grandes proyectos que se han construido desde cero en el mundo, como el Centro Pompidou de París, el Guggenheim de Bilbao o la pirámide del Louvre, han suscitado polémica”, comentó Trzaskowski. Las verdaderas polémicas, añadió, están por llegar cuando el vanguardista museo empiece a montar sus exposiciones.

Fuente AP

[Fotos: AP/Czarek Sokolowski]

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