“Tenía 14 años cuando, una de las muchas veces que fui a casa de mi ‘abuelo’, al que adoraba, su pareja, un fornido marroquí de gruesos mostachos, comenzó a entrar todas las noches en mi habitación, abusando de mí”. Esto, en la pantalla, lo cuenta una actriz Marion Cotillard. Pero son palabras de Mona Achache, la directora del docudrama Little girl blue. El abuelo era Juan Goytisolo, ganador del Premio Cervantes en 2014. Cuando la chica se lo contó él le sugirió no decir nada para, bueno, no arruinarle la vida.
Pero eso no es todo, no es todo. El documental muestra una cadena de mujeres abusadas en lo que Achacche llama “un linaje maldito”. Su abuela, Monique Lange -que fue pareja de Goytisolo- había sido violada en banda durante las Fiestas de San Fermín en los años 50. Monique era novelista y editora de Gallimard, la creme de la creme de las editoriales. Como tal, era parte del grupo de intelectuales de la época, entre quienes estaba el celebrado escritor Jean Genet. Bueno, Genet abusó de Carole, hija de Monique y mamá de Mona, cuando la nena tenía 12 años. Tres generaciones con el mismo destino.
En la época de Monique -dice Elvira Lindo en una columna en el diario El País- “el sexo se entendía siempre como algo liberador, sin reparar en daños colaterales”. Y tal vez eso, escribe, cegó tanto a Monique “como para dejar a su hija Carole en manos de un depravado como Jean Genet, el hombre sin duda menos indicado para cuidar de una criatura de 12 años”,
En el documental, Marion Cotillard explica: “Genet se aprovechó de su fama e influencia. La fascinación de Monique por el escritor era tan grande que quitó importancia al asunto y se limitó a destacar lo afortunada que era su hija de crecer al lado de un hombre tan talentoso y poderoso”.
Mona, que hoy tiene 43 años, hace un contrapunto: “Para mi madre, fue una tragedia. Ella solía decir que le guardaba mucho rencor a Genet, pero que fue él quien forjó su pensamiento. Los que le hicieron el mayor bien fueron los mismos que le hicieron el mayor daño. (…) Nuestro concepto de genio siempre ha estado empapado de un sexismo que alienta la cultura del abuso sexual”.
El documental, en realidad, es una adaptaciónde la novela Fille de (hija de) que escribió por Carole Achache y que empezaba diciendo: “Ya no sé si la quiero. La he protegido demasiado. Salí de su vientre como un milagro. Su nombre es Monique Lange, y tiene todos los ingredientes de un ángel. Podría prescindir de su sexo, de sus pechos, de su sangre y, sobre todo, del esperma. Y sin embargo yo vengo de ella”.
Monique Lange había conocido a Juan Goytisolo -autor de obras como Señas de identidad- en 1956, cuando Carole tenía tres años, y se casó con él en 1978, aunque sabía que el escritor era homosexual. Su madre, escribió Achache “tenía la particularidad de amar sólo a los homosexuales”. Pero no era todo rencor lo de Carole, también había mucho de admiración y una sensación de privilegio por haberse criado con grandes figuras de la cultura. Aunque hubiera tenido que pagar un precio por eso.
“Una oleada de individuos notables que querían ser libres después de la guerra. Violette Leduc, Duras, Florence Malraux, Jorge Semprun, Faulkner, Jean Genet, Queneau, Giacometti. Me codeé con ellos sin ser consciente de mi privilegio”, escribe Carole.
Goytisolo, cuando supo lo ocurrido con Amir, le pidió a Mona silencio y le habló de diferencias culturales, ya saben. Unos años antes su madre había escrito sobre Goytisolo y Amir en Marrakech: “Juan vive como un sultán. Amir es el esclavo soñado. Las mujeres cocinan y barren”. Carole Achache se suicidó en 2016.
Abuso y silencio, qué pareja estable.
Grandes escritores
Nacido en Barcelona, Goytisolo vivió gran parte de su vida en el exilio, principalmente en París y Marrakech, y fue un firme opositor de la dictadura franquista. Exploró temas de identidad, marginación y la historia de España. También escribió ensayos sobre el islam y el mundo árabe. En algunos sitios lo consideran el mejor escritor español de comienzos del siglo XXI.
Imposible no pensar, ante lo que cuenta Mona, en Andrea, la hija de Alice Munro -Premio Nobel de Literatura- quien contó que su padrastro, Gerald Fremlin, abusó de ella a los 9 años. La chica se lo contó enseguida a la mujer del padre pero Jim Munro decidió no hacer nada y seguir mandando a su hija a la casa de Alice y Gerald todos los veranos.
“Cuando me quedaba a solas con Fremlin, hacía bromas lascivas, se exhibía durante los viajes en coche, me hablaba de las niñas del barrio que le gustaban y describía las necesidades sexuales de mi madre. En aquel momento, no sabía que esto era abuso”, contó la chica.
La escritora se enteró de esto recién cuando Andrea tenía 25 años. ¿Y qué hizo? Se sintió traicionada, despechada, agarró el auto y dejó a Jim. Y después volvió con él. Cuando Andrea hizo la denuncia, madre e hija cortaron relación.