La belleza de la semana: “Cupido”, de Edgardo Giménez

El enfoque lúdico del artista transforma a la deidad romana en un mensajero pacífico. Desafiando su iconografía tradicional, invita al espectador a un mundo fascinante y armonioso

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"Cupido" dejó una marca en el Movimiento Pop argentino con materiales inusuales y simbolismo pacifista (Museo Nacional de Bellas Artes)
"Cupido" dejó una marca en el Movimiento Pop argentino con materiales inusuales y simbolismo pacifista (Museo Nacional de Bellas Artes)

Edgardo Giménez es uno de los artistas más multifacético del arte contemporáneo argentino, como puede observarse en “Cupido”, una pintura, creada en 1964 que es un ejemplo destacado del pop argentino, un movimiento que se caracterizó por la apropiación del lenguaje del arte ingenuo y el uso de materiales no convencionales como esmaltes sintéticos y plásticos.

Antes de 1964, Giménez se dedicaba principalmente a la pintura de estilo naïf. Sin embargo, su incursión en el diseño comenzó un año antes con la fundación de La oveja boba, una boutique donde exhibía sus objetos. Esta transición marcó el inicio de su exploración en el arte pop, donde el humor paródico y la belleza decorativa se convirtieron en elementos centrales de su obra.

La pintura “Cupido” representa al hijo de Venus y Marte, una deidad romana conocida por provocar pasiones amorosas. En la obra de Giménez, “Cupido” aparece como un niño alado, pero en lugar de su tradicional arco y flechas, sostiene una paloma blanca, símbolo de paz. Esta representación se sitúa en un mundo donde conviven animales salvajes y aves de corral, creando un entorno idílico que invita al espectador a sumergirse en su belleza.

Giménez no solo se destacó en la pintura, sino que también incursionó en la publicidad y el diseño de objetos y ambientes. En 1965, junto a Charlie Squirru y Dalila Puzzovio, alquiló un espacio publicitario en la esquina de Viamonte y Florida para colocar un póster gigante con sus retratos y la pregunta provocativa: “¿Por qué son tan geniales?”. Este acto fue un desafío al sistema del arte y una propuesta de estilo de vida.

El pasado publicitario de Giménez le ayudó a desafiar las convenciones creativas y desarrollar un estilo multifacético (Télam)
El pasado publicitario de Giménez le ayudó a desafiar las convenciones creativas y desarrollar un estilo multifacético (Télam)

Además de su obra “Cupido”, Giménez es conocido por otros hitos en su carrera. En 2014, creó una figura de Moria Casán de más de dos pisos de altura para la inauguración del Museo MAR de Mar del Plata. Su enfoque en el arte pop se caracteriza por su accesibilidad y su capacidad para conectar con el público sin necesidad de una preparación previa.

Giménez comenzó su carrera en publicidad a los 14 años y ha trabajado como director de arte en el Teatro San Martín y el Teatro Colón. Su versatilidad se refleja en su diseño de casas, afiches, muebles, y escenografías para cine, como la realizada para “Psexoanálisis” en 1967, considerada la primera película pop de Argentina.

El artista argentino nacido en 1942 en la ciudad de La Plata. Reconocido por su versatilidad, Giménez ha trabajado en diversas disciplinas, incluyendo la pintura, el muralismo, el grabado y el diseño. Su obra se caracteriza por la fusión de elementos populares y contemporáneos, así como por su compromiso con la identidad cultural argentina.

Giménez experimentó con técnicas gráficas y publicitarias (Télam)
Giménez experimentó con técnicas gráficas y publicitarias (Télam)

Desde sus inicios, Giménez ha explorado temáticas relacionadas con la memoria, la historia y la vida cotidiana, utilizando un lenguaje visual vibrante y una rica paleta de colores. Su estilo, influenciado por el arte popular y el surrealismo, ha resonado en el ámbito nacional e internacional, llevándolo a exponer en galerías y museos de renombre.

A lo largo de su carrera, ha participado en numerosas exposiciones colectivas e individuales, recibiendo reconocimientos por su contribución al arte contemporáneo. Además, Giménez ha sido un ferviente defensor de la integración del arte en la comunidad, participando en proyectos de muralismo y educación artística. Su legado no solo se refleja en su vasta producción artística, sino también en su influencia sobre nuevas generaciones de artistas en Argentina.

La obra de Giménez, especialmente “Cupido”, es un testimonio de su habilidad para fusionar la gráfica y la pintura, creando un estilo único que sigue siendo relevante en el panorama artístico actual. Su legado en el arte pop argentino continúa inspirando a nuevas generaciones de artistas y espectadores.

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