Juan Banville y Leonardo Padura, distinguidos con el Premio Príncipe y Princesa de Asturias de las Letras en 2014 y 2015, respectivamente, han compartido su visión sobre la novela negra ante unos 1.300 lectores en Oviedo. Hablando ante una multitud de clubes de lectura de varias comunidades, ambos autores señalaron que la esencia de sus obras no reside en los crímenes, sino en la exploración de la condición humana. Padura señaló que la razón de ser de sus novelas es la indagación de las condiciones humanas, ofreciendo una perspectiva lo más abierta posible. La novela negra, según explicaron, es un vehículo para entender más profundamente los comportamientos y motivaciones humanas.
En un análisis sobre la relevancia de sus personajes, Banville, conocido por el seudónimo de Benjamin Black, comentó que, en sus narrativas, los humanos que han muerto son tan significativos como los criminales mismos. Esta reflexión resalta la importancia de lo que significa haber arrebatado una vida, un dato destacado por EFE en sus reportajes sobre el evento en Oviedo. “Muchas veces lo importante no es si hay crimen o no,” expresó Banville. Esto subraya que el verdadero centro de la trama se encuentra en transmitir lo que significa ser humano.
Padura, autor de la serie protagonizada por el detective Mario Conde, considera esencial respetar a los lectores. Insiste en que el objetivo principal es que los lectores se sientan “vivos”. En esta misma línea, Banville reitera que su meta es crear historias que resuenen más allá de la simple narrativa de un crimen, apuntando hacia un entendimiento más profundo de la humanidad, una reflexión que disfruta compartiendo con sus lectores a través de la intriga y el misterio.
En el evento también se debatió sobre la evolución y adaptación de la novela negra a las nuevas generaciones. Tanto Padura como Banville consideran que la novela negra continúa siendo un género relevante, pues permite explorar aspectos críticos de la sociedad y la conducta humana de formas innovadoras. “La mejor historia es aquella en la que el asesino es un elemento que entra a jugar en esa construcción que es la novela”, comentó Padura, destacando que el crimen es simplemente un elemento más en el intricado entramado de la vida.
Para estos dos maestros del género, combinar lo emocional con lo racional es clave. La capacidad de mantener un equilibrio entre el suspense y la complejidad emocional es lo que distingue a sus obras. La literatura, para ellos, es un ejercicio continuo de comprensión, algo que insinuaron que los escritores deben realizar de forma constante.
La conversación también tocó el paso del tiempo y su efecto en la narrativa. Según las observaciones de EFE, Banville sostuvo que tanto el autor como los lectores deben crecer con las historias. Un libro, en definitiva, es solo una excusa para cuestionar la existencia humana. “Respetar a los lectores es primordial,” afirmó Banville, al señalar que las obras deben sentirse atemporales y relevantes.
Así, el encuentro en Oviedo resultó ser un profundo intercambio de ideas sobre la narrativa y el papel de la novela negra. Ambos autores, respaldados por sus respectivas trayectorias, confirmaron que este género literario es una poderosa herramienta para explorar la naturaleza humana. Con cada nuevo libro, Padura y Banville continúan ampliando los límites de la literatura, demostrando que la curiosidad por entender la vida y sus complejidades sigue siendo inagotable.
Personajes “hechos de palabras”
Banville ha explicado que sus personajes están “hechos de palabras, no son seres humanos”, por lo que prefiere no hablar de ellos como si fueran reales.“Son inventos, son sueños”, ha indicado en un encuentro en el que ha recalcado que su vocación literaria nació siendo adolescente y aún le permite “maravillarse y sorprenderse ante el mundo” que le rodea. El escritor ha apuntado que firmar como Banville o como Black no significa que sea “dos criaturas independientes”, si bien ha dicho que implica un estilo diferente porque escribir bajo este seudónimo le permite hacerlo con más espontaneidad.
Preservación de la memoria
Padura ha relatado al público que, en su opinión, la literatura es un ejercicio de “liberación” y que como escritor tiene la “responsabilidad” de rescatar la memoria para que determinadas situaciones “oscuras” no se olviden. En su intervención, ha avanzado que “en un futuro” Mario Conde “regresará” con nuevas aventuras, un personaje que a lo largo del tiempo se ha ido “corporizando y adoptando una proporción casi humana”.
En el acto también ha tomado la palabra la directora de la Fundación Princesa de Asturias, Teresa Sanjurjo, para expresar el compromiso de la institución con las bibliotecas públicas, que contribuyen a generar “cultura y arraigo” y con las que los vínculos han ido creciendo “año tras año”.
Banville obtuvo el Premio Príncipe de las Letras en 2014 por su “inteligente, honda y original creación novelesca”, a través de una prosa abierta “a deslumbrantes espacios líricos a través de referencias culturales donde se revitalizan los mitos clásicos y la belleza va de la mano de la ironía”.
Padura, por su parte, fue distinguido al año siguiente en la misma categoría por ser un autor “arraigado en su tradición y decididamente contemporáneo, un indagador de lo culto y lo popular, un intelectual independiente, de firme temperamento ético”.
Fuente: EFE
[Fotos: EFE/Paco Paredes]