“Lo que yo soñé, los sueños de mi juventud, se están derrumbando uno a uno”, confiesa Mabel Pagano en diálogo con Infobae al hablar sobre su libro Nunca nos fuimos. Seis cuentos peronistas, que ahora se puede descargar gratuitamente desde Bajalibros. La autora, que milita en el peronismo desde sus 20 años, rememora con nostalgia su participación en “todas las plazas” y su convicción de que vería “otro escenario” en su país desde aquel 17 de octubre de 1945.
Nunca nos fuimos. Seis cuentos peronistas
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Pagano recuerda con tristeza los días de esperanza y los logros que se pensaron posibles, pero reconoce que todo “se vino abajo mal”. Con una sinceridad que duele, admite que “mi partido tuvo culpas en esto”, refiriéndose a las decepciones que alejaron a la gente de aquel ideal y que hoy, dice, se traducen en la “enorme pobreza” y el “hambre en la Argentina”.
¿Su mayor anhelo? Que “se pueda revivir aquel 17 de octubre de 1945, cuando la clase obrera irrumpió en la historia nacional”. Editado por Leamos ―el sello editorial de Infobae―, Nunca nos fuimos. Seis cuentos peronistas recoge anécdotas y sentimientos en torno a los diferentes períodos del movimiento político. La autora recorre la historia del peronismo, y explora lo que este movimiento significó ―y aún lo hace― en la vida de las personas.
El libro reúne una serie de relatos que exploran la historia y el impacto del peronismo en la vida cotidiana de la Argentina. A través de personajes que encarnan las luchas, esperanzas y desencantos de distintas épocas, Pagano construye un mosaico de situaciones que reflejan la persistencia de un movimiento en el tiempo.
Las narrativas atraviesan momentos emblemáticos del país, desde el fervor de las primeras manifestaciones hasta la nostalgia por un pasado que no termina de desaparecer. Con un estilo que combina precisión y sensibilidad, la autora da voz a quienes vivieron y viven el movimiento desde lo más profundo, mostrando cómo el peronismo sigue presente en la memoria colectiva.
Pagano lo escribe con precisión y afecto, como quien lo lleva en la carne. “Cómo me gustaría volver a cuando se produjo una revolución que no costó una gota de sangre y que permitió que una multitud siguiera un hombre para poder ingresar definitivamente la clase obrera en el escenario de la patria”, expresa la autora.
Mabel Pagano es una escritora reconocida. Con más de veinte libros publicados, el éxito editorial también forma parte de su trayectoria: recibió un centenar de premios literarios, entre ellos el Emecé, el de los gobiernos de la ciudad de Buenos Aires, de Córdoba y de San Luis, el de Editorial Atlántida, Fundación Fortabat y dos veces el del Fondo Nacional de las Artes. Y en Nunca nos fuimos. Seis cuentos peronistas, Pagano decide entrelazar en este libro la literatura y el peronismo.
“Nunca nos fuimos”
Con gran destreza y una profunda experiencia, la autora recrea el ambiente de aquella época, y construye escenas emblemáticas a lo largo de los seis cuentos.
Por ejemplo, en uno de ellos, cuenta la historia de un hombre que repinta el garaje, ese lugar que alguna vez fue una unidad básica. En otro, la narración de un hombre al que se llevaron en un Falcon verde y regresó, aunque de una manera distinta. O el relato de dos jóvenes que salieron a luchar por el boleto estudiantil, cuyo destino ya es conocido; el conscripto que cambia de bando durante el ataque al batallón Viejobueno, el Primer Trabajador y la Abanderada de los Humildes, tiempo después, mucho después.
Estos son solo algunos de los personajes que habitan Nunca nos fuimos. La autora describe con sensibilidad, a partir de hechos históricos, cómo el peronismo impregna cada rincón de la vida cotidiana. “Cada cuento tiene un momento particular y todos se insertan perfectamente en la historia de nuestro país. No creo que haya algo que agregar; cada relato refleja su tiempo y mantiene vigencia en el presente”, señala Pagano.
En su cuento “Noche de paz, noche de fe”, Pagano escribe: “Jorge entró en la ferretería y lo primero que vieron sus ojos fue el gran póster del General, con la banda y sonriente, y al costado uno más chico de Evita que reproducía la tapa de La razón de mi vida. Jorge se detiene frente a esas imágenes, hasta que su padre lo sorprende colocándole una mano en el hombro y preguntándole: “¿te acordás?”.
Y sigue: “Las puso tu abuelo. Qué grande el viejo. Era radical, de Yrigoyen, como siempre aclaraba, y al fin se hizo peronista. Siguiendo la lógica, decía. En el 55 las tuvimos que sacar y yo las repuse cuando volvió el General y él ya no estaba. Pero no sé si no voy a tener que sacarlas de vuelta. Está todo muy feo, Jorgito. Y creo que va para peor. Por suerte, como dice tu madre, en el regimiento estás más seguro que en la facultad”.
En “El general y las cenizas”, Pagano presenta una historia cargada de simbolismo y desilusión política. El relato sigue a un grupo de militantes que, tras años de represión y olvido, planean el regreso del General, figura que representa la esperanza y la lucha popular. Sin embargo, a medida que avanzan los preparativos, la ilusión de un retorno que restaure los viejos ideales se desmorona frente a la realidad.
La trama revela la fragilidad de las promesas y la fuerza de los recuerdos, que contrastan con el fervor de los personajes, con la inevitable desaparición de las figuras que admiraban. El cuento trae la idea de un pasado que no logra revivir, convertido en cenizas que se disipan en el aire, que deja a los protagonistas enfrentados a la desolación y al vacío de sus propios sueños.