Marcelo El Haibe: “Hay una tendencia mundial a modificar la actitud de expolio”

Infobae Cultura dialogó con el gran referente en la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales sobre algunas de las claves de su trabajo en Interpol, en el marco de una conferencia que realizará en el Club Francés

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Marcelo El Haibe
Marcelo El Haibe

Desde hace tres décadas, Marcelo El Haibe es el gran referente en la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales, desde arqueológicos a obras de arte, desde su lugar como comisario general de la Policía Federal Argentina e Interpol, donde fue fundamental en la creación de la primera base de datos de objetos robados, en 2002, que permite consultas anónimas en línea.

Desde su trabajo, El Haibe fue clave para la recuperación de más de 10.600 objetos culturales en los últimos quince años, según datos del Departamento de Protección del Patrimonio Cultural de Interpol Argentina, siendo uno de los casos más resonantes el regreso en 1998 de una pintura de Esteban Murillo, valorada entre USD 1,5 y 3,5 millones, al Museo Estévez de Rosario, donde había sido robada 35 años antes.

El Haibe dialogó con Infobae Cultura antes de recorrer sus experiencias, “las causas y medidas, cómo prevenirlo y cómo se investiga” en la conferencia sobre tráfico ilícito, organizada por la Comisión de Cultura del Club Francés, que presentará este miércoles 18, a las 18.30 hs.

El Haibe, quien también es abogado y miembro de Interpol desde 1995, se dio cuenta en 1998 de la falta de registros oficiales y políticas de prevención del tráfico ilícito de bienes culturales, por lo que desde entonces se ha especializado en cuestiones de patrimonio, capacitando a otros y promoviendo proyectos tanto a nivel regional como internacional.

El Haibe recibió la orden Cavaliere dell’Ordine della Stella d’Italia en 2023 (Embajada de Italia en Buenos Aires)
El Haibe recibió la orden Cavaliere dell’Ordine della Stella d’Italia en 2023 (Embajada de Italia en Buenos Aires)

Además de su labor en la policía, es Secretario de Posgrado del Instituto Universitario de la Prefectura Naval Argentina y miembro permanente del Comité Argentino de Lucha contra el tráfico ilícito de Bienes Culturales desde su creación en 2003. En 2015, fue nombrado consultor experto por la Unesco y el año pasado fue nombrado Cavaliere dell’Ordine della Stella d’Italia.

Gestor Cultural de la Universidad de Tres de Febrero y una Diplomatura en Gestión Cultural, Patrimonio y Turismo Sustentable de la Fundación Ortega y Gasset Argentina, El Haibe también es Magister en “Patrimonio Artístico y Cultura en Sudamérica Colonial” por la Facultad de Filosofía y Letras de la U.B.A., y su tesis fue publicada en el libro El Tráfico Ilícito de Bienes Culturales Coloniales en la República Argentina.

¿De qué se encarga este área de Interpol?

— En Interpol trabajamos en la búsqueda con el objetivo de recuperación de todo el patrimonio cultural, que incluye desde el arqueológico a las obras de arte. El último caso importante, por mencionar uno, que es el del cuadro de Esteban Murillo robado en el año 83 en Rosario, lo recuperamos en el 2018.

"La asunción de Santa Catalina", de Esteban Murillo, en el Museo Estévez
"La asunción de Santa Catalina", de Esteban Murillo, en el Museo Estévez

Escribiste un libro sobre el tráfico de objetos de la época colonial, ¿es en Argentina el patrimonio que está más en peligro?

— Sí, todo lo colonial tiene menor protección porque muchos de esos bienes están dentro de la Iglesia, y la Iglesia en muchos casos no tiene una seguridad especialmente diseñada. Es más, hay objetos litúrgicos que se siguen usando y entonces no es que están protegidos detrás de una vitrina con alarma. Entonces quedan en la capilla, y a veces ingresan en horarios que no son de misa o de visita y se los roban, es algo que pasa permanentemente.

Claro, pero que algo esté detrás de una vitrina significa que no vaya a ser robado.

— Por supuesto, hay cosas más accesibles que desaparecen todo el tiempo y casi que pasa desapercibido. Puede parecer que no, pero los bronces en la calle, que es un robo común, no solamente son manijas de puertas, sino también son objetos, ornamentos, de muchos años de antigüedad en algunos casos, verdaderas obras de arte que nunca se recuperarán.

¿Cómo funciona el mercado del tráfico ilícito?

— Generalmente el comprador es externo. En la ruta de los bienes culturales, hay países que son adquirentes, compradores, consumidores de esto, y otra parte que son proveedores. Porque la oferta y la demanda provoca este tipo de cosas. Esto ocurre permanentemente. Los bienes culturales no escapan a esta lógica de los bienes y servicios. Por lo tanto, los ciudadanos de Europa y Estados Unidos son, generalmente, quienes adquieren muchos de estos bienes.

"En Argentina hay robo de obras de arte, de arqueología, de paleontología, porque hay mucha superficie que es imposible controlar", dijo
"En Argentina hay robo de obras de arte, de arqueología, de paleontología, porque hay mucha superficie que es imposible controlar", dijo

Desde hace unos años los museos de estos países comenzaron a devolver patrimonio expoliado durante el colonialismo o la Segunda Guerra, por ejemplo, ¿eso generó algún cambio en el mercado?

— Ha cambiado la conciencia de la ciudadanía, que es la que modifica la postura de sus gobernantes. Y entonces ha cambiado la concientización en estos términos, que le exige a sus representantes que no cometan este tipo de delitos, que es comprar cosas robadas. Entonces los museos, a través del ICOM, el Consejo Internacional de Museos, tienen un código de ética que ahora se aplica con mayor rigurosidad, se le consulta a otros museos, al ICOM, a ver si pueden o no comprar este tipo de objetos. Realmente hay una tendencia mundial a modificar la actitud de expolio, a comprar cosas sin identificar bien de dónde es su procedencia.

Y eso no pasaría tanto con las casas de subastas, que generalmente tienen más denuncias. De hecho, muchas veces pasa que hasta retiran objetos el día mismo de la venta.

— Bueno, acá hay que diferenciar lo que son obras de arte de los restos paleontológicos, por ejemplo, porque no todo el mundo tiene el mismo nivel de protección. En Latinoamérica sí existe un nivel alto de protección, inclusive muchas constituciones los protegen y no están a la venta. O sea, está prohibida su venta al público, no se pueden comprar o vender. Hay algunas excepciones, como que sean anteriores a la existencia de esta ley, que fueron registradas como propias, entonces sí pueden ofrecerlas primero a la venta al Estado y después, si el Estado no considera que es importante para adquirirla la puede vender a otro. Esa es la excepción. Pero la regla es que no se puede comprar eso en el mercado. Está prohibido. No así en otros países como los países europeos, salvo Italia y España, que también protegen los bienes culturales arqueológicos. Los demás países europeos no son tan rigurosos. Entonces, en muchas casas de subastas lo tienen a la venta. Esgrimen que lo compraron mucho antes de la existencia de esa ley, o 100 años antes, que lo tenía una familia en su casa. Entonces no hay manera de probar su ingreso, por lo tanto, lo venden y cuando hay algún problema lo sacan de subasta, de exhibición y la justicia de ese país no puede hacer mucho porque no está bien protegido.

En el caso del arte, ¿cuál es el porcentaje que hay de tráfico en el país?

— Es difícil de precisar, porque en Argentina hay robo de obras de arte, de arqueología, de paleontología, porque hay mucha superficie que es imposible controlar, y hay acciones ilegales que no están notificadas a la autoridad de aplicación. Entonces se sacan objetos y después se los llevan al exterior de alguna manera y lo venden.

El Museo Nacional de Bellas Artes, escenario del robo más importante de obras de arte del país.
El Museo Nacional de Bellas Artes, escenario del robo más importante de obras de arte del país.

¿Con las obras de arte pasa un poco como con las personas desaparecidas, que las primeras 24 ó 48 horas son vitales?

— En el tema de las obras de arte, en muchos casos, hay que tener paciencia porque depende también del tipo de delincuente. Si es un delincuente ocasional, seguramente las vende rápido para sacársela de encima. Ahora si es un profesional, las “enfría”, las deja pasar un tiempito para volverlas a vender. De cualquier manera, la prescripción adquisitiva de estos objetos es muy alta, muy larga. Por lo tanto, es muy difícil que alguien compre una obra de arte reconocida internacionalmente o nacionalmente porque no la puede vender nunca.

En ese sentido, ¿cómo ves la posibilidad de recuperar las obras robadas al Museo Nacional de Bellas Artes en el ‘80 y que se asegura que están en Taiwán?

— Sí, es un problema, porque Taiwán, no investiga. Yo hablé con ellos, hemos enviado pedidos a través de exhortos judiciales. Y no nos responden. La verdad es que no sé si habrá alguna cuestión política, pero no nos responde. Ahora bien, el que la tenga, ya sea en Taiwán o cualquier país del mundo, no va a poder enajenarlas, venderlas a un precio razonable, porque saben que se están comprando un problema a un precio bajo.

Claro, se podría pedir que en caso de que salgan de cualquier país, que las recuperen para Argentina.

— Sí, tienen pedidos de secuestro internacional, esas son obras bien conocidas. Cualquier persona puede consultar la base de datos de Interpol, por lo tanto antes de comprar algo se supone que van a consultar. Nadie debería animarse a pagar un millón de dólares por una obra que tiene una alerta internacional, además.

Conferencia de Marcelo El Haibe, Tráfico ilícito de bienes culturales, miércoles 16, 18.30 hs, en el Club Francés, Rodríguez Peña 1832, CABA. Entrada libre y gratuita, con reserva previa: clubfrances1832@gmail.com

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