“Categoría cinco”: el libro que radiografía las supertormentas que vivimos y explica qué las alimenta

Porter Fox navegaba tranquilo hasta que el mar se levantó como una bestia y lo envolvió. A partir de esa experiencia escribe un libro en que traza la historia de estos fenómenos meteorológicos que se vuelven cada vez más grandes y peligrosos

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Una inundación provocada por el huracán Milton en Florida, octubre de 2024. (CHANDAN KHANNA / AFP)
Una inundación provocada por el huracán Milton en Florida, octubre de 2024. (CHANDAN KHANNA / AFP)

Una tarde de septiembre, un joven marinero navegaba cerca de la costa de Maine. Había pasado la semana luchando contra los elementos, reparando su pequeño barco mientras lo sacudían olas que parecían interminables. Pero en esta ocasión, un golpe repentino de viento lo tomó desprevenido. El mar se levantó como una bestia, y antes de que pudiera reaccionar, una ola gigantesca lo envolvió por completo. El agua inundó su pequeña embarcación, y por un momento, creyó que su destino estaba sellado. Pero milagrosamente, el barco se enderezó y, con él, volvió la esperanza de escapar de la tormenta. Ese joven era Porter Fox, el autor de Category Five Superstorms and the Warming Oceans That Feed Them (Las supertormentas de categoría cinco y el calentamiento de los océanos que las alimentan). La tormenta lo había encontrado: “Yo no elegí escribir esta historia”, dice. “No la busqué, ni la desenterré, ni tuve una lluvia de ideas con mi editor. La historia me envolvió desde muy joven, y la única salida era contarla”.

En su libro, publicado el mes pasado, lo narra así: “Estaba asustado, pero también vio algo de belleza en la tormenta: el caos, la potencia de la naturaleza sin paliativos, la fuerza de un cambio atmosférico, la inercia de billones de moléculas agitándose y desplazándose por el cielo. El viento que se mueve a esa velocidad tiene peso y forma. Se convierte en una masa semisólida capaz de doblar acero, arrancar árboles o partir por la mitad el mástil de un barco. No puedes evitar maravillarte en medio de un golpe”.

Este inicio anecdótico es más que una memoria personal: es una metáfora de lo que Fox describe como la lucha entre el ser humano y la naturaleza desatada, una lucha que, en los tiempos del cambio climático, parece cada vez más desigual. En su libro, Fox detalla cómo las supertormentas, fenómenos que alguna vez fueron excepcionales, se están convirtiendo en la nueva norma en un planeta donde los océanos, sobrecalentados por la actividad humana, alimentan ciclones cada vez más destructivos.

"Supertormentas", el libro de Porter Fox.
"Supertormentas", el libro de Porter Fox.

“Los chamanes mayas conocían este viento. Los jefes taínos lo conocían. John Cabot, Amerigo Vespucci y James Cook navegaron ante él”, escribe, científico y literario, Porter Fox. “El calor del sol, en gran parte almacenado en las profundidades del océano durante eones, junto con la rotación del planeta, crea estos vientos, que son tan fuertes y constantes que han esculpido cuencas oceánicas, formado cadenas de islas, transportado ecósferas, creado sistemas climáticos y meteorológicos globales y transportado tormentas destructivas a lo largo de miles de kilómetros”.

Después de Milton en Florida

Hoy, mientras el huracán Milton deja una estela de destrucción en Florida, con al menos 16 muertos hasta el momento, las advertencias de Fox cobran relevancia inmediata. La tormenta, que inicialmente parecía un huracán más en la temporada, rápidamente escaló a una categoría cinco, con vientos de más de 250 kilómetros por hora, arrasando con comunidades costeras y generando una marejada ciclónica que se cobró vidas y destruyó infraestructuras. Según Fox, estas tormentas “no son anomalías” sino “la nueva realidad” de un clima global que cambia a un ritmo acelerado debido al calentamiento de los océanos.

En el libro, Fox argumenta que la relación entre el aumento de la temperatura de los océanos y la intensidad de los huracanes es directa. Los mares más cálidos proporcionan la energía necesaria para alimentar ciclones cada vez más potentes, que en ocasiones se intensifican en cuestión de horas, dejando poco margen para la evacuación o preparación.

Casas destruidas en Florida, tras el paso del huracán Milton. (REUTERS/Ricardo Arduengo)
Casas destruidas en Florida, tras el paso del huracán Milton. (REUTERS/Ricardo Arduengo)

Una de las lecciones más impactantes del libro es que, aunque el cambio climático puede sentirse abstracto para muchos, sus efectos son terriblemente concretos para quienes viven en las costas del mundo. Fox destaca que las regiones más afectadas por las supertormentas son, paradójicamente, las que menos han contribuido al calentamiento global: islas del Caribe, el sudeste asiático y pequeñas naciones costeras en África.

“El océano ha sido nuestro escudo”, escribe Fox, en referencia a cómo los mares han absorbido la mayor parte del calor generado por la actividad humana, retrasando lo que podría haber sido un aumento aún más drástico de las temperaturas globales. Pero este “escudo” ahora está roto. Los océanos, que representan el 97 % del agua de la Tierra, se están sobrecalentando. “El calor se está concentrando en la capa superior del océano, generando tormentas con una ferocidad que no hemos visto en siglos”, sostiene.

Ejemplos claros: la intensificación de los huracanes

En Category Five Superstorms, Fox cita numerosos ejemplos de cómo los huracanes han incrementado su potencia en las últimas décadas. Por ejemplo, el huracán Katrina, que devastó Nueva Orleans en 2005, alcanzó una fuerza destructiva en parte debido a las cálidas aguas del Golfo de México. De manera similar, el huracán Dorian, que destruyó partes de las Bahamas en 2019, se intensificó de una tormenta tropical a un huracán de categoría cinco en menos de 48 horas, debido a las aguas calientes sobre las que se desplazaba.

Fox también resalta el fenómeno de la “rápida intensificación”, un término que ha ganado notoriedad en los últimos años. El concepto describe cómo algunas tormentas aumentan su potencia en poco tiempo, un proceso impulsado por la temperatura anormalmente alta del agua. Los huracanes de categoría cinco son cada vez más frecuentes debido a este fenómeno, apunta Fox, citando estudios que demuestran un aumento del 20 % en la frecuencia de estos eventos desde la década de 1970.

La fuerza del huracán. Aquí en Bradenton, Florida, EE.UU. (EFE/ Cristobal Herrera-ulashkevich)
La fuerza del huracán. Aquí en Bradenton, Florida, EE.UU. (EFE/ Cristobal Herrera-ulashkevich)

Uno de los momentos más reveladores del libro se encuentra en la explicación de cómo la humanidad ha influido en estos eventos. “Al añadir calor a los sistemas cerrados del planeta, estamos haciendo que las tormentas sean más fuertes, las lluvias más intensas y los huracanes más potentes”, escribe Fox, señalando el impacto directo de la acción humana en la aceleración del ciclo climático.

El futuro incierto de los océanos

A medida que el calentamiento global continúa, Fox advierte que las tormentas seguirán empeorando. Los océanos están absorbiendo más calor que nunca, y esto está afectando a los sistemas meteorológicos en todo el mundo. “Lo peor está por venir”, dice Fox al describir cómo el aumento de las temperaturas oceánicas está alimentando tormentas de una magnitud sin precedentes

A pesar de los sombríos pronósticos, el autor señala que hay pasos que se pueden tomar. Desde mejorar las infraestructuras costeras hasta reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la humanidad todavía tiene la oportunidad de mitigar los efectos más devastadores del cambio climático. Pero la ventana para actuar se está cerrando rápidamente.

Amenaza de tormenta en México.  (Facebook Mara Lezama)
Amenaza de tormenta en México. (Facebook Mara Lezama)

Qué podemos hacer

En Category Five Superstorms and the Warming Oceans That Feed Them, Porter Fox enfatiza que, aunque las supertormentas y el calentamiento de los océanos ya están afectando severamente el planeta, aún existen acciones que pueden tomarse para mitigar los efectos más devastadores del cambio climático. A lo largo del libro, Fox ofrece varias recomendaciones y medidas que podrían ayudar a reducir la velocidad y el impacto de estos fenómenos climáticos extremos:

  • Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero: La principal causa del calentamiento global es la acumulación de dióxido de carbono y otros gases en la atmósfera. Fox destaca que reducir drásticamente estas emisiones es esencial para limitar el calentamiento de los océanos y, en consecuencia, la formación de tormentas más potentes. Esto requiere una transición acelerada hacia fuentes de energía renovable como la solar y la eólica, así como la disminución del uso de combustibles fósiles.
  • Adaptación de infraestructuras costeras: Las áreas costeras son las más vulnerables a las supertormentas, y Fox señala que se necesita mejorar la infraestructura en estas zonas. Esto incluye la construcción de barreras contra inundaciones, la implementación de sistemas de drenaje más efectivos y la creación de edificaciones más resistentes a los huracanes. Estas medidas ayudarían a reducir el daño causado por las marejadas ciclónicas y las inundaciones.
  • Conservación y restauración de ecosistemas marinos: Fox subraya que los océanos juegan un papel crucial en la regulación del clima, y protegerlos es fundamental para frenar el calentamiento. La protección de ecosistemas marinos, como los arrecifes de coral y los manglares, puede reducir la vulnerabilidad de las costas al actuar como barreras naturales contra tormentas e inundaciones. También es importante reducir la contaminación marina y detener la sobrepesca, que afecta negativamente a la biodiversidad oceánica.
  • Mejorar los sistemas de alerta temprana y evacuación: A medida que las tormentas se intensifican más rápidamente, Fox aboga por el desarrollo de sistemas de alerta temprana más precisos y efectivos. Estos permitirían que las personas en zonas de riesgo puedan evacuar con suficiente antelación, minimizando la pérdida de vidas. Además, mejorar las rutas de evacuación y las infraestructuras de emergencia es esencial para gestionar crisis.
  • Educación y conciencia pública: Finalmente, Fox destaca la importancia de la educación y la concienciación sobre el cambio climático. Las personas deben entender que las decisiones cotidianas, como el consumo energético y el uso de transporte, tienen un impacto en el calentamiento global. También es crucial que los gobiernos y las empresas tomen medidas serias para abordar la crisis climática y fomenten políticas ambientales más estrictas.

Una nueva era

Casi al final del libro, Fox relata una conversación con un viejo capitán al que conoció mientras investigaba para su obra. El capitán, que había pasado la mayor parte de su vida navegando por los mares del Caribe, describió cómo las tormentas habían cambiado durante su carrera. Aunque Fox no cita directamente estas palabras, la conversación reflejó el sentimiento de que las tormentas que solían ser raras se han vuelto más grandes y más destructivas con el tiempo. Este relato resume el mensaje central de Fox: estamos en una nueva era, en la que los océanos, que durante tanto tiempo fueron fuente de vida y sustento, ahora se están convirtiendo en el origen de una amenaza global cada vez mayor.

Este relato resume el mensaje central de Fox: estamos en una nueva era, una era en la que los océanos, que durante tanto tiempo fueron fuente de vida y sustento, ahora se están convirtiendo en el origen de una amenaza global cada vez mayor.

Quién es Porter Fox

♦ Porter Fox es escritor y editor, con un enfoque en temas de naturaleza y medio ambiente.

♦ Sus obras incluyen Northland: A 4,000-Mile Journey Along America’s Forgotten Border; DEEP: The Story of Skiing and the Future of Snow y The Last Winter: The Scientists, Adventurers, Journeymen, and Mavericks Trying to Save the World.

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