El ilusionismo pictórico llega a Viena gracias a una exposición única en Austria dedicada a Rembrandt Harmenszoon van Rijn, más conocido como Rembrandt (1606-1669), uno de los más grandes maestros del barroco holandés, y su discípulo Samuel van Hoogstraten (1627-1678).
Cincuenta y siete obras expuestas, veintinueve de ellas de Van Hoogstraten, se exponen a partir de esta semana en el Museo de Historia del Arte de la capital austríaca. Titulada “Rembrandt-Hoogstraten: Color e ilusión”, disponible hasta el próximo 12 de enero, muestra cómo ambos artistas dominaron el uso de la luz, el color y la perspectiva para crear representaciones visuales de sorprendente realismo.
“La idea principal no era organizar otra exposición de Rembrandt, porque creo que ya se han hecho muchas grandes exposiciones sobre el Maestro. Buscaba un enfoque especial para poder hacer nuevos descubrimientos o poner a Rembrandt en un lugar destacado”, explica la curadora de la exposición, Sabine Pénot.
Cuenta que la idea era dedicar una exposición a dos maestros, “un Rembrandt muy famoso” y luego a uno de sus discípulos, Samuel van Hoogstraten, “un alumno de gran talento, pero no tan conocido”.
Expresa que la razón por la que eligió a van Hoogstraten es que “al final de su vida escribió un tratado sobre el arte de la pintura. Y esta es la fuente directa que tenemos sobre lo que ocurrió en el estudio de Rembrandt y sobre los puntos de vista de Rembrandt sobre el arte y la teoría del arte”.
La exhibición brinda una oportunidad única para admirar reconocidas obras de Rembrandt, como sus célebres autorretratos, ‘Mujer joven en un marco’ y ‘Predicación de Juan el Bautista’, así como piezas clave de Van Hoogstraten, como ‘Viejo en la ventana’ y ‘Plaza principal dentro del castillo imperial en Viena’.
Además de las piezas de la colección permanente del museo, la muestra incluye préstamos de importantes instituciones como el Museo Louvre de París, el Thyssen-Bornemisza de Madrid, la National Gallery de Londres, el Rijksmuseum de Amsterdam y el Museo Metropolitano de Nueva York.
“Van Hoogstraten nos ayuda a entender mejor a Rembrandt, sobre todo en materia de luz, color y perspectiva”, señala Pénot.
La muestra destaca la influencia de Rembrandt en la obra de Van Hoogstraten, quien supo trasladar el ilusionismo de su maestro a sus propias creaciones. La exposición no sólo profundiza en la relación entre maestro y alumno, sino también en su mutuo interés por la ciencia, en especial por el estudio de la óptica y los efectos de la luz.
“Rembrandt es uno de los más grandes maestros del siglo XVII. Y hay otros pintores que desarrollaron la idea de la perspectiva. Samuel van Hoogstraten es uno de ellos, porque se hace cargo de esta preocupación y búsqueda de la ilusión. Y lo ves en estos retratos en los que las figuras parecen salir del marco. Esto lo aprende de Rembrandt”, señala la curadora.
El ilusionismo del siglo XVII sigue fascinando a las generaciones actuales. La exposición culmina con una instalación interactiva, donde los visitantes pueden experimentar con la ilusión óptica, adentrarse aún más en el mundo de Rembrandt y Van Hoogstraten, resaltando la relevancia atemporal de sus técnicas.
“Creo que el gran público no conoce a Samuel van Hoogstraten (...) Así que espero que descubra su arte ecléctico, su estilo diverso. Pero, por supuesto, destacamos aquí su extraordinaria capacidad para representar cuadros ilusionistas y para engañar al ojo. Tiene un ingenio que es muy apreciable”, concluyó la comisaria de la exposición.
Fuente: EFE. Fotos: EFE/ Juan Aguilar