En Carrera y familia. El largo viaje de las mujeres hacia la igualdad, Claudia Goldin -Premio Nobel de Economía 2023- analiza el largo camino de las mujeres para equilibrar su vida profesional y familiar. Desde las primeras generaciones del siglo XX hasta el presente, Goldin expone cómo las decisiones y oportunidades de las mujeres han cambiado y cómo esas transformaciones han afectado su capacidad para combinar una carrera exitosa con una vida familiar plena.
Carrera y familia
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El libro empieza con una experiencia personal: Goldin -muchos años antes del Nobel- fue invitada a revisar un informe para una agencia internacional, junto con dos economistas hombres. Meses después, descubrió que su remuneración por el trabajo había sido considerablemente menor que la de sus colegas masculinos, a pesar de haber hecho la misma tarea. Aunque el error fue corregido, la situación no deja de ser irónica: el informe trataba sobre la igualdad de género dentro de la misma agencia. ¿Esto la marcó? Sí, pero para ella, si bien corregir estas injusticias es crucial, la raíz del problema de la brecha de género es más profunda.
Dice Goldin: Lilly Ledbetter, la mujer cuyo nombre lleva la Ley Igualdad de Salario en Estados Unidos, “y las mujeres que comparten algunas de sus experiencias saben que la brecha salarial de género es real. Es uno de los temas más importantes de nuestro tiempo”.
La brecha salarial y sus causas
Uno de los puntos principales del libro es que la diferencia salarial entre hombres y mujeres no se debe solo a la discriminación directa. Según Goldin, hay factores más sutiles, como las decisiones sobre maternidad y las responsabilidades de cuidado, que influyen significativamente. Por ejemplo, un estudio citado en el libro muestra que, tras graduarse con un MBA de la Universidad de Chicago, hombres y mujeres ganan salarios similares. Sin embargo, trece años después, las mujeres ganan solo 64 centavos por cada dólar que ganan los hombres.
Este dato evidencia que las mujeres suelen ver un estancamiento en sus ingresos a medida que pasan los años, que generalmente coincide con la llegada de los hijos. Es aquí donde Goldin introduce el concepto de “greedy work” (tarea absorbente), trabajos con horarios largos e inflexibles que se recompensan con altos salarios y ascensos a quienes pueden dedicarles todo su tiempo. Las mujeres, especialmente las madres, suelen quedar fuera de esos roles debido a la necesidad de mayor flexibilidad para cuidar a sus hijos.
Dice Goldin: “Las diferencias salariales entre los sexos existen en casi todas las ocupaciones. Son más importantes para la brecha salarial general de género que las diferencias ocupacionales entre hombres y mujeres”.
La pandemia y la brecha de género
La pandemia de COVID-19 trajo consigo una disrupción sin precedentes en la dinámica de trabajo y cuidado familiar. Goldin señala que, si bien antes del confinamiento las madres ya dedicaban el 61% del tiempo al cuidado de los hijos, durante la pandemia este tiempo se duplicó, llegando a 70 horas semanales para familias con bebés. La situación, sin embargo, obligó también a los padres a involucrarse más en el cuidado, generando cambios interesantes en la distribución de responsabilidades.
“El impacto inmediato del encierro en las madres de las familias de la muestra fue que duplicaron el tiempo total que pasaban con sus hijos”, escribe. “Sin embargo, en los hogares biparentales disminuyó la proporción de horas dedicadas al cuidado de los hijos por parte de las madres. Los padres también estaban en casa, y aumentaron sus horas de cuidado de los niños en gran medida en relación con lo que hacían antes del cierre”.
A pesar de estos avances, Goldin destaca que la pandemia puso de relieve cómo el peso de las tareas domésticas y de crianza sigue recayendo principalmente en las mujeres, limitando su tiempo y, en consecuencia, sus posibilidades de progresar en sus carreras.
Un viaje a través de generaciones
Goldin ofrece un análisis detallado de cinco generaciones de mujeres y cómo sus decisiones han cambiado a lo largo de los años. Desde las pioneras del siglo XX, que debían elegir entre tener una carrera o una familia, hasta las mujeres nacidas después de 1958, que buscaron equilibrar ambos mundos. Cada generación enfrentó diferentes obstáculos y oportunidades.
Por ejemplo, en las décadas de 1920 y 1930, muchas mujeres entraban al mercado laboral, pero su presencia era más bien pasajera y limitada a ciertos sectores. A partir de los años 60 y 70, con la llegada de la píldora anticonceptiva y la revolución feminista, la situación comenzó a cambiar. Las mujeres comenzaron a planificar sus vidas profesionales con mayor autonomía, retrasando el matrimonio y la maternidad para avanzar en sus carreras.
Los horizontes y las identidades transformadas de estas mujeres, dice Goldin, “las prepararon mejor para ingresar al mundo laboral y seguir carreras profesionales. Sus mayores niveles de especialización universitaria orientada a la carrera y su educación de posgrado se reflejan en sus ingresos, que, en comparación con los hombres, comenzaron a aumentar alrededor de 1980 después de haberse mantenido estables desde la década de 1950″.
Sin embargo, este retraso también tuvo consecuencias. Las mujeres nacidas en los años 50 y 60, por ejemplo, a menudo se encontraron enfrentando la dificultad de tener hijos a edades más avanzadas o de no tenerlos en absoluto. Goldin explora cómo, generación tras generación, las mujeres han intentado combinar dos mundos que durante mucho tiempo parecían irreconciliables.
El desafío de la flexibilidad laboral
Goldin argumenta que la flexibilidad laboral es un avance significativo, pero no es la solución definitiva. El problema radica en la estructura de muchos trabajos, que aún premian la disponibilidad total y constante, algo que no siempre es compatible con el cuidado de una familia. La autora propone un cambio cultural y estructural en las empresas y la sociedad para que las mujeres no tengan que elegir entre su carrera y su familia.
Una cita que ilustra esta problemática proviene de la comediante Tina Fey. En su película Baby Mama, el personaje de Fey expresa un sentimiento generacional: “Hice todo lo que se suponía que debía hacer... para ser la vicepresidenta más joven de mi empresa. Tomé una decisión. Algunas mujeres se quedan embarazadas, otras obtienen ascensos”. Este dilema es central en el libro de Goldin: cómo las mujeres enfrentan la necesidad de elegir o posponer la maternidad para avanzar profesionalmente.
Sobre Claudia Goldin
♦ Nació en 1946 en Nueva York.
♦ Es Profesora de Economía en Harvard, es una de las economistas más influyentes en el estudio del género y la economía.
♦ Sus investigaciones han explorado temas como la evolución de la participación de las mujeres en el mercado laboral, la brecha salarial de género y el impacto de la educación en sus oportunidades.
♦ Ha publicado varios libros y artículos que han sido fundamentales para comprender la economía del género.
♦ En 2023 recibió el Premio Nobel de Economía