La noticia del cierre del Museo Nacional de la Historia del Traje, como consecuencia del decreto 862 publicado el lunes 30 de septiembre en el Boletín Oficial y que dispone una reorganización operativa de la Secretaría de Cultura (es un hecho que pasará a la órbita de la Secretaría General de la Presidencia en las próximas semanas) trajo consigo el anuncio de la creación, en 2025, de un nuevo centro cultural nacional dedicado al teatro y la música “emergentes”, que funcionará en el edificio que pertenecía al Museo del Traje (una casona del siglo XIX, ubicada en la calle Chile 832, entre Piedras y Tacuarí) y que tendrá con programación propia que ya se está confeccionando en colaboración con la dirección del Teatro Nacional Cervantes.
Según fuentes de la Secretaría de Cultura, la razón de este cambio es “administrar mejor los recursos” y la idea central es crear un nuevo lugar para propuestas más “alternativas” de teatro y música, ubicado en la zona sur de la ciudad, entre los barrios de Monserrat y San Telmo, con el objetivo de atraer a los turistas que visitan habitualmente esa zona de la ciudad de Buenos Aires. “La idea es que tenga contenido que pueda ser provisto por otros efectores de la Secretaría (N. de la R.: el Palacio Libertad y el Centro Cultural Borges) y que apunte a contenidos fuera de la cartelera convencional, tanto teatral como musical”, detallaron desde el organismo.
¿Qué pasará con el Museo del Traje?
De acuerdo a lo dispuesto en el decreto 862, el Museo Nacional de la Historia del Traje deja de existir como tal, con sede propia. Según afirmaron fuentes de la Secretaría de Cultural, seguirá funcionando con exhibiciones en el Palacio Libertad, el Centro Cultural Borges y casas del Bicentenario ubicadas en las provincias argentinas. Los talleres y el depósito de su acervo (unas 9.300 piezas entre trajes, accesorios, calzados, objetos de uso cotidiano, instrumentos de costura, molderias y materiales gráficos) permanecerán en el mismo edificio.
Los 28 empleados de la institución serán reubicados en otros organismos de la Secretaría, lo mismo que la directora Victoria Salías -concursada y cuyo mandato fue prorrogado- que, sin embargo, con esta reorganización pierde su cargo de “directora” para pasar a ser “coordinadora”.
Entre las razones de esta decisión que generó revuelo e indignación expresada en redes sociales, sobre todo de parte de la comunidad textil y de la moda porteña, desde la Secretaría de Cultura se argumentó que el Museo tenía muy pocos visitantes diarios (poco más de 46 personas, según consignaron), problemas de accesibilidad y acondicionamiento interior (baños sin accesibilidad) y necesidad de mantenimiento de la fachada y el interior del edificio.
[Fotos: prensa Secretaría de Cultura de la Nación]