Celina Murga (Paraná, 1973) clausura este viernes la sección Horizontes Latinos de San Sebastián con El aroma del pasto recién cortado, un filme que cuestiona la institución matrimonial y los roles de género, producido por Martin Scorsese. Tras su estreno mundial en el festival de Tribeca, donde ganó el premio a mejor guion, la película acaba de aterrizar en los cines argentinos, y llegará a España en 2025.
“Para mí hay algo de la institución matrimonial como la venimos entendiendo hace millones de años que es un poco antinatural”, dijo Murga, a quien le interesaba reflexionar sobre los efectos del paso del tiempo en la pareja y la familia. “Podemos observar fácilmente que la naturaleza cambia, tiene ciclos, las flores, los árboles, las estaciones (...) y sin embargo, a nosotros, que somos parte de esa naturaleza, nos cuesta vernos en los cambios inherentes al devenir de la vida”.
Murga narra en paralelo dos historias de infidelidades que podrían ser la misma: dos profesores universitarios que llevan una vida familiar, con hijos, y se implican en romances con estudiantes, pero uno de ellos es un hombre –interpretado por Joaquín Furriel– y la otra, una mujer –la actriz mexicana Marina de Tavira–.
La infidelidad es en realidad el detonante para analizar cómo la sociedad juzga de manera distinta a hombres y mujeres en situaciones similares y, más allá, para reflexionar sobre el malestar y los automatismos en la pareja de larga duración. “Esa cuestión de vivir sosteniendo la familia desde un lugar del deber y la obligación del día a día, la obligación de los hijos, del trabajo, del dinero, pero vacía de amor de alguna manera”, señala.
Scorsese, el padrino
Murga conoció en 2008 a Martin Scorsese gracias a una beca de la Fundación Rolex en la que lo tuvo como mentor. La relación podría haber quedado allí, pero creció con el tiempo, siguieron en contacto, y el director de Taxi driver se convirtió en productor ejecutivo de su anterior largometraje, La tercera orilla (2014) y ha repetido en El aroma del pasto recién cortado.
“Es alguien muy predispuesto a ayudar, con mucha conciencia de lo difícil que es desarrollar una carrera en el cine en un país periférico como Argentina”, dice Murga. Desde el principio hubo una gran conexión por cinefilia. “Él vio en mis películas una urgencia, una necesidad de contar determinados temas desde un lugar casi visceral que creo que le conectó mucho con sus inicios”, asegura.
“Y también me habló de la cámara que funciona como voyeur en las situaciones, que está ahí presente, pero no invade y que invita al espectador a sentirse como parte de la escena”.
Crisis del cine argentino
Hacer cine en Argentina, afirma Murga, ya era difícil antes de la llegada al Gobierno de Javier Milei, que lo ha hecho “aún peor” con los recortes de ayudas y la falta total de diálogo con el sector. “El peso argentino se viene devaluando tanto que cada vez hace más falta armar esquemas de coproducción que permitan que las películas se hagan”, dice.
Por eso, avanza, ha empezado a escribir un guion nuevo que pretende filmar en España. “Muchos de nosotros estamos empezando a pensar en filmar afuera, porque realmente en nuestro país no hay una perspectiva de financiación sólida ni confiable”.
Fuente: EFE
[Fotos y video: prensa Mostra Cine; archivo]