Pedro Almodóvar es este jueves el protagonista del Festival de San Sebastián, que le entrega su premio Donostia por una celebrada carrera que lo ha erigido como el cineasta español más reconocido a nivel internacional.
El realizador manchego, quien el miércoles cumplió 75 años coincidiendo con su llegada a la ciudad del norte de España, recibirá el galardón de manos de la actriz británica Tilda Swinton en una ceremonia la tarde del jueves, en presencia del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
El Donostia era uno de los pocos galardones que le faltaba a Almodóvar, quien tiene dos Oscar, cinco premios Goya, cinco Bafta, cuatro César y el Premio Nacional de Cinematografía de España, entre muchos otros.
El último que ganó fue el León de Oro de Venecia, a principios de mes, con su primera película en inglés La habitación de al lado (The Room Next Door), protagonizada por Swinton y Julianne Moore.
El festival vasco homenajea ahora al cineasta con quien ha mantenido una estrecha relación durante décadas, en las cuales ha proyectado en sus diferentes secciones buena parte de sus casi treinta películas, como Carne trémula, Todo sobre mi madre, Hable con ella, La mala educación y Volver.
En esta 72.ª edición del certamen, que culmina este sábado, el actor español Javier Bardem y la intérprete australiana Cate Blanchett también recogieron el Donostia.
Instaurado en 1968, el Donostia (el nombre de San Sebastián en vasco) ha distinguido a figuras como Gregory Peck, Vittorio Gassman, Bette Davis, Lauren Bacall, Catherine Deneuve, Al Pacino, Meryl Streep, Robert de Niro, Ricardo Darín y Johnny Depp, entre otros.
El reencuentro de Leigh con Jean-Baptiste
En la carrera por la Concha de Oro, el máximo galardón del festival, entró este jueves Hard Truths, del director británico Mike Leigh, quien vuelve a trabajar con la actriz Marianne Jean-Baptiste después de Secretos y mentiras, ganadora de la Palma de Oro en Cannes en 1996.
Leigh, conocido por retratar los sinsabores de la vida ordinaria de las clases trabajadoras británicas, se enfoca en Pansy (Jean-Baptiste), una mujer que vive enfadada y peleándose con su dentista, su médico o una vendedora de muebles, pero sin poder comunicarse con su familia.
Pansy es “un símbolo de los tiempos difíciles que estamos viviendo. De hecho, si soy sincero, creo que la condición (...) de Pansy, los problemas de Pansy, son universales”, explicó Leigh en rueda de prensa.
“Ella necesita ayuda, eso es totalmente cierto, lo que no hacemos en la película es dar esas respuestas”, dijo el cineasta británico Leigh, quien afirmó que no buscaba ofrecer “conclusiones cómodas” porque su film “no es un documental sobre la salud mental”.
Para Jean-Baptiste, que estuvo nominada al Oscar por Secretos y mentiras, trabajar nuevamente con Leigh “fue un regalo”.
“No conozco a nadie que trabaje como él. Ama a los actores y los apoya. Es extremadamente divertido. Y, en realidad, es muy cariñoso. Sí, muy cariñoso”, indicó la actriz.
Los premios, el sábado
Hard Truths compite con otros quince filmes por el máximo premio de San Sebastián, entre ellos Los destellos, de la española Pilar Palomero; Conclave, del alemán Edward Berger; On Falling, de la portuguesa Laura Carreira y Le dernier souffle, del grecofrancés Costa-Gavras.
En el apartado Horizontes, que entrega el premio a la mejor película latinoamericana, se proyectan este jueves Quizás es cierto lo que dicen de nosotras, de los chilenos Camilo Becerra y Sofía Paloma Gómez, y La piel en primavera, de la colombiana Yennifer Uribe Alzate.
Fuente: AFP. Fotos: REUTERS/ Yara Nardi; REUTERS/ Louisa Gouliamaki y REUTERS/ Carlos Osorio.