El director de El Jockey, el argentino Luis Ortega, dedicó el estreno de la película en la sección Horizontes Latinos del Festival español de San Sebastián al actor Daniel Fanego, uno de los intérpretes de la cinta, que falleció esta semana a los 69 años.
Fanego, un popular actor y director argentino de cine, teatro y televisión, hace el papel de un delincuente al servicio de un mafioso en la película que protagonizan Nahuel Pérez Biscayart y Úrsula Corberó, presentes ambos en la proyección de la película.
La cinta cuenta la historia de un jockey legendario con un comportamiento autodestructivo que pone en peligro su vida y su relación con su novia Abril, interpretada por Corberó, y que acaba siendo perseguido por un grupo peligroso en el que se encuentra Fanego.
Según ha explicado la actriz, este ha sido un papel “experimental” que le ha permitido “conectar de una manera muy distinta” con su profesión y soltarse, sin “querer tener todo amarrado antes de llegar al set”.
“Ha habido un trabajo personal, de enfrentarme a lo desconocido”, ha dicho Corberó, que ha rodado por primera vez en Buenos Aires. Tener un personaje importante pero sin llevar sobre sus hombros la responsabilidad de la película también le dio “cierta liberación” y ha sido una oportunidad “placentera” de explorar a nivel creativo.
“Abril tiene una calma tradicional, una parsimonia que creo que nace de una seguridad en sí misma”, ha dicho Corberó, para quien esto permite al personaje actuar con libertad, tanto con ella misma como a la hora de dar a su pareja la cuerda que necesita en un camino de radicales transformaciones.
Para Nahuel Pérez Biscayart, que interpreta a Remo Manfredini, recrear las metamorfosis vitales del personaje ha sido una experiencia “muy profunda y muy divertida a la vez” que encaró “con bastante inconsciencia” y sin poner “mucho pensamiento”.
“Me gusta pensar que las películas también son un poco un documental sobre el trabajo de un actor intentando acercarse a su personaje desde la distancia”, reflexiona. Durante la cinta encarna apasionadamente tres versiones sucesivas de un mismo personaje a lo largo de su existencia.
Y es que para el director y guionista de la cinta, el argentino Luis Ortega, “es posible matarse a uno mismo y renacer de nuevo, incluso es un deber para poder seguir estando a la altura de la experiencia, si no el personaje que uno se construye para sobrevivir se vuelve mecánico, poco empático, se va adormeciendo”.
Por eso enfrenta a Remo a “suicidios necesarios, simbólicos, más bien internos”, que parten de algunas experiencias personales del director, como cuando una mujer le dijo que si quería que ella le siguiera queriendo tendría que morir y nacer de nuevo, una frase importante en la película que él coloca en la boca de Abril.
Fuente: EFE