Leonardo Padura publicará una edición mejorada de su célebre novela El hombre que amaba a los perros y un nuevo libro de ensayos titulado Ir a La Habana, que presentará en Madrid y Vitoria (País Vasco) durante la primera semana de octubre.
Padura destacó la importancia de la edición mejorada de El hombre que amaba a los perros, que cumple quince años desde su publicación inicial. “Es una edición un poco mejorada y con añadidos de un libro que cumple quince años de editado y que ha sido muy importante para mí”, afirmó el novelista. Esta obra destaca por entrecruzar las vidas de León Trotski y su asesino, el español Ramón Mercader, en una crítica severa a la revolución cubana y el régimen estalinista de Rusia.
El hombre que amaba a los perros
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Para esta edición, no se han incluido nuevos documentos o revelaciones. Según Padura, no ha habido cambios en el contenido original, aunque sí ha tenido acceso a testimonios de familiares que influyeron en la comprensión del personaje de Mercader. “Cuando fui a escribir el libro llamé a dos o tres [familiares] y algunos me respondieron que no sabían nada de esa persona y otros ni siquiera me respondieron,” explicó Padura. También mencionó que, después de la publicación, logró contactar con varios parientes de Mercader, incluyendo un sobrino que estuvo en Cuba y le proporcionó fotos con Mercader.
Por su parte, Ir a La Habana explora la relación de Padura con la ciudad que lo vio nacer. El libro ofrece un recorrido histórico, físico y sentimental por la capital cubana. “En un recorrido histórico y físico, pero también sentimental por la ciudad, desde la periferia, donde nací y desde donde me fui acercando, la fui conociendo y después la he ido escribiendo”, dijo Padura. Esta obra también incluye fragmentos de sus novelas, artículos y reportajes relacionados con la capital cubana, publicados a lo largo de muchos años.
Afirmó que no se imagina a Padura sin La Habana. “Vázquez Montalbán decía que la patria de los poetas es la lengua y que la patria de los novelistas es la ciudad. Y yo lo creo así. Mira, hay algo que yo he dicho otras veces y que puede parecer un poco injusto, pero que lo digo sinceramente: mi patria no es Cuba. Mi patria es mi casa, mi barrio, mi ciudad”, afirmó.
Padura, que cumplirá 69 años en octubre, relató que ha vivido toda su vida en la misma casa en la que nació y en la que aún está su madre, y que se ha convertido en “un almacén de memorias”.”Una de las causas que llevó a Hemingway al suicidio fue que estaba perdiendo la memoria. Un escritor sin memoria deja de ser escritor. Y yo allí tengo ese catálogo de memorias, de personajes, de historias, de gente, de situaciones que tienen que ver no solamente conmigo sino con las personas que me han venido regalando sus memorias”, concluyó.
En cuando a su país, Padura, Premio Príncipe de Asturias de las Letras, considera que Cuba vive actualmente la peor crisis en su historia, hasta el punto que un millón de personas, el 10 % de la población, abandonó el país en los últimos tres años.
“La opción que le quedó a la gente es irse. Y no se va el que quiere sino el que puede, porque una salida por la vía de Nicaragua y de los coyotes cuesta alrededor de 10.000 dólares. Y se ha ido más de un millón de personas, así que te puedes imaginar los niveles de desesperanza y de desesperación que tienen muchísimas personas”, afirmó.
El autor dijo que así como el detective Mario Conde, su alter ego literario, se ha vuelto más pesimista sobre la realidad cubana en los casi 35 años que se pasaron desde que escribió su primera novela policíaca. “Hemos envejecido los dos, Conde y yo. Y hemos visto un proceso de deterioro de la realidad cubana, que en estos momentos es más grave que nunca, más grave incluso que en aquel período especial en el que faltaba todo (con la desaparición de la Unión Soviética y de la ayuda enviada a la isla)”, afirmó.
Padura, que visitó Río de Janeiro recientemente, invitado por el Centro Cultural Banco do Brasil para participar en una de las sesiones del Club de Lectura, afirmó que el deterioro de la situación en Cuba en los últimos años se extendió a cuestiones que parecían resueltas hace muchos años. “Creo que la gente ve las cosas con mucho pesimismo. Están muy cansados, agotados. Ahora mismo, en los últimos días en La Habana, hay problemas graves con la recogida de la basura, lo que provoca que haya infecciones y problemas de epidemias”, dijo.
Agregó que Cuba también enfrenta actualmente problemas de distribución de agua, de abastecimiento eléctrico, de suministro de alimentos y una inflación “brutal”. “Imagínate, para que tengas una idea, que mi madre recibe la pensión de jubilación de mi padre, que son 1.800 pesos (unos 75 dólares), y un cartón de 30 huevos vale 3.000 pesos, si es que lo consigues. Hace dos meses que la cartilla de racionamiento no incluye el paquetito de café que te daban ¿Cómo una persona de 96 años puede vivir con 1.800 pesos?”, se preguntó.
En su opinión, mientras que hace 5 años la gente tenía visa para ir a los Estados Unidos, viajaba, pasaba unos días y regresaba, en los últimos 3 años, “sin otra opción que irse”, más del 10 % de la población se marchó. Según el autor, pese a que aún hay cubanos que levantan la bandera y recitan consignas, la gran mayoría, “o por lo menos” de la gente que le rodea, ve la realidad desde la perspectiva con que la ve ahora Conde, que está más pesimista que nunca.
“Y eso habla de un deterioro, de una pérdida de confianza, de una falta de esperanzas. Y yo creo que a una sociedad sin esperanza le cuesta mucho trabajo poder ofrecerte lo que tú necesitas como individuo. Y eso es lo que está pasando en Cuba y lo he aprendido yo así como Conde también”, dijo.
Según Padura, su generación, la que tenía 35 años en 1989 y acudió masivamente a la universidad, tuvo muchos beneficios reales, incluso el de acceder a todos los escritores que estaban de moda. Afirmó que personalmente también han cambiado muchas cosas en su vida desde que lanzó las primeras novelas, cuando aún trabajaba como periodista y antes de convertirse en 1996 en el primer cubano reconocido por el régimen como “escritor independiente”. “Tuve la suerte de que mi tercera novela ganara el premio Café Gijón en España y que la editorial Tusquest decidiera publicarme. Estoy publicado en 31 lenguas, una cosa que muestra el magnífico trabajo de promoción de mi obra”, dijo.
Fuente: EFE
[Fotos: EFE/ Antonio Lacerda; EFE/ Yander Zamora]