Ayer, en la ciudad de Santiago de Chile, el Jurado del Premio Iberoamericano de Letras José Donoso se reunió a definir quién era el ganador de la edición 2024. Fueron cinco días de deliberaciones intensas, de argumentos y contrargumentos, de debates internos. La lista se fue achicando de a poco hasta que finalmente el jurado —compuesto por Macarena Areco de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Henri Billard de la Universidad de Poitiers (Francia), Ana Casas de la Universidad de Alcalá (España), Adriana Pacheco de la Universidad de Texas Austin (Estados Unidos) y Victoria Torres de la Universidad de Colonia (Alemania)— lo definió por unanimidad: la ganadora es la escritora argentina Mariana Enriquez. Acaban de anunciarlo.
“Es un súper honor recibir este premio. Primero, porque no me lo esperaba en lo más mínimo. De hecho, yo no sé si es un problema o qué, pero ni siquiera sé cuándo se entregan premios, así que nunca me espero nada. Por eso siempre es una sorpresa y un asombro total”, dice la escritora en diálogo con Infobae Cultura. “Lo han ganado muchos de mis escritores favoritos, como Antonio Cisneros, que es uno de mis poetas favoritos. Por supuesto: Pedro Lemebel, Zurita, Cristina Peri Rossi, Cristina Rivera Garza. Me pone muy contenta que las últimas dos escritoras sean Samanta Schweblin y Lina Meruane, que son escritoras a las que yo no solo admiro mucho, sino que tenemos una relación muy afectuosa; también tenemos la misma edad. Es como buenísima compañía”, agrega.
En el texto que acompaña la noticia, se lee: “En un contexto global en el que la literatura y las humanidades se enfrentan a transformaciones y complejos desafíos, la poética de Mariana Enriquez ha creado un universo de ficción tan personal como inquietante. En su obra el terror es un recurso estético que nos confronta con los aspectos más apremiantes de la realidad latinoamericana, tales como la violencia, el terrorismo de estado y sus consecuencias en el presente, las desigualdades sociales, las problemáticas de género, el extractivismo y la crisis climática, entre otros”.
Nacida en Buenos Aires en 1973, Mariana Enriquez, escritora y periodista, publica en 1995 su primera novela, Bajar es lo peor, que instala algunas de las coordenadas de su narrativa a partir de la historia de tres adolescentes, en el Buenos Aires neoliberal, sórdido y vibrante de los años noventa. Le siguen las narraciones Cómo desaparecer completamente, publicada en el año 2004, y Este es el mar, de 2017, texto que describe los ritos de pasaje de unas adolescentes fanatizadas con estrellas de rock. Su última novela, Nuestra parte de noche (2019), propone un viaje por la violencia de la dictadura militar argentina a través de monstruos inimaginables, sociedades secretas, rituales y herencias atroces.
“Uno nunca sabe qué decir con los premios, más allá de que estás muy contenta porque es lo único que pasa y porque es un honor y porque siempre es un halago. Siempre es lindo que reconozcan lo que hacés. No hay mucho que decir, sobre todo con los premios a los que no te presentás, sino que ganás porque a alguien más le gustó lo que hacés. Así que lo único que se puede decir es que estoy muy, muy contenta”, concluye Enriquez.