Hayao Miyazaki recibe el “Nobel de Asia” por ayudar a que “los niños entiendan temas complejos”

El cineasta japonés Hayao Miyazaki ha sido distinguido con el premio Ramón Magsaysay, conocido como el ‘Nobel de Asia’, en reconocimiento a su contribución a la paz y desarrollo del continente. La Fundación Ramon Magsaysay, encargada de organizar estos premios, anunció el galardón este sábado, destacando el impacto de Miyazaki a través de su trabajo en el Studio Ghibli. Miyazaki, de 83 años, es célebre por sus éxitos globales en el cine de animación, incluyendo cintas oscarizadas como El viaje de Chihiro y la reciente El niño y la garza.

Según comunicado de la fundación filipina, la distinción ha sido otorgada a Miyazaki por “su uso del arte para ayudar a los niños a entender temas complejos, como la necesidad de proteger el medio ambiente y defender la paz”. Esta declaración resalta cómo las películas del cineasta japonés “han trabajado en muchos de los filmes globales más memorables” y el impacto profundo de sus historias en audiencias de todas las edades.

Los premios Ramon Magsaysay, establecidos en 1957 en honor al fallecido presidente filipino que les da nombre, reconocen a individuos y organizaciones que han prestado un servicio desinteresado a la sociedad. “Es un artista ejemplar que ha contribuido a arrojar luz sobre la condición humana”, añadió la fundación en su nota de prensa, subrayando la trascendencia del legado de Miyazaki.

Como indica la agencia EFE, la fundación ha decidido otorgar este prestigioso reconocimiento a figuras que, como Miyazaki, han demostrado un compromiso continuo y efectivo en la promoción de la paz y el desarrollo en Asia. Los premios se entregarán en una ceremonia que tendrá lugar en noviembre en el Centro Cultural de Filipinas en Manila.

A través de sus películas, Hayao Miyazaki ha tratado temas de relevancia social y ambiental, capturando la atención de audiencias jóvenes y adultas. Su obra maestra, El viaje de Chihiro, que ganó un Premio Oscar a la mejor película de animación en 2003, es un claro ejemplo de cómo el cineasta utiliza la narración animada para abordar cuestiones profundas y existenciales. En palabras de la Fundación Ramon Magsaysay, “Miyazaki ha trabajado en muchos de los filmes globales más memorables”.

Otra obra reciente, El niño y la garza, también ha recibido elogios internacionales, subrayando la capacidad del director para seguir innovando y tocando fibras sensibles a pesar del paso del tiempo. “Es un artista ejemplar que ha contribuido a arrojar luz sobre la condición humana”, según destacó la fundación al dar a conocer su decisión desde Tokio.

El legado de Miyazaki en el mundo del cine de animación es vasto, habiendo fundado Studio Ghibli en 1985, un estudio que ha producido numerosas películas aclamadas, no solo por su calidad artística sino también por los mensajes profundos y universales que transmiten. La fundación también señaló: “Miyazaki ha utilizado su talento para promover la paz y la protección ambiental”.

Finalmente, la ceremonia de entrega de los premios será una oportunidad para celebrar la carrera de este icónico cineasta tanto por su arte visual como por su impacto cultural. La Fundación Ramon Magsaysay subraya la importancia de reconocer a aquellos individuos que utilizan su plataforma y talento para influir positivamente en la sociedad, demostrando que el arte y el cine pueden ser poderosas herramientas de cambio.

Fuente EFE