¿Por qué los protagonistas de algunos de los cuentos más leídos de Borges son vengadores y, en algunos casos, también asesinos? De esa pregunta parte la escritora Gabriela Saidon, para una reflexión que se extendió y se convirtió en un taller virtual que integra el Festival Borges.
Como dijo otro escritor, Martín Kohan, los prejuicios acerca de que Borges era un autor exclusivamente mental, “en cierto modo demoraron el reconocimiento del lugar fundamental que en sus cuentos se da a las pasiones y a las violencias, al sexo y a la muerte infligida”.
En una charla en el Festival Borges, Saidon contó que el autor se enfrentó a mediados de los años 30 a un intento de escrache por parte de la revista católica de ultraderecha Crisol, que lo acusaba de ocultar sus raíces judías. En lugar de guardar silencio, Borges respondió a la publicación, destacando que tenía “una gota de sangre judía, como todo el mundo” y señaló su interés en rastrear su ascendencia judaica en sus antepasados portugueses. Sin embargo, admitía que, aunque buscaba identificar esa rama familiar, “el antepasado me elude”.
Aquí, Saidon responde varias preguntas sobre ese Borges de venganza y sangre.
-¿Por qué la venganza en Borges?
-La venganza tiene distintas razones en la narrativa borgeana. Por un lado, es uno de los tópicos fundamentales del género policial de enigma de origen sajón que Borges cultiva. Pero también, es el modo de defensa de las clases o razas subalternas, como los gauchos o, también, los judíos, una conciencia que su padre le transmitió.
-¿Cómo surgió la idea de trabajar los vengadores judíos?
-A partir de una charla sobre el judaísmo como tema en los escritos de Borges que di en el Festival Borges este año, convocada por Marisol Alonso y Vivian Dragna. Se llamó “Borges el judío” y allí hablé de los personajes judíos vengadores y, al terminar la charla, Vivian me preguntó: ¿por qué son vengadores? Esa es la pregunta que intento responder.
-¿Cómo son los vengadores judíos?
-En los personajes vengadores judíos de algunos cuentos de Borges, como Emma Zunz, La muerte y la brújula, El indigno o Guayaquil, se cruzan distintas variables. Por un lado está la cuestión de la justicia poética en relación a lo que Borges podría considerar un pueblo o personas de un pueblo oprimido, discriminado, en situación permanente de exilio y de persecución. Por otro lado Borges asocia esas características con otras figuras emblemáticas como el gaucho, el indio o el negro. Esto se condensa por ejemplo en uno de sus personajes, que es Azevedo Bandeira (y, por otro lado, Acevedo es el apellido de la madre de Borges, que él considera de posible origen judeo-portugués sin demasiada rigurosidad histórica). Esta idea del marginado, del personaje subalterno, siempre explotado y discriminado, le viene por la línea paterna del padre de Borges.
-¿Quiénes son esos personajes?
-Emma Zunz, Red Scharlach y lo que llamo sus heterónimos (Borges leyó a Pessoa y escribió un prólogo a su obra): Gryphius, Ginzberg, Guinzburg, Spinoza; Fishbein, Zimmerman. Son protagonistas de algunos de sus mejores cuentos. También Azevedo.
-Vengadores que aparecen en el género policial.
-Hay otro cruce interesante en algunos de los cuentos, como en Emma Zunz o La muerte y la brújula, donde la venganza es el móvil principal en el policial de enigma. P.D. James, la autora inglesa, escribió preguntándose por qué todavía sobrevive el género policial de enigmas, que es un invento, podríamos decir, de principios del siglo XX. Y es justamente porque la venganza es lo que mueve en muchos casos al autor del crimen. Y sí, la venganza es lo que mueve a los autores de los crímenes, de los cuentos de Borges que tienen como protagonistas a vengadores judíos también. Entonces se cruza el pueblo oprimido vengándose o el representante del pueblo oprimido y perseguido y discriminado vengándose y la necesidad del género policial de enigma que Borges cultiva particularmente y con mucha precisión en La muerte y la brújula con un personaje además que es muy interesante que es Red Scarlach, que es un pistolero del sur del conurbano. Y que tiene otros nombres como Ginzberg (o Ginsburg), incluso Spinoza, que es un filósofo al que Borges admira y que es judío.
-¿Y qué pasa en El milagro secreto?
-En ese cuento no hay un vengador y tampoco es un relato policial, es un fusilado en tiempos del nazismo, donde lo que hay es una detención del tiempo en un momento del relato, que se puede leer como une pedido a Dios de que detenga el tiempo y el espacio, se puede leer como un episodio de Black Mirror hoy tranquilamente, pero también como la venganza de Kafka, que por otro lado es el judío (y que es el escritor por antonomasia para Borges) .
-¿Sacaste alguna conclusión general de este vínculo entre Borges, la venganza y los judíos’
-Sí, creo que para Borges el judío vengativo es el escritor, o sea, escribir ficción es vengarse de alguna manera. Y lo que decía antes: en las ficciones de Borges, la venganza del judío es un acto de justicia poética.
Quién es Gabriela Saidon
♦ Es licenciada en Letras (UBA), periodista, escritora y tallerista.
♦ Es autora de una tetralogía sobre los setenta: La montonera. Biografía de Norma Arrostito; Memorias de una chica normal (tirando a rockera); La farsa. Los 48 días previos al golpe y Yo me hice feminista en el exilio.
♦ También publicó Santos ruteros. De la Difunta Correa al Gauchito Gil; La reina. El gran sueño de Manuel Belgrano y Superdios. La construcción de Maradona como santo laico. Su última novela es Cartas quemadas. Sus cuentos fueron publicados en revistas, antologías y en el volumen digital El camino de las hormigas. En 2024 publicará un nuevo ensayo sobre la década del setenta y su próximo proyecto tiene que ver con el rizoma familiar (judío).
* El taller “Los vengadores de Borges” se hará online los lunes 9, 16, 23 y 30 de septiembre a las 18, hora argentina. Informes a cursos@festivalborges.com.ar