Liliana Bodoc y su encuentro con la cultura huarpe, en un sensible documental

“Lagunas”, de Federico Cardone, retrata el viaje y estadía de la escritora en la comunidad originaria del norte mendocino. “Ella era capaz de recibir y valorar lo que la rodeaba”, dice el realizador

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Trailer de "Lagunas", de Federico Cardone

La escritora argentina Liliana Bodoc emprendió un viaje para explorar las raíces de la lengua huarpe en una escuela de norte mendocino, casi en el límite con la provincia de San Juan, al borde de una laguna vacía y un paisaje desértico. Registrada por el director Federico Cardone, esta travesía forma el núcleo de Lagunas, un documental que profundiza en la memoria, la escritura, el cine y una cultura que lucha por no desaparecer. Una obra que cuestiona lo que significa que algo “ya no esté” o “no se vea”, intercalando la exploración cultural con los recuerdos personales del cineasta.

Lagunas del Rosario, en Mendoza, es el escenario donde Cardone y Bodoc revisitan los rastros de la cultura huarpe: sus marcas, sonidos, leyendas y artesanías. Allí, interactúan con algunos de los habitantes locales, buscando no solo rescatar vestigios de una lengua casi extinta, sino también poner en valor las creencias y tradiciones de esta comunidad.

Otro eje fundamental del documental es el cine y su impacto en la vida del director. Cardone, quien se desempeña como coordinador del Cine Universidad de Mendoza y director artístico del Festival Graba, narra cómo los lugares y memorias de su infancia, incluidos los cines hoy desaparecidos, moldearon su visión. Estos recuerdos cinematográficos son entrelazados con la historia principal del filme, creando un contraste poético entre lo que se ve y lo que ya no está.

Liliana Bodoc emprendió un viaje
Liliana Bodoc emprendió un viaje para explorar las raíces de la lengua huarpe en Lagunas del Rosario, al norte de la provincia de Mendoza

El fallecimiento prematuro de Liliana Bodoc, ocurrido en 2018 durante el montaje de la película, añade una capa de profundidad emocional a la obra. “Anoche estuve en el país de los fantasmas” es una frase de Tolstoi luego de su primera vez en el cine, citada por el director. En Lagunas, los fantasmas se manifiestan en forma de lagunas vacías, cines cerrados y ausencias irreparables. Esta dimensión autobiográfica surge como una necesidad del director de preservar lo efímero y darle un sentido trascendental a través del arte cinematográfico.

En el viaje por Lagunas del Rosario, se destaca la interacción de Bodoc con los niños de una escuela rural. Sus relatos y leyendas no solo buscan preservar el pasado, sino también resignificarlo para las nuevas generaciones. Los testimonios y enseñanzas de los antepasados huarpes vuelven a tener vida a través de estas narraciones, subrayando que la memoria se transmite y se recrea continuamente.

La interacción entre la escritora, los paisajes de Mendoza y los recuerdos del director refleja una convivencia armoniosa de elementos diversos, logrando un ensamblaje que ilustra el poder del cine para amalgamar experiencias dispares y darles un nuevo sentido. Lagunas se convierte así en un homenaje a todo aquello que alguna vez existió y que de alguna manera continúa existiendo a través de las historias y las imágenes que nos acompañan.

En diálogo con Infobae Cultura, el realizador Federico Cardone habló de su película, la figura de Bodoc y el impacto de la película en la comunidad originaria del norte mendocino. “Liliana Bodoc siempre mostró una gran sensibilidad y apertura para conocer y conectarse con las personas. A pesar de ser una escritora reconocida, era sorprendentemente accesible y curiosa”, cuenta el director.

La muerte de Liliana Bodoc
La muerte de Liliana Bodoc durante el montaje de la película añade una capa emocional a la obra

—¿Cómo nació el proyecto y cómo se integró la figura de Liliana, especialmente considerando su fallecimiento poco después de decidir hacer la película?

—El proyecto comenzó con el deseo de filmar en el desierto, lo cual nos llevó a pensar en una historia vinculada a la comunidad huarpe y a ver el desierto desde su perspectiva. En medio de este proceso, surgió la oportunidad de invitar a Liliana Bodoc a unirse al viaje. Nos pareció interesante combinar su mirada narrativa, especialmente dado su entendimiento de las culturas originarias. Aunque Liliana había vivido en Mendoza, no conocía bien el desierto de Lavalle ni tenía mucho contacto con la cultura huarpe. Sin embargo, se entusiasmó mucho con la idea, ya que representaba una oportunidad para ella de conocer y completar algo nuevo.

—Algo que se refleja en la película es la curiosidad y apertura de Liliana Bodoc, ¿les sorprendió?

— Se la veía interesada en hablar con los chicos y las profesoras, lo cual nos resultaba muy interesante. No la veíamos como una figura distante, sino como alguien capaz de recibir y valorar lo que la rodeaba. Esa actitud fue lo que nos pareció tan fascinante de su participación en el proyecto.

—¿El guion original fue cambiando a medida que iban filmando y aparecían nuevos personajes?

—El guión original era bastante clásico, siguiendo a alguien que viaja a Lagunas y se encuentra con personajes locales, captando lo que sucede. Sin embargo, todo se extendió mucho debido a problemas administrativos y falta de financiamiento tras un cambio de gestión en el Instituto de Cine, que suspendió el apoyo a 50 proyectos, incluido el nuestro. Durante este tiempo, tuvimos que buscar nuevas formas de financiamiento y la vida continuaba, haciendo que el documental permaneciera inconcluso.

Esto nos llevó a explorar diferentes enfoques, incluyendo la posibilidad de incorporar mi historia personal para añadir emotividad al narrador. A lo largo de varias versiones y viajes a Lagunas, falleció Liliana, lo que fue un golpe durísimo y nos hizo cuestionar si debíamos seguir con el documental. Decidimos continuar, sintiendo que era una forma de honrar su legado y ser responsables con su contribución a la película. No queríamos que su fallecimiento fuera el fin de la película, por lo que reestructuramos el documental para que su muerte ocurriera a mitad del mismo, permitiendo que la historia continuase.

"Lagunas" reflexiona sobre la memoria
"Lagunas" reflexiona sobre la memoria y su preservación a través de testimonios y narrativa visual

—¿Cómo fueron las jornadas de filmación con Liliana y los chicos de la comunidad, considerando que no están acostumbrados a ser filmados?

—El equipo de filmación era muy pequeño, lo que facilitó la creación de una buena relación con los chicos. Ellos rápidamente se olvidaron de las cámaras y comenzaron a disfrutar del proceso. Tampoco veían a Liliana como alguien intimidante; al contrario, su calidez hacía que se sintieran cómodos. Liliana tenía mucha experiencia interactuando con chicos debido a sus presentaciones en escuelas, lo que se notaba en su facilidad para conectar con ellos. Su actitud cercana y amigable no solo ayudó a los chicos, sino también a otros miembros de la comunidad, como Rubén, el chamán. Esto permitió una filmación más natural y espontánea.

—¿Pudieron mostrarsela a la comunidad?

—Sí, el primer lugar donde mostramos un primer corte de la película, aunque no estaba completamente terminada, fue en Mendoza. Estábamos nerviosos porque no sabíamos cómo reaccionaría la comunidad. Teníamos miedo de que dijeran que no reflejaba lo que ellos pensaban o sentían. Pero fue todo lo contrario. Rubén y todos los demás estaban muy contentos con el resultado. Esto nos dio el impulso para terminar la película. Una vez lista, también la presentamos en Mendoza primero, y la comunidad estuvo presente. Rubén, por ejemplo, nos acompañó al Festival de Mar del Plata. Esto fue muy importante para nosotros, ya que su aprobación era fundamental. Si no hubiéramos tenido su visto bueno, probablemente no habríamos presentado la película.

Federico Cardone profundiza en la
Federico Cardone profundiza en la memoria y la cultura huarpe en su documental "Lagunas"

—¿Cuál es la importancia de contar historias y filmar en lugares no comunes, especialmente en la situación actual de la cultura y el cine?

—El cine tiene muchas dimensiones y no se puede analizar solo por la cantidad de espectadores. En Mendoza y otras provincias, se están produciendo muchas películas que rescatan aspectos culturales que, de otro modo, se perderían. Por ejemplo, documentar un viaje con Liliana Bodoc es importante porque, si no se hace, esas experiencias desaparecerán con las personas y las circunstancias. La cultura huarpe, por ejemplo, lucha por mantenerse y, sin registros, se corre el riesgo de perderla definitivamente.

Curiosamente, nuestras proyecciones siempre están llenas, demostrando que hay un gran interés en historias locales. En el Cine Universidad, donde trabajo, proyectamos una película mendocina al mes y siempre tienen gran acogida, generando debates y charlas posteriores. Esto muestra que el cine trasciende la proyección misma y se convierte en un punto de encuentro y discusión. Es triste que las políticas del Instituto de Cine tengan una visión tan limitada, pensando que las películas deben ser para un público amplio o no se hacen. El cine y la cultura son mucho más que eso. Es crucial apoyar estas producciones para mantener vivas las historias y culturas locales.

El documental resalta la interacción
El documental resalta la interacción de Bodoc con los niños de una escuela rural en Mendoza

—Pensaba en lo que sucede en Mendoza y cómo no todas las provincias tienen la posibilidad de desarrollar producciones locales sin tener que trasladarse a otra ciudad o provincia. ¿Cómo es esto para ustedes?

—En Mendoza, como en otras provincias como Jujuy, Tucumán, y especialmente Córdoba, hay una formación sólida de técnicos y acceso a equipamientos de alta calidad. Esto permite hacer películas con estándares muy altos, comparables a cualquier otra región. Esta tendencia se está extendiendo en todo el país gracias a un esfuerzo por fomentar un cine federal. Sin embargo, el desafío es lograr que las películas locales se vean en CABA y otras provincias, y viceversa. Sería excelente tener una mayor circulación de producciones de todo el país, permitiendo que el público de diferentes regiones acceda a estas historias y culturas.

—¿Pudieron compartir la película con la familia de Liliana Bodoc? ¿Qué feedback recibieron?

—Sí, en el estreno de la película en Mendoza, Romina la hija de Liliana, estuvo presente y la presentó. Fue un momento muy emotivo, especialmente porque vino con sus hijos, los nietos de Liliana. Ella estaba muy contenta con la presentación. La participación de la familia ayuda a comprender mejor la película, la figura de Liliana y su legado.

* Lagunas, se proyecta los viernes 23 y 30 de agosto a las 19 hs. en el Cine Cacodelphia (Av. Pres. Roque Sáenz Peña 1150, CABA).

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