Victoria Hladilo traslada al cine el humor incómodo de “La culpa de nada”

Con buena parte del elenco de la obra de teatro, la película hace foco en las tensiones de una pareja en crisis y los vínculos. “Pone de relieve la hipocresía y el destrato”, dice la directora y protagonista

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Trailer de "La culpa de nada", de Victoria Hladilo

Victoria Hladilo, conocida por su trabajo como actriz, guionista, directora de cine y dramaturga, ha adaptado su reconocida obra de teatro La culpa de nada al formato cinematográfico. La película se proyecta en el Cine Gaumont hasta el miércoles 21 de agosto, con proyecciones diarias a las 22 hs.

La trama se centra en una pareja en crisis tras el nacimiento de su primera hija, donde la protagonista intenta salvar su relación organizando una fiesta sorpresa de cumpleaños para su pareja. Sin embargo, las circunstancias y los invitados complican la velada.Al llegar, la situación se convierte en un campo de batalla de emociones y tensiones. Se destaca la participación de actores como Manuel Vignau, Julieta Petruchi y la propia Victoria Hladilo, entre otros.

Hladilo compartió su perspectiva sobre el proceso creativo: “Comencé haciendo teatro, pero rápidamente me puse a estudiar dirección de cine. Descubrí allí mi pulsión por contar historias.” La película busca explorar temas de hipocresía, destratos y la dificultad en mantener las relaciones de pareja y amistad, aspectos que Hladilo considera críticos para las generaciones contemporáneas. “Escribir una película es para mi indagar en un asunto que me atraviesa,” añadió la directora.

La película aborda las tensiones humanas a través de una fiesta sorpresa que sale mal
La película aborda las tensiones humanas a través de una fiesta sorpresa que sale mal

La película surge de un proyecto teatral que tuvo éxito entre 2016 y 2020, presentándose en diferentes escenarios como el teatro El Camarín de las Musas y varios festivales. La obra original se sostiene desde la autogestión, un aspecto vital en un contexto cultural argentino donde las ayudas para la producción se han reducido considerablemente.

Además de su faceta como directora y guionista, Hladilo también ha trabajado en proyectos publicitarios y dictado talleres de guión y dirección de actores. Entre sus otros trabajos se encuentran los cortometrajes Bombones sueltos, Yo conozco a esa chica y Como dos. “Es un desafío para mí construir personajes adorables y despreciables a la vez, generar empatía para habilitar que comiencen a accionar más allá de lo que esperamos” compartió en referencia a su enfoque en la creación de personajes complejos.

El proyecto se constituye en una mirada crítica y a la vez entretenida sobre los desafíos de la vida en pareja y las dinámicas familiares. “La trama pone de relieve la hipocresía, el destrato y la enorme dificultad que a veces tenemos para sostener los vínculos de pareja y de amistad,” expuso Hladilo, subrayando la relevancia contemporánea de los temas abordados.

Victoria Hladilo adapta su obra "La culpa de nada" al cine con estreno programado en el Cine Gaumont (Luis Abadi)
Victoria Hladilo adapta su obra "La culpa de nada" al cine con estreno programado en el Cine Gaumont (Luis Abadi)

—¿Cómo fue el proceso de adaptar una exitosa obra de teatro a una película?

—Me formé como directora de cine antes de estrenar mi primera obra de teatro, por lo que siempre estuve en el mundo de la ficción y la narración de historias. Trabajé como directora en publicidad antes de dedicarme al teatro. Cuando estrené mi primera obra, Sala Roja, comenzaron a surgir propuestas para adaptarla al cine. Vendí los derechos para una posible adaptación y eso despertó mi deseo de realizarla yo misma. Con el mismo equipo de trabajo empezamos a explorar la idea y poco a poco se fue convirtiendo en una realidad. Lucas Schiavi, director de fotografía, se sumó al proyecto y empezamos a planificar la película. Durante la pandemia, tuve el tiempo necesario para adaptar el guion, y una vez lista una primera versión, todo comenzó a organizarse y a hacerse posible.

—¿Cómo fue incorporar las escenas que en la obra de teatro no se ven?

—En la obra La culpa de nada se trabaja mucho con el extraescena, aprovechando el espacio limitado del teatro para sugerir una totalidad. En cambio, el cine permite mostrar todo lo que ocurre, tanto en el pasado como en el presente. Así que el principal desafío fue decidir qué elementos del extraescena debían convertirse en escenas visibles. Ampliar y transformar esos momentos implicó crear y encajar las escenas en la continuidad de la trama, que en La culpa de nada es muy precisa y simultánea. Fue necesario organizar los tiempos para que todo sucediera de manera coherente.

La trama narra la crisis de una pareja tras el nacimiento de su hija y las vicisitudes de una celebración
La trama narra la crisis de una pareja tras el nacimiento de su hija y las vicisitudes de una celebración

—¿Por qué elegiste trabajar con los mismos actores y compañeros con los que has colaborado durante años?

—Formamos un grupo de trabajo con mi primera obra, La Sala Roja, y seguimos colaborando en La culpa de nada y La casa de las palomas. Este equipo se consolidó por nuestras afinidades y el deseo de trabajar juntos. Quería que los actores y actrices de la obra original participaran en la película porque después de cuatro años representándola, entendían profundamente los personajes y la obra. Sin embargo, factores como tiempos y disponibilidad afectaron el casting, pero logré que más de la mitad del elenco principal estuviera en la película. Esto me dio mucha tranquilidad para lanzar mi primera película rápidamente y con pocos recursos, sabiendo que los actores comprendían bien lo que estábamos filmando.

—¿Cómo fueron las primeras funciones? ¿Sintieron que la película funcionó tan bien como la obra de teatro?

—Asistí a todas las funciones semanales, acostumbrada al formato teatral. Muchos actores y actrices también vinieron, y siempre tuvimos espacios de conversación e intercambio. Muchas preguntas giraron en torno a la adaptación y las elecciones hechas. Durante una de estas conversaciones, debatimos sobre quién era el protagonista de la película y concluí que el verdadero protagonista es lo grupal, la manada. Uno de los actores que estuvo desde el estreno de la obra mencionó que nunca había pensado en esto y se sorprendió de cómo, ocho años después, el material seguía ofreciendo nuevas interpretaciones. Esta transición al cine ha permitido que ciertos aspectos y personajes, como el de Luciana, que interpreto yo, adquieran más importancia y reflejen los cambios sociales recientes, especialmente en relación con las mujeres. La película está permitiendo nuevas lecturas y perspectivas que la obra de teatro no tenía.

La directora y actriz explica por qué eligió trabajar con su elenco teatral original
La directora y actriz explica por qué eligió trabajar con su elenco teatral original

—¿Este cambio también se refleja en la trama, donde mujeres que parecían tan distintas comienzan a ver que tienen más en común de lo que creían?

—Eso es un hallazgo de la película. En la obra de teatro estaba esbozado, pero no llegaba a desarrollarse completamente. Cuando escribí la obra en 2014 y 2015, estos temas me preocupaban, aunque no tenía un nombre específico para ellos. En ese momento, expresar estas inquietudes de manera sutil me parecía suficiente. Al adaptar el guion, me di cuenta de que los personajes ya no podían ser los mismos, ya que ahora todos estamos más conscientes de estos temas. Era importante mostrar cómo, a pesar de sus diferencias, las tres mujeres encuentran un espacio de fortalecimiento en común. Aunque no sé si serían amigas si la historia continuara, lo importante es que encuentran una fuerza y apoyo mutuo para generar sus propias transformaciones. Este es el hallazgo de la película, al menos para lo que quería contar.

—¿Cómo fue autodirigirte en la película, considerando que ya estás acostumbrada a este doble rol en el teatro?

—Para mí, lo fundamental para poder desempeñar este doble rol fue contar con un equipo experimentado. Lucas, Estanislao Buisel Quintana (asistente de dirección), y Manuel Vignau (actor y ayudante en la dirección de actores) tienen mucha experiencia y, sobre todo, muchos años de trabajo en común conmigo. Esto creó un ambiente de entendimiento y confianza, permitiendo incluso equivocarme sin temor. Además, el conocimiento profundo del material, desarrollado a lo largo del tiempo en el teatro, me facilitó el enfoque preciso en cada escena. A pesar de interpretar un personaje diferente en la película, sabía exactamente qué debía transmitir en cada momento. También confiaba en mi equipo para ajustar y mejorar lo necesario.

La adaptación cinematográfica de "La culpa de nada" explora aspectos inéditos de la obra teatral
La adaptación cinematográfica de "La culpa de nada" explora aspectos inéditos de la obra teatral

—¿Qué te motivaba a continuar con esa historia y pensar en la adaptación, en lugar de crear un material nuevo?

—Como hablamos el otro día con Julieta Petrucci, la actriz, la película termina siendo más completa que la obra de teatro. La obra esbozaba algo que la película logra plasmar completamente. La película mantiene el humor incómodo de la obra de teatro, algo que noté al escuchar las risas del público durante las funciones, creando una conexión cercana entre los espectadores y la película. Además, la película profundiza en la patética situación de cada personaje, ofreciendo una visión más detallada de sus experiencias. La obra de teatro tenía una mirada más general, mientras que la película se centra en las particularidades de cada uno. La red de apoyo de mi equipo de trabajo, con quienes ya había colaborado, me dio la confianza para hacer esta adaptación. No es lo mismo sentarse sola a escribir un guion nuevo y buscar un equipo, que ya tener un grupo con el que dar el primer paso. Eso me motivó y permitió llevar a cabo esta adaptación.

* La culpa de nada se proyecta todos los días a las 22 hs. en el Cine Gaumont (Rivadavia 1635, CABA).

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