Una auditoría interna del Museo Británico comprobó que muchas de las dos mil piezas de su colección que admitió haber perdido en diciembre de 2023, podrían ser “irrecuperables” tras haber sido desfiguradas y vendidas como chatarra.
El informe, revelado por el diario The Times, indica que el museo no cumplía con la ley que rige el mantenimiento de los tesoros nacionales británicos. La norma en cuestión, la Ley de Registros Públicos, obliga a museos y bibliotecas a cumplir con “estándares básicos de preservación, acceso y cuidado profesional” bajo la supervisión de personal calificado.
George Osborne, presidente de los fideicomisarios del museo, y Nicholas Cullinan, su director, señalaron en el informe anual que “se están considerando una serie de acciones por parte de la gerencia”, al tiempo que continúan trabajando en conjunto con los Archivos Nacionales para cumplir con dichas normas.
En el marco de esta revisión y en respuesta a la crisis, el museo ha iniciado un ambicioso proceso de documentación y digitalización de su colección de ocho millones de artículos, proyecto que abarcará un período de cinco años.
La investigación señala que al menos 1.500 artículos fueron robados el año pasado, y 350 objetos tenían partes esenciales como gemas extraídas y monturas de oro removidas, mientras que alrededor de 140 piezas estaban dañadas con marcas de herramientas. Peter Higgs, ex curador senior del museo, fue acusado de haber robado artículos valorados en unas 100 mil libras durante más de una década; sin embargo, Higgs ha negado las acusaciones y hasta ahora no ha habido arrestos. La nota del Times, consiga además que “se cree que muchos de los artículos devueltos fueron encontrados con la ayuda del FBI”.
La crisis también ha impactado las finanzas del museo, que recibió 7.5 millones de libras en donaciones durante el último año, significativamente menos que los 25 millones obtenidos el año anterior. No obstante, Osborne subrayó el “compromiso continuo de los donantes privados”, lo cual sigue siendo una gran fuente de aliento para la institución.
La revisión interna alertó sobre debilidades importantes en el control de seguridad del museo y los registros asociados a los objetos de la colección. Asimismo, destacó el rápido cambio de personal senior como un factor que podría haber tenido un impacto negativo.
Fuente: The Times / ArtNews