Grabado y filmado mientras se moría de cáncer, Opus, de Ryuichi Sakamoto -el álbum póstumo del músico y compositor japonés y el documental del mismo nombre- pretende ser claramente su despedida. Como álbum, es apropiado que la grabación de 20 canciones, hora y media de solo piano interpretado por Sakamoto sea una retrospectiva que lleva al oyente en un viaje a través de medio siglo de notable música.
Destaca la primera versión grabada de la juguetona y lírica “Tong Poo”, de sus primeros días con el trío tecno-pop Yellow Magic Orchestra. El grupo, también conocido como YMO, fueron pioneros de la música electrónica de los 70 y uno de los primeros grupos japoneses expandidos a la escena global de la música pop.
El álbum Opus saldrá a la venta este viernes a través de Milan Records. Presenta versiones para piano de las partituras cinematográficas que constituyen los pilares del legado de Sakamoto, empezando por el majestuoso tema de El último emperador, de Bernardo Bertolucci, una película ambientada en los últimos días de la China imperial que luego desemboca en el régimen comunista.
Sakamoto ganó el Oscar a la mejor partitura original por esa composición, convirtiéndose en el primer asiático en conseguirlo. La obra de 1987, protagonizada por John Lone, también ganó el premio a la mejor película. La banda sonora también ganó un Grammy. Por otra parte, el tema “BB” es el homenaje de Sakamoto a Bertolucci, un tierno poema de amor a su brillante colaborador.
Opus también incluye la música desgarradoramente pensativa de Refugio para el amor (Bertolucci, 1990), que yuxtaponía viajeros neoyorquinos emocionalmente perdidos con la despiadada inmensidad del norte de África (”el cielo protector del Sáhara nos separa de la nada”). Aquel film, protagonizado por Debra Winger y John Malkovich, está basado en la novela homónima de Paul Bowles, quien aparece en la película como narrador.
El disco póstumo de Ryuichi Sakamoto incluye la música de Furyo (originalmente titulada Feliz Navidad, Mr. Lawrence), una película de 1983 sobre un campo de prisioneros de guerra de la Segunda Guerra Mundial, dirigida por Nagisa Oshima, en la que Sakamoto también actuó junto a David Bowie, Takeshi Kitano y Tom Conti. Con los años, esa composición se ha convertido en su pieza emblemática.
El sonido de Sakamoto tiene un inconfundible aire asiático difícil de definir, pero evidente a través de la utilización de ciertas armonías, motivos pentatónicos o escalas. Su sonido también evoca a Debussy pero, para ser justos, todo esto es 100% Sakamoto. Minimalista es otra forma en que algunos han descrito su capacidad para hablar en los silencios entre las notas.
Todas las canciones de Opus fueron inmaculadamente grabadas en el estudio NHK 509 de Tokio e interpretadas sin público en 2022. El cambio de pedal del piano y, en ocasiones, su respiración, están presentes.
Un conmovedor documental en blanco y negro realizado por su hijo Neo Sora documenta las grabaciones, repartidas en varios días debido al debilitamiento de la salud de Sakamoto. Este testimonio de la música del artista japonés subraya el compromiso con su obra, que estuvo presente hasta el final. El eslogan del álbum reza: “El arte es largo, la vida es corta”.
Opus trata sobre la muerte, con segmentos como la pieza que da título al álbum, que resuenan como una oración solemne. Sakamoto quería grabar su actuación mientras pudiera. Se sentía agotado después de las grabaciones, y su estado empeoró. Murió el 28 de marzo de 2023 en Tokio. Tenía 71 años.
“En cierto sentido, al pensar que ésta era mi última oportunidad de actuar, también sentí que podía abrir nuevos caminos”, dijo en una declaración que acompañaba al proyecto. He aquí a un hombre sin miedo a enfrentarse a su catálogo y darle una interpretación personal, sabiendo que sería la última. Al hacerlo, con una tranquila dignidad, nos recuerda que no debemos temer a la muerte.
Fuente: AP