FAS, una celebración del arte del NOA, con buenas ventas

El debut de FAS, Feria de Arte Salta, la primera de su tipo en la región noroeste del país, reunió a más de 7.600 visitantes en torno a 34 espacios artísticos a lo largo de 4 días.

“Por cuatro días locos que vamos a vivir, por cuatro días locos te tenés que divertir”, cantaba Alberto Castillo, allá por los ´60. Y aquel estribillo pareció resonar en la energía y la predisposición de los participantes de un encuentro que si bien tuvo un fin comercial fue, en todo caso, una celebración por mucho tiempo esperada en torno al arte y todo lo que éste puede generar en las relaciones humanas.

FAS, realizada en Punto Corp, en San Lorenzo Chico, atrajo incluso hasta al viento Zonda, que con sus ráfagas calientes, generó una suerte de veranito de San Juan durante esos “4 días locos” invernales.

Así, mientras el polvillo talco ocultaba de la visión a los cerros como si de smog se tratara, en los 2 mil metros cuadrados del complejo se vivió una historia que, sin dudas, tuvo mucho de ese afuera, pero que se expresó en pinturas, esculturas, textiles o fotografías, en materialidades tan diversas como los casi 260 artistas que se presentaron o fueron representados, de maestros a nóveles, de modernos a contemporáneos, entre las 29 galerías -de Salta, Tucumán, Jujuy, Santiago del Estero, Santa Fe y Buenos Aires- a las que se sumaron 5 proyectos colectivos locales y que formaron una suerte de gran museo efímero.

La feria surgió de la colaboración público-privada, entre los miembros de AccionArte, los coleccionistas Virginia Blaquier, Alfredo Muñoz y Esteban Drincovich junto a Claudia Lamas, subsecretaria de Patrimonio Cultural de la provincia.

Y llega, por otro lado, en un buen momento, cuando los NOArtistas han obtenido en los últimos años una mayor visibilidad no sólo nacional, sino también internacional.

Veamos algunos casos: en la Bienal de Venecia de este año hubo textiles de dos salteñas, la geométrica María Martorell y la creadora wichi Claudia Alarcón, quien además fue uno de los ejes del despegue de Bienalsur 2021 (inaugurado en el Bellas Artes salteño); el tucumano Gabriel Chaile tuvo un espacio destacado en la edición anterior de la Bienale, mientras que obra de la también tucumana Lucrecia Lionti es parte del acervo del Reina Sofia o Carlos Pajita García Bes, que en el siglo XX investigó saberes ancestrales indígenas, comenzó a ser más apreciado por los principales museos del país.

En ese sentido, FAS buscará convertirse en una cita anual que articule las galerías de la región, muchas representadas por Circular Norte -la Asociación de galerías y gestiones del Norte Grande argentino-, con coleccionistas, pero también con nuevos públicos, quizá siendo éste el más grande de todos los desafíos.

“Uno de nuestros objetivos era mostrar la gran cantidad de artistas que tenemos a través de las galerías de la zona al público local -contó Lamas- pero también atraer a las galerías de Buenos Aires”.

Esto se logró desde una convocatoria que si bien puso énfasis en los espacios regionales se abrió a todo el país, pero con la condición de que representaran y mostraran NOArtistas. En ese sentido, por ejemplo, la porteña Biga, dirigida por la tucumana Gabriela Campos, encargó a la curadora Cecilia Quinteros Macció un trabajo de investigación previo para seleccionar artistas y así poder formar parte.

“No solo algunos espacios sumaron artistas del NOA, lo que ya es un gran avance, sino también galeristas que, si bien no tenían un stand, nos visitaron para conocer más a los artistas. Muchas veces a los artistas les cuesta mucho llegar a las galerías y esto produjo que las galerías no solo vinieran, sino que tuvieran que mirar y buscar artistas de acá”, sumó Lamas.

La feria concentró espacios con una extensa trayectoria como la tucumana Fausto, con el ojo puesto en los históricos como Francisco Ramoneda, Antonio Yutronich, Demetrio Iramain, Medardo Pantoja, Ernesto Scotti o Hugo Román o la salteña BaC, inaugurada en 2016 y que el jueves abre su nuevo espacio, que concentró tanto artistas como Alina Neyman, García Bes, Luis Petri, Alberto Elicetche y Osvaldo Juane o la contemporánea Adriana Margalef.

“La feria es importantísima para el arte local, porque concentra toda una tradición y una historia que también se está recuperando, poniendo en perspectiva, y es a través de eventos así que se logra ver la magnitud de nuestros artistas”, reflexionó Matías Bassani, director de BaC en sociedad con Rosario Cornejo, y que en paralelo a la feria colaboró con una muestra alrededor de Preti -que incluyó la realización de un libro exhaustivo sobre su obra- en el Bellas Artes provincial, en la que además se presenta a otros miembros del Grupo de Tartagal, que tuvo como gran gestora a la austríaca a Gertrudis Chale e incluyó Carybé, exhibición que para finales de año llegará al Palacio Libertad (ex CCK).

En esa dirección también se encontraba la salteña Kiosco de Arte, que presentó “una buena selección de maestros en pequeños, medianos formatos, para que seguir circulando esa obra que es legado para todos”, comentó Javier Farfán, pero que también tienen una “faceta de artistas contemporáneos, para generar una convergencia”.

Entre las piezas se destacaba una pintura de Carmen Gerónimo, que actuaba como imán para los visitantes que la enfrentaban: “Ella vivió mucho en el interior, por Cafayate, por toda la ruta 40. Fue parando un poco en esos pueblos y tuvo una primera época de pintura costumbrista. Luego, cuando ya conocía a la gente y a su pueblo empezó a dibujarlos, como en este caso con las ‘Floristas de Cachi’, que las había visto a la vera del camino y era una imagen que no se podía sacar de la cabeza”.

Desde la tucumana Maleza, llevaron nueve artistas, en los que conjugaron el street art, como Ruido, Coche y Sebastián Vaca “que abordan tanto el muralismo y el graffiti y llevan esas experiencias al bastidor”, a Facundo Cañazares que “trabaja mucho con los paisajes imposibles de Jujuy”, las pinturas de Nelson Velardez o una serie de paisajes de la yunga realizados a partir de tinta asfáltica de Eugenia Correa, entre otros.

También hubo espacio para artistas sin representación galerística, como la Comunidad de artistas salteños, un proyecto que inició en 2017 y que introdujo a 23 creadores “con una propuesta diversa de obra de dibujo, pintura, fotografía, esculturas blandas, cerámica, un poco de textil, también bordado de cabello, en una polisemia bastante interesante”, dijo la presidenta y artista Victoria Jaffe.

Otro de los rincones que llamaron la atención del público por su colorido fue Arte Siwok, que presentó obras de la Fundación creada por el ingeniero agrónomo Alejandro Deane desde donde se impulsa la agricultura familiar Wichi. Allí se apilan de paisajes exuberantes, saturados, caóticos por momentos, en los que se condensan las tradiciones y quehaceres de la comunidad, muchos en cuadros realizados sobre fibrofácil y, en los más antiguos, sobre la cortezas de palosanto, como también sobre sillas y violines que realizan en la comunidad.

“Este proyecto empezó hace 40 años, no con la pintura, sino cuando a Deane llega al Chaco salteño para que la gente tenga agua, que les enseñe la agricultura, porque ellos vivían de la caza y de la pesca. A partir de allí, les enseñó a trabajar la madera, dándoles un poco de diseño, comenzaron haciendo patos y un montón de elementos de la naturaleza. Luego llevó a Jorge Marino, un pintor y profesor salteño para ver si alguno quería dibujar y fue una mujer, Tatania Prado, quien comenzó, pero no pudo seguir porque tenía artritis reumatoidea. Ella le enseñó a su familia, a su hija, Sara Díaz, a Emilia Ferreyra y Reinaldo Díaz, así que ese es el legado que dejó”, contó Silvina Pirola.

FAS se realizó en San Lorenzo Chico, una zona a unos 20 minutos del centro de la ciudad que en los últimos años vive un boom de construcciones con barrios privados y ya cuatro escuelas, a las que se sumó un espacio de oficinas de 4 mil metros cuadrados, Punto Corp, donde en la planta baja se desarrolló la feria.

La elección del lugar, más allá de la cuestión espacial, no fue azarosa. Desde hace unos años la capital comenzó a expandirse hacia afuera por varias razones, una de ellas es el aumento de las propiedades en el centro debido al “boom minero”, que atrajo inversores del exterior y elevó los costos de alquiler y compra de inmuebles. Las empresas constructoras comenzaron entonces a extender las fronteras, como sucedió a partir de los ‘90 en Buenos Aires, con desarrollos como Nordelta o los countries de Pilar.

Por eso, el año pasado, en esta misma zona se realizó Casas con Arte, que podría pensarse como una experiencia piloto, ya que, a priori, concentra la mayor cantidad de “personas que quieran vivir con arte”.

“No hay que hablar de coleccionistas, sino empezar a hablar de compradores”, dijo Juan Cambiaso, uno de los grandes referentes del coleccionismo argentino, ex presidente de arteba, donde creó el Premio en Obra, durante el ciclo de charlas de la FAS.

“Para ser el debut es sorprendente la participación del público y la gran cantidad de coleccionistas que vinieron y compraron. Todavía falta que los locales se animen más, eso es algo que se va a ir dando con más ediciones, hay una pared que se tiene que romper, que es cultural en un punto”, comentaba un galerista a este medio.

Más allá de esto, la mayoría de los galeristas consultados aseguraron haber superado la inversión realizada para la participación y, en el peor de los casos, haberla igualado, por lo que consideraban a la experiencia como exitosa. En total, según información oficial, se vendieron 295 obras, con precios que iban de los USD 50 a los 15 mil.

También estuvieron presentes La Huella, Alnorte, Espacio Rayuela, La Arte Contemporánea, Eventual, Mamoré, Nativa Arte +Diseño de Susana Rocha, Remota, (Salta); Linde Contemporánea, Espacio Nuevo, Biomba, Cápsula de El Taller, Nivel 2, Rusia, Estudio Abasto, Radar, Serna (Tucumán); Quilla y Casa Taller Alto La Viña (Jujuy); Yu & Va (Santiago del Estero); Sasha Espacio de Arte (Córdoba), Julia Baitalá (Buenos Aires) y Diego Obligado y Local 15 (Santa Fe), además de los proyectos colectivos Ronda Colectiva, Galería Paraíso, Proyecto Tres y Artelier, todo de Salta.

Finalmente, en el orden de los premios, para el In Situ fueron seleccionados Maria Daud (Yu & Va), Eugenio Martínez, (Diego Obligado) y Karla Buzo (La Arte Contemporánea); el premio Fausto fue para Matías de la Guerra (Remota) y Emilia Ferreyra (Arte Siwok) y el Accionarte para la galería Mamoré, de Juan Blanco, y los coleccionistas Juan Cambiaso y José Luis Lorenzo.