Joseph Conrad, del que hoy se cumplen cien años de su muerte, tuvo grandes lectores. Borges, por ejemplo: “Se lo lee en función del mar y de la aventura. En él hay tantas otras cosas. Hay el sentido del honor, las variedades del alma humana, el destino, el amor y la soledad. Es acaso el único novelista que hereda las virtudes de la epopeya, madre de la novela. La felicidad que nos deparan sus páginas, aunque sean trágicas y terribles, refleja la felicidad que él debió sentir cuando las escribió”.
Borges lo adoraba, como tantos otros autores de renombre: es notable la fascinación que despierta la literatura de este escritor nacido como Józef Teodor Konrad Korzeniowskim en Berdyczów, entonces Imperio ruso, actual Ucrania, el 3 de diciembre de 1857, y fallecido a los 66 años en Bishopsbourne, Inglaterra, el 3 de agosto de 1924, hace cien años. Esos lectores aún los tiene y sin dudas los tendrá. Para quienes aún no lo descubrieron, a continuación: 4 libros de un novelista imperdible.
El corazón de las tinieblas
Publicada originalmente en 1899, El corazón de las tinieblas es una de las obras que definen el siglo XX. En ella, el marinero inglés Charlie Marlow narra a cuatro amigos la travesía que realizó tiempo atrás remontando un río africano en busca de un personaje misterioso: Kurtz, jefe de una explotación de marfil que puede haber cruzado la línea que separa el bien del mal para entregarse a una locura atroz. El corazón de las tinieblas puede leerse como una novela de aventuras o como exploración descarnada de los excesos del colonialismo, pero es, sobre todo, un viaje a las profundidades más oscuras de la condición humana.
Cuando se conmemora el centenario de la muerte de Joseph Conrad, esta edición, con traducción del escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez, rinde homenaje al autor polaco y a su novela más célebre, uno de los pocos mitos genuinos de nuestro tiempo. Como afirma Vásquez en el prólogo, El corazón de las tinieblas es «una de las ficciones más ambiguas, inasibles y enigmáticas de nuestra tradición, uno de esos libros son muy pocos sin los cuales sabríamos menos. Aunque es verdad: en este libro se cuentan cosas que preferiríamos no saber. Tal vez por eso lo seguimos necesitando».
El duelo
Publicado en 1908, El duelo toma como asunto el enfrentamiento de dos oficiales del ejército de Napoleón. Su pugna es tan empecinada como misteriosa en sus orígenes y se prolonga en el tiempo hasta adquirir dimensiones casi legendarias. Inspirada en un hecho real, esta breve novela es algo más que “una seria y sincera tentativa de pequeña ficción histórica”, como la calificó años más tarde el autor: no solo es un relato que se lee con gusto, sino que encierra una reflexión sobre la evanescente naturaleza de la ofensa, sobre la dualidad y la obsesiva necesidad del otro.
El espejo del mar
Las crónicas que conforman este libro repasan las vivencias marítimas de Conrad, primero como marinero en Francia y más adelante en la marina mercante británica. Estos textos componen un vivísimo retrato de la relación entre el hombre y el mar en una época en que la llegada del vapor supuso el fin de la hegemonía de los barcos de vela. Considerado como el cruce entre un cantar de gesta sobre la navegación a vela y la biblia del oleaje, El espejo del mar es la insuperable reminiscencia de una forma de vida y una obra imprescindible para comprender a su autor.
La línea de la sombra
Esta novela concebida en la madurez de Conrad es una breve historia sobre el tránsito de la juventud a la edad adulta. Los avatares de un inexperto capitán que se hace cargo de un barco por vez primera, teniendo que afrontar las numerosas dificultades y contratiempos que surgen durante la travesía por los mares del Sur, sirven al autor de El corazón de las tinieblas para trazar esta fábula de lucha y esperanza en la que se entrevera de forma inevitable la nostalgia que lleva aparejada la superación de toda etapa vital.