“Cuanto más se acerca, más feliz soy”: Thomas Jolly, el hombre orquesta de las ceremonias de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, es un hombre de teatro con una imaginación desbordante que tuvo que adaptar al entorno exigente de los Juegos de París.
Conocido por su sentido de la dramaturgia, la grandiosidad de sus puestas en escena y su defensa de una “teatralidad exacerbada”, este artista quiere convertir la Ciudad de la Luz y sus monumentos a lo largo del Sena en escenario del “mayor espectáculo mundial”.
Jolly, de 42 años, se hizo célebre en 2014 en el mundo del teatro francés con la trilogía Enrique VI de Shakespeare, una obra maratónica de 18 horas que presentó en el Festival de Aviñón. Esta vez el espectáculo de los Juegos durará en torno a las 3 horas y 45 minutos.
¿Usará una escenografía y vestuarios góticos que recuerden su visión de Romeo y Julieta o Macbeth, dos óperas que ha dirigido? ¿O recurrirá a neones blancos, láseres rojos y haces de luz como en la ópera rock Starmania, que rediseñó con éxito en 2022?
A medida que se acerca el día D, este defensor de un teatro popular se declara “impaciente por poder finalmente compartir esta aventura extraordinaria”, para la cual ha trabajado, en el más absoluto secreto, durante 18 meses.
Autos anfibios y Catherine Deneuve
Jolly fue nombrado director artístico de las ceremonias en diciembre de 2022. Es fundador de la compañía La Piccola Familia, que montó tras sus estudios en la universidad y la escuela de actores del Teatro Nacional de Bretaña.
Jolly no revela nada de la ceremonia pero asegura que está “conmovido de ver lo que sale de los ensayos, de los talleres de vestuario y de la fabricación” de decorados. Inicialmente su visión de la ceremonia era grandilocuente.
Fue una entrevista desinhibida en el diario L’Equipe, cuando dirigía el Centro Dramático Nacional de Angers, lo que lo lanzó al primer plano de la escena olímpica. Interrogado junto a otros dos artistas sobre lo que podría ser esta ceremonia, evocó una llegada de los atletas en carros que se transformarían en coches anfibios, las banderas de los países plantadas en la Torre Eiffel o la actriz Catherine Deneuve como Olimpia de Gouges -considerada una de las pioneras del feminismo francés. Ideas disparatadas que no pudieron concretarse, pero que le valieron ser incluido en el proyecto como director artístico.
Del sueño a la realidad
Su primera decisión fue rodearse de cuatro autores, entre ellos la novelista Leila Slimani y la guionista de la exitosa teleserie francesa Ten per cent, Fanny Herrero, para imaginar “un gran relato” a partir del decorado en el corazón de París: el río y sus monumentos.
Así se concibieron 12 escenas o cuadros artísticos, a lo largo del recorrido de seis kilómetros, que fueron “trasladados a la realidad”, un “desafío complicado”, admite. El producto final “coincide con mi idea inicial”, asegura este oriundo de Ruan, hijo de un impresor y una enfermera.
Defensor incansable de la “diversidad” y la “convivencia”, promete una ceremonia de clausura, en el Estadio de Francia, el 11 de agosto, también cargada de “significado”. Y asegura que combinará los elementos festivos con los políticos, con un espectáculo de apertura de los Juegos Paralímpicos, el 28 de agosto, muy comprometido, al servicio de la inclusión.
¿Y luego? “Me gustaría actuar para otros, en teatro, en cine”, confiesa, deslizando también que tiene “un guion en curso”. Por ahora, ha reservado una casa de vacaciones, “un mes, para (descansar)”. “Desde hace dos años y medio, he acumulado muchos proyectos y he dado todo lo que tenía para estas ceremonias”, comenta y sonríe: “Ahora, como toda buena tierra, necesito ponerme en barbecho”.
Fuente: AFP
[Fotos: Joël Saget/ AFP]