Un artista conceptual brasileño cambió una moneda histórica británica por una falsa en el Museo Británico para poner de manifiesto el gran número de objetos extranjeros que la institución alberga.
Ilê Sartuzi explicó que la idea se le ocurrió cuando vio a un voluntario del museo dando monedas a los visitantes para que las tocaran. Sartuzi pidió una moneda de plata de la época de la Guerra Civil inglesa porque “es una de las pocas cosas británicas que hay en el Museo Británico” y luego creó una distracción mientras la cambiaba por la falsa.
Sartuzi dijo que depositó la moneda original en la hucha de donaciones del museo al salir. The Art Newspaper informó por primera vez de su acto, que relató en un video realizado para su grado de máster en el colegio Goldsmiths de la Universidad de Londres.
El Museo Británico dijo que informaría a la policía sobre el incidente, que tuvo lugar en junio. “Se trata de un acto decepcionante (...) que abusa de un servicio dirigido por voluntarios cuyo objetivo es ofrecer a los visitantes la oportunidad de tocar objetos reales y acercarse a la historia”, dijo un portavoz del museo cuando se le pidieron comentarios.
Sartuzi afirmó que instituciones como el Museo Británico y el Louvre francés se consideran a sí mismas “depositarias de los tesoros de la humanidad”.
“El problema es que estas instituciones son la base de culturas imperialistas que saquearon muchos de estos objetos del sur global y del mundo”. El Museo Británico ha estado sometido a escrutinio por la forma en que adquirió algunos de los artefactos que posee, y algunos países han pedido la devolución de piezas. Algunos ejemplos son las esculturas del Partenón y los bronces de Nigeria saqueados por las tropas británicas en 1897. El museo no respondió a las acusaciones de Sartuzi.
Sartuzi, que ha expuesto en Brasil, Portugal y Londres, dijo que había pedido consejo a un abogado especializado en arte antes de cambiar la moneda. El Museo despidió a un empleado hace un año y ordenó una revisión de la seguridad tras descubrir que cientos de objetos habían sido robados de su colección o habían desaparecido.