Bienal de Chaco: la imponente Virgen tallada a partir de un tronco de timbó e inspirada en Murillo

El artista santafesino Tomás Franzoi realiza esta escultura destinada a ser instalada en el interior de la Catedral de Resistencia combinando técnicas tradicionales y modernas de escultura

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Bienal de Escultura Chaco 2024: Tomás Franzoi talla una Virgen en un tronco de timbó negro

En paralelo con el certamen principal que se desarrolla en el predio de la Bienal de Esculturas del Chaco, varios destacados maestros artesanos realizan o exponen obras durante esta semana del 13 al 20 de julio dedicada al arte, que ya es una cita nacional y mundial, y que convoca a un público multitudinario.

Tomás Franzoi es un artista santafesino, originario de la localidad de Avellaneda, al norte de la provincia. Su primer maestro fue su padre, que le enseñó a dibujar y modelar en arcilla. Luego asistió a talleres y más tarde comenzó a incursionar en el tallado de madera como autodidacta.

En esta ocasión, está completando la talla de una Virgen, para la que dice haberse inspirado en las Inmaculadas del pintor español barroco Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682).

Franzoi inició el trabajo en su taller de Avellaneda hace unas seis semanas y dejó los detalles finales y el lustre para hacerlos en Resistencia, durante la Bienal de Esculturas, a la vista de la gente que visita el predio. Cabe señalar que el de las bienales de Chaco es un público muy interesado y formado, habituado a ver trabajar a los artistas y a dialogar con ellos.

Para esta talla, explicó Franzoi, se extrajo un tronco de timbó negro de un predio privado del norte de Santa Fe que fue donado por los propietarios.

La escultura mide 2,30 metros de alto y tiene 90 cm de diámetro
La escultura mide 2,30 metros de alto y tiene 90 cm de diámetro

Primero, el escultor realizó bocetos de plastinia para luego pasar a tallar la madera. En este trabajo usó una técnica combinada de procedimientos tradicionales con los últimos avances en materia de tallado. Entre las herramientas utilizadas hubo gubias, mazas, escofinas y también motosierras grandes y ultra livianas, además de amoladoras.

La escultura, que se llamará “Inmaculada Concepción”, mide 2,30 metros de altura y tiene 90 centímetros de diámetro. Está destinada a ser emplazada en el interior de la Catedral de Resistencia, ciudad bautizada desde hace tiempo como la “Capital de las Esculturas”.

Franzoi ha participado en muchos certámenes nacionales e internacionales y varias obras suyas están expuestas en el país y en el exterior. En el año 2017, se consagró campeón mundial de Speed Carving (tallado de velocidad), en Edolo, Italia, y también ganó el 2° Premio voto del público y 4° voto de los niños, en el Simposio Internacional de Escultores, Risoul Art Wood & Quot, en Francia. Ese mismo año, ganó el 1° Premio del Campeonato Nacional de Escultura con motosierra de Stihl Argentina, en Posadas, provincia de Misiones.

Tomás Franzoi dando los últimos retoques a su obra en la Bienal de Escultura del Chaco

En la edición del año 2018 de la Bienal Internacional de Escultura del Chaco, obtuvo el 2° premio del tallado de escultura con motosierra para la Copa Stihl. Al año siguiente, 2019, ganó el Concurso Nacional De Esculturas en Laguna Paiva, Santa Fe, Argentina.

Desde hace 20 años, dicta cursos de tallado, tanto para niños como para adultos, en la ciudad de Avellaneda y en la región.

La escultura esta hecha a partir de un único tronco de timbó negro
La escultura esta hecha a partir de un único tronco de timbó negro

Los escultores internacionales

El sábado 13 de junio se inició el certamen de escultura de la Bienal del Chaco del que participan diez artistas consagrados de diferentes países.

Los diez escultores que realizan una obra artística en metal, seleccionados entre 157 postulantes de 55 países diferentes, son: Luis Bernardi (Argentina), Alejandro Mardones Guillen (Chile), Carlos Iglesias (España), Billy Lee (Estados Unidos), Butrint Morina (Kosovo), Solveiga Vasiljeva (Letonia), Anna Korver (Nueva Zelanda), Percy Raúl Zorrilla Soto (Perú), Bogdam Adrian Lefter (Rumania) y Emrah Önal (Turquía).

El predio donde trabajan los escultores, a orillas del Río Negro, en Resistencia, Chaco
El predio donde trabajan los escultores, a orillas del Río Negro, en Resistencia, Chaco

Para hacer posible la organización de un evento de la dimensión de esta Bienal -que, en paralelo al concurso principal, incluye el Encuentro de Maestros Artesanos, el Premio Desafío (certamen de escultura en madera para estudiantes de Arte de todo el país), Seminarios, conferencias y cursos, exposiciones, una feria de arte, artesanía y diseño, y todo tipo de espectáculos- existe todo un trabajo discreto de quienes asisten a los escultores que compiten y a los invitados.

Ceferino Ferreyra es el coordinador general de todos los artistas escultóricos que llegan a Resistencia cada dos años para este gran acontecimiento artístico.

El es la cabeza del equipo de logística, compuesto por 13 personas en total, asistidas a su vez por técnicos especializados en soldadura y maquinaria. Recordemos que este año el material usado es el metal y se requiere para su corte y tallado de varias herramientas sofisticadas.

Una de las obras en plena realización
Una de las obras en plena realización

“Asistimos a los escultores con los materiales, hay un grupo que se encarga de la provisión y resguardo de los materiales y otro de conseguir, si se solicita, alguna herramienta o material extra. Las tareas son diversas porque hay que asistir técnica y físicamente, acomodando la obra como el escultor quiere. El equipo es consciente de que tiene que tratar la obra como si fuera de cristal”, explica Ferreyra.

Desea que asista “toda la ciudadanía”. Cuenta que ya el domingo y lunes la afluencia de público superó las expectativas. Orgulloso, agrega: “Turistas, amigos y artistas conocidos vienen especialmente a visitar la Bienal. Tenemos este atractivo cultural y artístico único en el país y en Latinoamérica y esperemos que siga saliendo como hasta ahora”.

Los escultores trabajan a la vista del público en un taller a cielo abierto
Los escultores trabajan a la vista del público en un taller a cielo abierto

[FOTOS: Raquel Peiró]

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